miércoles, septiembre 01, 2010

[Harry potter] Es lo que hay 2.0

La demora ha sido más que nada por falta de tiempo, esta vez tengo que agradecer a ILDM que me ayudo y a las chicas de un foro de malos fic, por darme la iniciativa para cambiarlo.

Sin más se los dejo adelante

[Dramione] Es lo que hay

¿Cómo llegue a estar en esta situación?

¿Cuándo las cosas se habían escapado de mis manos?

¿Cómo alguien de mi estirpe había permitido que las cosas llegaran a este punto?

Esta y muchas otras preguntas eran la rutina de mis noches. Agradecía no compartir la recamara con Astoria, pues no quería sus preguntas por no entender mi mirada vacía. Sentía un cariño especial por mi esposa, no tenia ninguna queja contra ella, pero sinceramente no se podía comparar en lo mas mínimo con lo que sentía por otra chica que robaba mis pensamientos.

Aun recuerdo el día que nos encontramos en la librería, cada quien en lo suyo, Rose; su hija era el vivo retrato de su esposo, no se necesitaba pensar demasiado para saber que seria seleccionado para la casa de Gryffindor. Nos cruzamos en más de una oportunidad, era inevitable ya que buscábamos los mismos entupidos libros de primer año.

La “sucia” había cambiado mucho en poco tiempo, era extraño pero su cuerpo había mejorado bastante después de tener a su primogénita, reconozco que en Hogwarts me fije en sus atractivos, pero en mi búsqueda de razones para insultarla, no tenia tiempo de admirarlos.

Astoria y Scorpius eran mi familia, compartía con ellos gran parte de mi tiempo pero eran demasiado impacientes, además el estar entre tanta gente les alteraba, así que les pedí fueran a un lugar menos concurrido y nos juntaríamos luego para regresar a casa, por ende quede encargado de comprar el resto de las cosas. Si; es cierto a mi me desagradaba estar entre una muchedumbre, pero es preferible eso; a tenerles sobre mi en cada instante.

Todos los vendedores estaban ocupados, así que fui autosuficiente y busque los libros por mi cuenta, no fue una tarea fácil entre las grandes estanterías, fue allí donde me la encontré a solas luego de años de no dirigirnos la palabra, enseguida mi mente se lleno de insultos adecuados para la ocasión, pero de mi boca no salio ni una sola palabra.

-- Hola Malfoy, ¿buscando los libros de primer año? –No espero respuesta para agregar- He visto a tu hijo antes, realmente no puede ser mas parecido a ti, en cuanto lo vi recordé mi primer año en Hogwarts… -- no me miro en ningún momento estaba ocupada buscando entre los libros- ¿Recuerdas cuando fue la primera vez que nos vimos? – pregunto como si tal cosa.

-- Que pasa Granger ¿Estas nostálgica? --sonreí maliciosamente notando el sabor que discutir con ella me daba- ¿No fue en el gran salón? -comente

-- No, yo no me di cuenta de tu existencia hasta la clase de vuelo, había escuchado cosas de ti, pero no me gusta formar prejuicios de las personas, aunque todos resultaron ser verdad…-termino en un susurro.

-- Sinceramente nunca te habría ofendido si no te hubieras hecho amiga de “esos” – confesé sin saber la razón de mi sinceridad ante ella-- ¿Crees que eres la única que proviene de una familia Muggle? ¿Por qué entonces eres especial?... ¿Nunca te lo preguntaste?- seguí comentando; sincerándome sin razón aparente.

-- La verdad… no – se volteo a mirarme confusa -- espera…. ¿Estas intentando decirme que realmente no tienes nada en contra mía? ¿Sino que todo lo que hiciste fue porque soy amiga de tus enemigos?-pregunto incredula.

-- Creo que si – mirando a otro lado, sus ojos castaños parecían llegar a leer mis pensamientos -Somos dos personas maduras ahora, y creo que tengo que ser sincero en ciertos aspectos, nunca tuve nada en tu contra, pero he de reconocer que de los tres eras la mas débil, el blanco mas fácil de atacar

-- Pero tu familia odia a los Muggles, tengo tus creencias y costumbres muy conocidas Malfoy –desvió su mirada de mi para volver a los libros.

