Un atardecer oscuro
Todo comienza en un día en el que yo pensaba seria como cualquier otro, fui al colegio con los mismos ánimos de costumbre, llegue mucho antes como es habitual en mi, como no habían abierto el salón, fui al patio grande a un árbol que me gusta mucho, lo acaricie y vi que tenia unos cortes, cerré los ojos tocando con la yema de los dedos las grietas, estaba concentrada en ello cuando sentí una mano fría en mi hombro, me sobresalto tanto que no podía ni moverme.
¿Qué haces acá?- era Tomas, el chico de mi grado de cabellos castaño claro, con ojos claros de un color miel a pesar de que no e tenido la oportunidad de mirarlos demasiado, lleva el pelo en una melena no demasiado larga, es mas alto que yo por varios milímetros, no es de un cuerpo muy fornido pero su propia escasez es lo que me gustaba, los hombres con demasiada musculatura me provocan un poco de miedo, Tom es de los chicos que no hablan mucho con la gente, tiene solo un mejor amigo llamado jose, que me gustaba desde hace mucho, pero nunca me he armado de valor para confesarlo, ni siquiera mis mejores amigas lo saben, lo e mantenido en secreto muchos años, y seguirá así porque nos llevamos bien tal cual estamos.
-yo… eh?... nada, nada – me pongo nerviosa con solo mirarlo, hablar, ya es pedirme demasiado
- usualmente acostumbras llegar muy temprano ¿alguna razón en especial? O solo papa te viene a dejar antes…
- no ninguno, la verdad podría llegar mucho mas tarde pero me gusta venir por las mañanas y sentarme en este árbol a solas- me senté esperando que mi indirecta diera resultado o que la tierra me tragara para no tener que sentirme mas nerviosa, pero justo cuando lo pensé la tierra comenzó a moverse, me pare enseguida pero el movimiento bajo mis pies, no permitió que durara mucho y perdí el equilibrio, tomas me sujeto y allí el piso dejo de moverse mientras me ayudaba a estabilizarme.
- lo siento… - estaba muy sonrojada y el también mientras me soltaba, me voltee esperando que no viera mi cara y al mirar la corteza del árbol descubrí que los cortes habían desaparecido, pase la mano por donde antes se encontraban y sentí un dolor en la muñeca al mirar me di cuenta de que tenia unos cortes idénticos a los que tenia el árbol y estaban sangrando, me quede perpleja por unos momentos sin saber como reacción a semejante suceso paranormal.
- ¿Qué tienes?... muéstrame la muñeca – inconscientemente hice lo contrario y escondí la mano en mi espalda mientras le miraba temblando un poco.
- No es nada… - ni siquiera yo podía comprender aun lo que ocurría
- Muéstramela!! – me asuste me miraba asustado y molesto, se acerco a mi con decisión y forcejee para que no las viera pero fue inútil sin duda su fuerza era mayor a la mía- ¿te las has hecho tu?... yo pensé que tu no eras de esa clase de chicas…
- ¡no! Yo jamás haría una cosa así, no es lo que piensas, nunca… nunca haría una estupidez así, no se como me las hice, no las tenia cuando toque el árbol
No podía ser, de seguro estaba alucinando o soñando pero el dolor era real, me devolví a mirar la corteza del árbol, pero este no tenia nada ni una huella de haber tenido los cortes que yo vi y toque hace unos minutos
- pero… el árbol – tocaron la campana pero tomas no se movía ni un milímetro y me miraba a los ojos tan directamente que me daba miedo
- ¿y bueno… de donde salieron los cortes?
- Bueno… yo… no lo se… lo siento tengo que irme a clases
Avance rápidamente esquivando su intento de impedirme el camino, cuando lo logre camine lo más rápido que pude sin mirar atrás, llegue al salón y me instale en mi pupitre intentando hacer como que no pasaba nada y cubriendo mis heridas con 4 curitas.
Durante la clase no podía poner atención, mi mente divagaba en la reacción que había tenido Tom al ver los cortes en mi muñeca, ¿estaba preocupado por mi?, cada ves que lo miraba durante la clase no me quitaba los ojos de encima, era bastante molesto porque me ponía muy nerviosa saber que el prestaba atención a cada cosa que yo estaba haciendo.
