sábado, mayo 14, 2011

[Koda Kumi] cap 9

[Koda kumi] Líos amorosos

Cap 9 “Compromisos”

Todos los medios de comunicación tenían la atención en el grupo NEWS, y no solo por el escándalo formado por las declaraciones de yamashita contra la cantante Koda Kumi, sino también por los supuestos rumores de que Tegoshi Yuya había tenido una pelea ese mismo día con el lider del grupo, pero aun así la prensa tenía más en que gastar portadas, la noticia que hacía furor en todas las portadas era la de que Nishikido Ryo y Shigeaki Kato del mismo grupo eran pareja, la televisión intentaba obtener las nuevas noticias y lo mejor, pero el periódico era el más escandaloso con sus rumores y supuestos, ningún integrante del grupo se salvo, todos tenían entrevistas y presentaciones en televisión, era un caos, todo giraba en torno a la farándula.

La compañía Johnnys tuvo que hacer más de una rueda de prensa, la primera fue para avisar de que Nisikido y Kato habían sido enviados a Tailandia a unas grabaciones y que a su regreso tendrían respuestas para todos. Solo dos días después se volvió a hacer una rueda de prensa avisando que Tegoshi yuya y Yamashita participarían en un dorama que se daría por las noches.

Luego de todas aquellas explicaciones todos estaban al pendiente de las presentaciones de Yamapi esperando que el dijera algo de lo ocurrió y así sucedió tal como Yamashita lo prometió se presento al “Music station” para hablar de los planes de News de hacer un tour por toda Asia, pero sabía que la atención estaría enfocada en otra cosa, mas con lo ofensivo que había sido la semana anterior, pero no podía hacer nada era responsable de lo que paso y en cierta forma se sentía responsable de ello aunque intentara no demostrarlo.

Estuvo esperando en el pasillo esperando verla pues ella tenía una presentación en el mismo edificio en la sala del lado, pero nada, ella no apareció, sus fans que comenzaron a agruparse fuera le miraban con tal odio que prefirió entrar al escenario y quedarse allí, todos hablaban por lo bajo cerca de él, a pesar de que en los días el resto de las noticias mantenía a la gente hablando de todo un poco, el sentía las miradas furiosas al pasar cerca de algunas chicas.

Tomo aire cuando avisaron que estaban al aire y intento sonreír, hablo de lo que tenía que hablar, pero los panelistas no tardaron en preguntarle y él se disponía a hablar cuando las fans de Koda entrado en grupo, mirándolo con odio se sentaron en la parte de atrás sin dejar de mirarlo-

- yo, tengo que pedir disculpas por lo que dije hace una semana, se que puede que no tenga perdón, pero necesito decir la verdad –Yamapi miro a la cámara y apretó un poco más el micrófono- yo mentí, la fotografía es real, mis verdaderas intensiones eran protegerla, de los rumores de los paparazzi de vivir escondiéndose para que no nos vean, de todo aquello que nos agobia por ser famosos, de que la criticaran sobre si está o no a mi nivel sin saber nada de ella… no tienen idea de cómo es ella realmente, mis intensiones eran buenas pero solo cause daño, me vi atrapado y solo se me ocurrió desmentirlo y herirla a ella, Koda Kumi y yo, si tuvimos algo, fue mi pareja un tiempo, las fotos son completamente reales y me quiero disculpar por lo que dije y el daño que he causado.

Todo el público se quedo en silencio y Yamapi no sabía qué hacer o decir en aquella penumbra, hasta que uno de los animadores se acerco.

- ¿de verdad estas completamente arrepentido?

- sí, lo estoy, me abría gustado decírselo en persona pero ella no vino a su presentación

- pero tenemos una pequeña solución a ello –interrumpió el animador- Koda ¿nos escuchas?

- sí, perfectamente, estoy viendo el programa ahora mismo… eh escuchado todo lo que yamashita acaba de decir, y la verdad es que tengo muchas cosas que responderle.