-- Si es verdad, pero, no me mofo de nadie más que de ti Granger, ¿Sabes por qué? – Volví a tener sus ojos en mí—porque eras demasiado sobresaliente para ser una simple Muggle… ¿Sabes lo denigrante que era que me superaras en las asignaturas que compartíamos?, sin mencionar que eras la mejor amiga de Potter.- terminé en un gruñido…

-- Bueno me alegra enterarme de algo así, aunque ahora ya no sirva de nada – tomó dos de los libros y sonrió mientras me entregaba uno – Solo espero que tu hijo y el mió no tengan problemas.

-- Las enseñanzas familiares no han cambiado en lo mas mínimo Granger –recibí el libro notando su cara de desaprobación—pero… ya que estoy sincerándome… y tal vez no encuentre otra oportunidad para ello, quiero confesar una última cosa.

- Soy toda oídos Malfoy – se volteo para mirarme.

- Antes de saber que era una Muggle y que te juntaras con el imbecil – note que iba a reprocharme pero hable antes que ella para impedírselo- eras la única chica que me llamaba la atención, acepto que el hecho de ser una Gryffindor quito atractivo, pero destacabas de una forma impresionante, debo reconocer que tu cerebro es envidiable y que eso me gusto de ti…

Termine de hablar y note su cara sin expresión alguna, abrió un poco la boca de la sorpresa sin saber que decir, y me aleje pagando los libros que me han pedido. Salí de allí en cuanto pude sin mirar atrás, todo lo que había pensado por tantos meses había salido de golpe y empezaba a arrepentirme de ello, pero fuera de todo solo tenía una certeza, ella jamás diría nada.


Pensé en lo que dije todos los días y me arrepentí de cada palabra pronunciada, pero ya no podía hacer nada. Claro fuera de ir y borrarle la memoria a Granger…pero con lo difícil que era eso lo descarte enseguida, así que tuve que resignarme a asumir que si; que lo había dicho y que sería la mofa de ella, pero todas las cosas salieron como jamás lo habría imaginado.

Llevaba horas esperándola, horas de tontos instantes de mirar en todas direcciones con el corazón acelerado por la necesidad de volver a verla, no sabia cuando me había vuelto dependiente de ella de esta forma, pero cada era más doloroso amarla en silencio, mas este año que las cosas habían cambiado tanto.

Cuando me decidí a largarme de aquel asqueroso lugar, al que indiscutiblemente no iría si no es porque ella concurre todos los días….

Justo en ese instante ella hizo su entrada a las 15:45, de mano de su hija pequeña, era hermosa en la misma intensidad que su madre, no muy alejado de ellas entro el esposo, Ronald Weasley, sonriente como siempre con el pelo desordenado y ese aire de estupidez que siempre le rodeaba.

Se sentaron unos asientos más allá, donde solían hacerlo, y como siempre solo ella percibió mi presencia pero no me dedico ni una sola mirada,

¿Qué más pedía?

Estaba su esposo con ella… me dedique a mirar a la familia hasta que dieron las 16:05, cuando aburrido de solo observar lo que hacían pague mi cuenta y salí del lugar. Me encamine hacia el parque que estaba cerca, no tuve la necesidad de voltearme pues sabia que ella saldría unos pasos detrás de mi hasta mi encuentro en aquella banca del parque, en donde solíamos hablar ya que casi no concurría gente, por ser un lugar demasiado sombrío.

-¿Estás bien? Hoy pareces algo más agotado de lo normal- me pregunto con su voz suave.

-Solo a sido un día duro de trabajo- respondí, quitándole importancia- ¿Tu familia esta bien?

-Si, solo Rose se ha enfermado un poco pero se le quitara con alguna poción simple- murmuro, casi sin mover los labios

Nos quedamos mirando como solíamos hacerlo y saque la pequeña caja musical no alcanzo a sonar la melodía y ambos lo tocamos sintiendo el mundo girar al nuestro alrededor, mi estomago sintió un salto y abrí los ojos solo cuando estuve seguro de que el viaje había terminado; escuchando la cajita musical sonar lentamente.

-Cada día me acostumbro menos a esos viajes- musito ella mientras se levantaba.

-Yo cada día siento menos el mareo – susurre mientras la miraba.

Volvió el silencio y ambos nos apartamos recorriendo aquella habitación que tanto conocíamos y que tan impregnada de nuestros olores estaba, deje la caja musical en una mesilla y la mire fijamente, en cuando ella noto mis ojos levanto la mirada hasta dar con la mía.

-¿Cuánto tiempo más haremos esto?, todos los días juntándonos a escondidas… ¿Cuánto más seguirás mintiéndote Hermione?- le pregunte tratando inútilmente de modular mi voz.