No me sentí tranquila hasta la hora de almuerzo, tome mi almuerzo y me fui a sentar debajo del árbol realmente ese es mi sitio favorito del colegio, además casi nadie iba allí y eso me dejaba estar tranquila.
-aquí me siento mucho mas tranquila, ¿que le pasa a ese?, como si yo me quisiera matar, jajajaja…. Idiota – me senté y tome un poco de jugo pero no duro mucho en mi boca porque en cuando le escuche a mi espalda el jugo salio disparado de mi boca.
- ¿y que mas querías que pensara?- escupí todo con la impresión
- yo… eh… ja….¿porque me estas siguiendo?, nunca habías estado así conmigo de hecho es la primera ves que hablamos tanto en el día – las palabras casi no salían de mi boca mientras me temblaba la mano y me cubría las curitas para que no volviera a ver los cortes
- yo… es que hoy no vino José y me siento solo ¿te molesta mi compañía? me voy si así lo quieres…
- ¡no!, no te preocupes, no me molesta solo me… intriga, además no pensé que te preocuparas tanto…
- lamento haberte tratado mal, pero no me gusta la gente que no valora la vida… yo lo siento mucho… solo estaba preocupado, porque me importas.
Nunca habíamos hablado mucho menos de esta forma y el silencio que se formaba ante tan fuertes palabras me ponía más nerviosa, pero poco a poco la conversación se hizo mas grata y luego nos hablábamos como si nos conociéramos, terminamos sintiendo un ambiente agradable, estar a su lado se sentía perfecto no quería que se acabara.
- ¿Qué harás luego de clases?
- Bueno… me iré a mi casa, mañana tenemos examen de ingles y necesito estudiar es demasiado importante para mi… necesito tener una buena calificación para poder postular a el otro colegio- ya no me ruborizaba ni me ponía nerviosa al hablarle
- ¿te puedo ir a dejar? ¿no te molesta?
- No, pero.. ¿estas seguro? Vivo bastante lejos de aquí
Era increíble, jamás habíamos hablado y hoy estuvimos todo el día juntos, aun mejor, iría a dejarme a casa, era el día mas feliz de mi vida era fantástico, no quiero que se acabe jamás, quiero que sea el día mas largo de toda mi vida, que sea eterno.
Nos fuimos caminando pero aun así el camino se me hizo corto, con su conversación y sus miradas todo parecía tan mágico, solo hablamos de mi, sobre mi infancia y familia pero el no se refería a si mismo, y menos me atrevía yo a preguntarle algo.
No acostumbraba dejar pasar a nadie a mi casa pero como el sol aun pegaba bastante, parecía ser temprano así que lo invite a pasar, aunque aquello hizo que me pusiera nerviosa, ambos no dirigimos palabra por un buen tiempo, fui a la cocina por bocadillos y bebida, al regresar con la bandeja lo vi mirando uno de los cuadros que había pintado yo que mama había dejado en el salón a disgusto mió.
- ese cuadro, esta precioso ¿Dónde lo compraste? – lo miraba fijamente como absorbido por el, se levanto para ver mas los detalles mientras yo servia la bebida en los pequeños vasos de cristal
- pues… aunque no lo creas lo hice yo hace unos 2 años, fue el regalo de cumpleaños de para mi madre, pero fue ella quien lo encuadro y decidió dejarlo en el salón, a mi la verdad me da mucha vergüenza que tanta gente lo vea.
- Pues eres buena, demasiado buena, realmente creí que era de alguien famoso, además es como su pudiera sentir la frisa en mi cara y el olor a hojas mojadas, puedo escuchar el pequeño arrollo, logra que sienta que estoy en ese lugar… y que en cualquier momento voy a ser absorbido por el, pero lo que mas me a impresionado es la luna se ve real, es como si de verdad estuviera parado en la mitad de ese bosque mirando la luna entre las ramas de los frondosos árboles, eres genial… me pregunto porque nunca antes me había dado el tiempo de conocerte, aunque siempre llamaste mi atención, eras la chica responsable y dedicada del curso, pero hoy me e dado cuenta de que eres una persona muy interesante
Me puse colorada cada una de sus palabras había clavado en mi corazón llenándolo de emoción y de esperanzas tontas, el se volteo a sonreírme y sentí como el corazón se me aceleraba teniendo dificultad para respirar sonreí mientras lo miraba comer y bebía un poco de bebida para tranquilizar a mi pobre corazón.