Todo el público estaba atento y el ranking estaba por las nube, pi solo se acomodo un poco en su asiento incomodo a pesar de que Koda no estaba allí notaba en como lo había llamado y en su forma de hablar que ella ya no sería la misma con él, y lo entendía completamente.

- está claro que si me has herido, y que entiendo tus razones , ambos vivimos en este mundo de la televisión y los paparazis, pero eso lo sabes de antes de que lo nuestro empezara, pero realmente lo que me importa ahora no es eso, de hecho no tengo la mas mínima intensión de volver a tener algo contigo, menos aun cuando me he enterado de tus verdaderas razones, y no las diré por televisión porque sé que las sabes –Yamashita miro la cámara confundido- ¿recuerdas la razón por la que comenzaste a hablarme? Pues me entere de la verdad, que solo te acercaste a mí para alejarle… sabes que no puedo decir más, y espero que luego del programa te pases por mi casa. Pero te dejo claro Yamashita, que jugar con los sentimientos de las personas te saldrá muy caro –un silencio inundo el ambiente y Yamapi bajo la cabeza- te espero en mi casa… gracias por el contacto, Koda Kumi desu.

Y sin más corto la llamada, dejando a todo el mundo confundido y sacando nuevas conclusiones de aquel romance que ahora no era un secreto para nadie. El programa siguió con regularidad y luego Yamapi salió de allí pero se cruzo en su camino Tegoshi quien venía hecho una furia.

- tenemos la selección de vestuario y apariencia en 15 min, y no creas que hago este trabajo por gusto, el tenerte como compañero de dorama no cambia nada –la voz de Tegoshi nunca le había sonado tan dura a pi.

- si lo sé Tegoshi –suspiro y le siguió, durante la elección de ropa no dijo nada ni un solo comentario cuando les entregaron el guion del primer capítulo sonrió, allí justo en la parte final había un abrazo, estaba seguro de que Johnnys había puesto esas cosas para que ellos se arreglaran pero en ver la cara de asco que puso Tegoshi al leer esas líneas se imagino que no sería tan simple.

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Koda estaba en su casa había pedido libre dos días y se los habían concedido, luego de recrearse con cosas como baños de aromas y masajes, había llegado a su casa , se había tirado en la cama mirando el techo y no pudo controlarlo las caricias de Yamashita se le vinieron a la mente, su aroma y sus besos y movió la cabeza intentando sacarlo, debía hacerlo, debía olvidarlo, por mucho que le gusta las cosas que sentía con el sabia que eran falsas, y que en el fondo, incluso aunque ni siquiera Yamashita mismo lo sabía, estaba enamorado de Tegoshi, por eso había intentando mantenerla a ella lejos de él, y lo había logrado, y solo ahora se lo planteaba, Tegoshi le había demostrado que sus sentimientos eran reales, a pesar de quererla había dejado su propia felicidad de lado por sentir que ella era feliz con otro, además había golpeado a su propio líder sabiendo que podría ser expulsado por ella, siempre había estado preocupado, ahora veía tantas cosas que antes para ella no tenían la importancia que deberían.

-Tegoshi… -tomo su celular mirando el número de él, que ni siquiera tenía una foto como el resto- ¿Qué estarás haciendo?

Se quedo dudativa de su llamarlo, pasaba el dedo por la tecla de llamado pero no se sentía capaz de apretarla, estaba a punto de hacerlo cuando el timbre de la casa sonó, pesadumbrosa fue a abrir la puerta y cuando vio a Yamapi el corazón no le dio un brinco como antes solía hacerlo, esta vez se le apretó el estomago, como si algo le hubiera caído mal.

- ¿puedo pasar? – el la miro suplicante y esta le dejo pasar, cuando ambos estuvieron sentados en los sofás de cuero blanco él se atrevió a hablar- yo… de verdad lo lamento.

- ¿realmente crees que con eso te voy a perdonar? –el miro el suelo sabiendo que la actitud de ella era lo más normal.