-Lo que sea necesario para que mi familia sea feliz… -respondió ella en el mismo tono de siempre, firme. Y entonces, esta vez…yo explote.

-¿Y mis sentimientos no te importan verdad? Por ser un Malfoy no los tengo, ¿Verdad?

Note como se entristecía, no era la primera vez que se lo decía, pero siempre reinaba el silencio, llevábamos ya casi año así, siendo el amante de la sangre sucia Granger, porque no era capaz de terminar con su esposo por sus hijos.

Ella; ya casi no tenia relaciones intimas con su esposo y yo era quien la poseía por completo…

Pero siempre que hablaba del tema con la intensión de que ella dijera que lo dejaría por mí, se negaba a decir algo y terminaba el silencio besándome pero esta vez fue diferente

-Sabes que te quiero y que nuestra loca atracción a pasado a algo más…-me miro insistente-, eso que realmente no podía aceptar, como de no saber nada realmente el uno del otro llegamos a acercarnos… hablar de otras personas y como sin darnos cuenta una fuerza nos atraía con tal intensidad que era desesperante- casi la oía sollozar desesperada- cada segundo sin ti… no entiendo que has hecho en mi, pero no puede pasar ni un segundo en el que no piense en ti…

-Fuiste tu; Sucia la que me hechizo,- grite exasperado- jamás hubiera puesto un pelo sobre ti, si no fuera por el hechizo adictivo que pusiste en mí, yo tenía mi vida completamente perfecta, mi esposa y mi hijo, pero… desde el día que confesé mis verdaderos sentimientos estas citas a escondidas han ido en aumento…

-¿Y tú crees que mi vida no era?- me interrumpió- Ya estaba casada cuando empezamos a sentir todo esto, ya tenía mi hijo, y aun no puedo comprender como te apoderaste de mi corazón,- se detuvo meditando- está bien se que Ron tiene mucha culpa porque es un distraído, no se preocupa por mí, y solo discutimos todo el día pero como ¿Después de todos los años que te odie…? Aun así cuando empecé a conocer tu verdadero yo detrás de esa absurda mascara… ¿Como… así me enamore de ti?- me miró como si me reprochara algo- Sin importar mi esposo ni nada, era…era, es absurdamente incontrolable…

-Eres peor que una droga muggle, y te odio por ello.

Me miro con sus ojos ardientes, la mirada algo perdida en los notorios recuerdos, y el semblante recto y firme en lo que decía, pero en cuando noto mis ojos distantes y fríos, por no querer escuchar más esas palabras, se acerco tomando mi mentón


-¿Realmente quieres que deje a mi familia por ti? ¿No crees Draco que eso es un poco egoísta?, estamos bien como hasta ahora, ¿Por qué no dejarlo así para siempre?- me dijo en voz baja.

-Se que lo es,… pero ¿No deje yo mi esposa por estar contigo?... ¿Deje todos mis planes de futuro por ti?...-la mire con genuino odio-¿Y que recibí? Solo ser tu amante… que bajo, para alguien como yo-

-Te quiero y sabes que adoro a mi esposo aunque no me hace sentir como tu, pero… - me hablo más firme- No puedo dejarlo por ti, y no es que no te quiera lo suficiente, sino que no quiero arruinar la vida de mis hijos.

-Y crees que viendo como se distancias sus padres ¿Ellos son felices?-contraataque molesto.

Habíamos llegado al tema de siempre, y es que la conversación ya parecía grabada, siempre los mismos temas y las mismas respuestas, yo había dejado de lado el hecho de que era una sangre sucia y acepte mis sentimientos por ella sin importarme nada más, porque ya no podía ir en contra de ello, todas las noches soñaba con ella, todo el dia pensaba en ella, no deseaba a ninguna otra mujer salvo a ella, y es que aunque odiara a todos los muggles, no podría seguir luchando contra lo que realmente me estaba pasando.

A pesar de que en un comienzo me los negué una y otra vez,… cuantas veces abre escuchado en mi mente el “No, no me gusta” y termino siendo que me encantaba, esa mujer me sacaba de cualquier raciocinio.

-¿No podemos seguir como estamos?- preguntó por ultima vez

-¿Por cuánto tiempo más Granger? – arrastre cada silaba de su nombre para que notara la distancia

- Se que tienes razón, pero me preocupa ella

-Hay miles de parejas separadas, solo tiene que ir a verlos y ya, pasa el mismo tiempo con ellos que pasaría si se divorcian; reconócelo.-le dije con sinceridad, conociendo perfectamente la situación.