- ¿quieres que estudiemos juntos? Así mañana te ira mejor
- Excelente, yo no entiendo casi nada, no es un ramo que me agrade demasiado, espero no retrasarte, de seguro vas mucho mas adelante que yo, pero estoy seguro que si eres tu quien me enseña aprenderé mucho mas rápido
Sus constantes halagos me confundían, nunca nadie me había elogiado tanto, además al venir de el producían sentimientos extraños en mi corazón, me hacia sentir bien pero en mi mente nacía la idea de que tal vez el sentía algo por mi, pero el sentir esa ilusión no me gustaba ¿y si no era así? Solo me terminaría haciéndome daño por imaginar cosas que no son, aun así decidí disfrutar el momento mientras estudiábamos y nos rozábamos la mano en ocasiones.
Las horas pararon rápidamente y el ambiente comenzó a ser muy acogedor, ambos estábamos contentos y nos sonreíamos por nada, pude percibir su mirada clavada en mi cuerpo logrando que mis vellos se erizaran de los nervios.
- ¿Qué pasa Tomas? estas muy callado – me acerque para mirarlo a los ojos tal vez se sentía enfermo y no me lo había querido decir
- N…nada – note como sus mejillas se sonrojaron y note que estaba demasiado cerca de el y me aparte lentamente para disimular.
- ¿Por qué te sonrojas? ¿te sientes mal? Tal vez tienes fiebre
- No, no es nada ¿Qué hora es? Me tengo que ir a casa, también tengo cosas que hacer
- Aun hay sol debe ser temprano
- ¿Qué extraño? A mi me parece que llevo mas de unas horas aquí, puedes ver la hora, aunque por el sol deben ser las 7 y algo
Me aparte de el mirando el sol que aun no se ocultaba y estaba en el mismo lugar donde lo habíamos visto cuando entramos a la casa, aquello me llamo la atención pero como tom me despertó de mis pensamientos me acerque a mirar la hora tomando el reloj sin poder dar crédito a lo que veía
- ¡¡ahh!! Son las… 10 y 15, no… no puede ser, pero si el sol aun no se esconde
- ¡¡que?!! Me van a matar, tengo que irme a casa, lo siento si es descortés pero no pensé que fuera tan tarde, lo siento, nos vemos mañana, muchas gracias por todo
Se despidió dándome un beso en la mejilla y salio corriendo, me sentí aliviada de que se fuera, su presencia en mi casa era motivo suficiente para tenerme los nervios de punta, aunque me quede como tonta unos minutos tocándome la mejilla luego fui a la ventana asustada, el día estaba muy extraño, no tuve mucho tiempo para pensar en ello porque mis padres no tardaron en llegar ordene un poco los libros y ayude a mama a preparar la cena, cuando empezamos a comer papa puso las noticias y algo llamo mi atención.
- “… hoy increíbles fenómenos paranormales que aun son estudiados por meteorólogos y científicos especialistas, a las 5:30 el cuelo se puso de un color rojo intenso y luego el sol tardo 5 horas mas de lo normal en esconderse, aun los meteorólogos no descubren las razones a estos…”
- Beatriz ve a acostarte, mañana tienes examen y necesitas tener energías
¿Qué estaba pasando?... a que se debían estos fenómenos tan extraños, aunque estaba completamente intrigada por ellos, agradecía que el día hubiera sido así porque por ello pude pasar mas tiempo con tom, llegue a mi habitación y me tire sobre la cama, no pude pensar mucho mas en todo lo ocurrido porque caí en un sueño profundo, sin poder llegar a imaginar la magnitud de lo que esos hechos significaban.