-claro que no, pero solo quiero disculparme, la verdad es que todo se me ha escapado de las manos, jamás pensé que llegara a hacer todas estas cosas por… -se quedo callado y ella suspiro ruidosamente.

- por el… por Tegoshi, estas enamorado de Tego y no quieres aceptarlo, es evidente, cuando uno se enamora se pone estúpida… y a ti sí que te dio fuerte –ella sonrió intentando relajar el ambiente y el la miro.

- yo no estoy muy seguro de que…

- deja de mentirte, deja el estúpido prejuicio de que porque es hombres, o el que dirá la gente, olvídate de Yamashita Tomohisa y habla con el corazón, que es lo que tu como persona, como Aoki Tomohisa –el levanto la mirada enseguida y se mordió el labio inferior.

-tienes razón… me gusta… pero no lo sabía, de hecho aun no estoy completamente seguro de nada… pero creo que sí, hice todo esto porque me gusta y ahora… ni siquiera me dirige la palabra, pero me lo merezco.

- no creo que sea fácil que te perdone, como tampoco lo es para mí, pero intenta partiendo por disculparte y luego con el tiempo ve como van las cosas –suspiro y se levanto alzando su mano hacia el- espero que comencemos bien ahora

- gracias Koda –se levanto y estrecho su mano mirándola- espero que esta vez no existan mentiras entre nosotros.

- no las abra, y por ello mismo te digo ahora mismo, que creo que yo también siento algo por Tegoshi –yamapi la miro incrédulo- pero realmente no depende de lo que nosotros sintamos por él, sino lo que el realmente siente, así que te deseo suerte, y intenta aclarar tus sentimientos.

-entiendo… entonces te deseo suerte también

Se despidieron unos segundos después y Koda se fue a la cama aun con el celular en la mano sin ser capaz de marcar a Tegoshi, después de todo como podría decirle que ahora sentía algo por él, después de haberlo rechazado con tan poca suavidad, se arrepentía de muchas cosas pero ya nada podía cambiar, ahora tenía que armarse de valor para poder hablar con él, pero aquella noche no pudo, se quedo profundamente dormida.

Los días pasaron sin nuevos contratiempos y cada noche Koda miraba el celular pero no se armaba de valor para llamarlo, pero tenía tantos deseos de al menos verlo que aunque nunca lo hacía, por falta de tiempo , se sentó a ver el dorama nocturno en el que saldría Yamashita y Tegoshi, en un comienzo le pareció normal, sonríe cuando Tegoshi hacia alguna gracia, y realmente nunca se había dado cuenta de lo gran actor que era, a pesar de que él y Yamapi realmente no se dirigían ni una sola palabra en el dorama no se noto en lo mas mínimo, le sonreía con naturalidad e incluso se abrazaron en una escena, ella estaba segura de que a Tegoshi eso le había costado mucho, pero realmente era muy profesional.

(Para leer el primer capítulo de fotografías, el dorama en el que actúa Tegoshi y yamashita apreta aquí)

Y en cuanto termino el capitulo Koda quería ver el siguiente, tal vez no tanto por la trama de tal dorama, sino en si, por verlo a él, porque no se sentía capaz de llamarlo pero al menos podía verlo, y aunque la sonrisa fuera actuada le gustaba, volvió a tomar su celular para intentar llamarlo pero no se sintió con la fuerza, cuando dejo el teléfono sobre la mesa y se dispuso a ir a ducharse este comenzó a sonar, Ai nante, era él, Koda corrió dándose contra la esquina de la mesa en la rodilla pero no le importo, respondió enseguida.

-Tegoshi! –pero la voz al otro lado no era la de él, sino de su amigo Masuda.

- no, soy Masuda, Tegoshi me ha prestado su teléfono para llamarte, no has ido a las presentaciones ¿estás enferma? O ¿aun no te sientes con fuerzas para ir a trabajar?

- la verdad es que ninguna de las dos, solo que el nuevo single sale la semana que viene, y sobre las entrevistas por lo ocurrido con Yamashita me negué a asistir a cualquiera, eso es todo, gracias por preocuparte.