-Se que no pasan mucho tiempo juntos… no tienes que repetírmelo-me respondió dolida.

-¡¡Es que pareciera que buscas el pretexto para seguir con él!! –Exclamé molesto-Que esperas al día que notes que te trata ya como un amiga en vez de cómo su esposa, porque ese día ya llego hace tiempo Granger; por si no lo has notado…- Sentencie molesto de que jugara con mis sentimientos así, y que peor aún, yo se lo permitiera.

Ella se acerco a mí y antes de que pudiera abrir la boca para recriminarle algo empezó a besarme, como siempre… volví a caer, es que es imposible no hacerlo, sus labios son un afrodisíaco que en pleno contacto me hacen anhelar cada vez más, y su lengua, Dios, su lengua… el mínimo contado me llevaba al éxtasis, nunca ninguna mujer había erizado cada uno de mis vellos de aquella forma.

Fuera de todo morbo Hemione era la mujer más hermosa que había visto desnuda, su cuerpo era perfecto, nunca había imaginado que fuera todo tan placentero hasta la primera vez que dejamos que nuestros instintos nos guiaran…




- Sabes Draco, si tu no hubieras jugado con mis sentimientos tantos años, puede que yo no jugara con los tuyos ahora- no entendí a que se refería con ello, me quede tumbado en la cama mirando cómo se vestía.

¡¿Es que acaso…Estaba jugando conmigo?!

- ¿Qué dijiste?

- Lo que escuchaste Malfoy, honestamente no creo que llegue el día que me separe de mi esposo, porque sinceramente esto es lo que quiero de ti Draco, solo encuentros casuales.-me dijo colocándose la ropa, despaldas a mí.

- ¿Estás bromeando verdad?... porque sabes que yo me he enamorado de ti, lo he dejado todo por ti…-le dije sintiendo como mi sangre se enfriaba.

- Lo sé, pero aun así no cambia nada, se que sigues viviendo con Astoria, que no te has separado de ella, es que es normal, no vas a arriesgarte y yo tampoco lo hare, aunque te quiera con locura, no cambiare mi vida por la que tú me ofreces.-me dijo, terminando con la voz completamente fría.

- No lo entiendo… ¿Por qué no te arriesgarías? Si tu lo haces yo dejare a Astoria enseguida.-le pregunte; sin creerlo aun… ¿La verdad? hubiera esperado cualquier otra cosa.

- ¿Como me pides que me arriesgue si no puedo ni creer que puedas amar a alguien, si hablas así de tu esposa y toda mi vida me has demostrado que no tienes corazón?- me preguntó con furia contenida- ¿Como quieres que ahora crea que si lo tienes…? – Me miro fijamente- Yo lo lamento pero es lo que hay Draco, tómalo o déjalo.

Estaba anonadado, no podía dar crédito de lo que mis oídos escuchaban, ella, una asquerosa sangre sucia había jugado conmigo, tal vez no planeadamente pero estaba pasando por alto mis sentimientos, mi corazón, al que protegí tantos años haciéndome el duro, el distante, el insensible, y resultaba que ahora todo lo que había hecho para protegerme, era mi único enemigo. Ella; al igual que otras personas, termino por creerse que yo no tenía sentimientos, y que cosas como apreciar, sufrir o amar eran desconocidas para mí, pero no, la verdad era que estaba locamente enamorado, de un amor imposible.

O al menos lo era hasta el día en que Hermione se diera cuenta de que su esposo tampoco le era fiel como ella pensaba, si; soportar todas las peleas era una cosa, pero enterarse de que su esposo se reunía con una vieja novia de Hogwarts, de seguro seria la gota que rebasara el vaso, pero…

No seria yo quien se lo diría, no, esperaría pacientemente a que el momento llegara, y estaría con los brazos abiertos para recibirla y consolarla, porque después de todo ella me amaba. Solo nos separaba su familia, algo que el mismo Ronald Weasley se iba a encargar de desarmar más cuando en unos meses más naciera Lucas, aquel hijo de cabellos rubios al cual Hermione no podría esconder, ¿Por qué estaba tan seguro de que Lucas el futuro hijo de Hermione es mío? Simple… siempre que lo hacíamos terminaba dentro de ella, quería asegurarme de que su relación con weasley se acabara, y por otro lado, ellos prácticamente ya no lo hacían, pero sobre todo, porque todas las noches en el vaso de ella era infaltable la posición para la fertilidad.