- no es nada, te vi muy mal la ultima vez –Massu aparto el teléfono un poco y le grito a Tego- ¡¿Vamos a ir al restaurante de siempre?! ¿el que esta frente a el reloj de el parque Mijo?

Koda pudo escuchar claramente la voz de Tego diciéndole que si y lo entendió, Massu quería ayudarla, tal vez ni siquiera le había pedido el teléfono a Tegoshi, y sonrió, a pesar de que aun estaba algo confundida respecto a sus sentimientos, había algo que si sabía, que quería verle, necesitaba verle, saber que podría ser la oportunidad le hizo sentirse nerviosa, como en aquellos años de enamoramientos juveniles, se sentía ansiosa y el estomago volvía a llenarse de mariposas.

- saldremos en 15 min, pregúntale a una chica llamada teresa, ella sabrá donde estamos –corto la llamada luego de hablar lo más bajo posible y borro la llamada recién efectuada.

Koda se cambio de ropa y arreglo su cabello lo más rápido que pudo y sonriendo se subió a su auto en busca de aquel retornante, que parecía ser el mismo en donde Yamapi y ella habían quedado en aquella oportunidad.

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Tegoshi llevaba días pasando noches en la casa de Massu, la verdad es que era porque estaba muy triste por tener que asumir todo lo acontecido y por tener que ver la cara de Yamapi cada día, extrañaba a Koda, pero sentía que ya no tenía nada más que intentar, a pesar de que ella le había dejado claro a Yamapi que no quería nada con él, era algo que también le había aclarado a él.

Tegoshi llevaba días notando a Massu muy diferente, además era notorio que asistía con más frecuencia de lo normal, la chica a la que según él no iba a ver bajo ningún concepto, parecía ruborizarse con mayor facilidad cada vez que se veía con él, y para Tego eso no pasaba desapercibido.

- y hoy cual será tu pretexto para venir? –Tego le sonrió pero Massu contrario a lo que él se esperaba no le respondió ni se sonrojo, solo le regalo una sonrisa cómplice y se sentó mirando a su alrededor- no me iras a decir que estas esperando a alguien.

- no, solo estoy viendo si esta teresa en algún lugar, quiero pedirle porción extra de helado- sonrió y Tego le miro con recelo-

Cuando teresa ser acerco, Massu le dijo algo al oído y ella se alejo, en lo que Tego pensó seria ir a buscar más helado para el glotón de Massu, pero la chica se acerco a una de las mesas más apartadas y le indico a Koda a que mesa tenía que acercarse después de todo, las que ellos frecuentaban eran privadas.

-y como te ha ido en las grabaciones de los últimos días? –Massu intento no fijar la mirada en Koda que se acercaba a paso lento.

- bueno, la grabación de ayer me dejo algo confundido. Yamapi tenía que besarme, solo un poco ya sabes, pero la verdad es que creo que se ha equivocado apropósito, y he tenido que besarle no menos de seis veces

Koda que estaba detrás de él, abrió los ojos sorprendida pero no por lo que acababa de decir Tego sino por el hecho de sentir aquel cosquilleo en las entrañas, un nudo en la garganta, y el tener que mover la cabeza para borrar la imagen mental de ellos dos besando, no la tranquilizo.

-¿supongo que tampoco es que te molestara tanto besarle? – Tegoshi la escucho y miro a Massu quien no sabía que decir- después de todo tu le gustas.

Las palabras de ella fueron acusadoras además de llenas hipocresía, había confesado algo que no sabía si Tego tenía conocimiento y no le habían importado los sentimientos de Yamashita. Muy en el fondo de ella esperaba que Tego respondiera con algo que negara lo que ella misma había dicho pero tuvo miedo del silencio que se formo, en el que ni siquiera se volteo a mirarla, ella dudo, ¿porque él no le respondía?, es que acaso, ¿realmente Tegoshi también estaba comenzando a sentir algo por Yamashita?

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Lamento la demora!!! si lo sé. me demore muchooo meses, desde septiembre casi creo xD, pero aqui esta al fin, espero tener el resto de los capitulos pronto, al menos ya tengo el final en mente, pasen a leer el dorama que esta escribiendolo bel!!

martes, mayo 10, 2011

maldita sangre cap 3

Siento la demora, espero les guste mucho este cap, pronto tendré la parte de Hermione de este y del capítulo anterior, solo sean pacientes, por favor dejen comentarios si no tienen cuenta mándeme un mail o mensaje, sé que hay mucha gente que me lee y no me deja nada, y es triste porque yo me animo a seguir escribiendo con los comentarios que ustedes me dejan, próximo capítulo ya es parte del segundo libro, gracias por leerme.

Decidí hacer este capítulo aunque es más corto que el anterior porque hay cosas del primer libro que quedaron en el aire

Los personajes no son míos son de J.K.R [creo que esto todos lo saben pero igual obligan a ponerlo]

Mi Draco, Mi Hermione

Capítulo III Parte Draco.

Primer año:

Aquel día no pude evitarlo ella estuvo en mis pensamientos durante todo el día o lo que quedaba de él, sabía que ella aun no sabía de mi conocimiento ni mucho menos de mi estilo de vida, pero de seguro sus compañeros terminarían diciéndole la verdad, y ya todo entre nosotros se acabaría, pero aun así tenía que acabar mis padres jamás me dejarían tener una amistad así, pero como decirle que es por sus padres que la juzgo? Después de todo uno no escoge a sus padres… pero eso a mi familia no le importa y a mí por tanto tampoco tiene que importarme es una hija de Muggles y eso era todo, no había vuelta atrás.

Y no pude, nos cruzamos en ocasiones pero la evite, no quería tener que decirle algo feo por estar acompañado, luego de unos días de que ella lo notara comencé a andar solo pidiendo a mis amigos que me dejaran en paz logre ir a la biblioteca y la busque, necesitaba verla, necesita saber por qué serle indiferente me dolía, porque quería volver a escucharla y me acerque notando que ella atónita cerraba su libro sin saber si huir de mí, lo más seguro era que ya los demás alumnos se habían encargado de decirle la verdad sobre mi familia.

-H-hola… - fue lo único que salió y ella se volvió a sentar mirándome confundida- eh notado que estudias mucho, y que sabes demasiado también –intente ser amable y me senté frente a ella procurando que nadie nos viera pero ella lo noto.

- hola, miras si no hay alguien que te reconozca, ¿no quieres que te vean con alguien como yo? – su tono de voz fue seco y violento pero no le hice caso tenía razones para estar así la había evitado por casi un mes.

- ¿Qué lees? ¿Estás haciendo alguna tarea para esta semana? –ella respondió en un comienzo con monosílabos pero luego de hablar de nuestras clases preferidas y de temas de algunos libros de segundo año que ambos nos habíamos tomado la libertad de leer anticipadamente sonrió como antes- pues aunque no lo creas pociones es mi asignatura favorita no porque el profesor muestre favoritismo hacia mi sino porque la asignatura me parece fascinante.

- bueno eso explicaría tus calificaciones, aunque aquello se opaca por el favoritismo que muestra el profesor Snape, todos creen que el te pone esas calificaciones por ello.

-bueno a la gente siempre le gusta ir hablando de todo – ella se quedo callada y titubeo sabia que quería preguntarme si lo que ella escuchaba era verdad pero no se atrevió y lo agradecí me gustaba más la idea de que pensara que solo eran rumores a que supiera la verdad- Bueno señorita Granger tengo que ir yo a hacer mis deberes, y no creas que me rendiré recuerda que estoy detrás de ti en la mayoría de las asignaturas

Ella sonrió y me fui de allí antes de que alguien extrañara mi presencia, al llegar a la sala común me deje caer en uno de los sillones con una sonrisa en la cara, pero porque ella me ponía así, porque junto a ella sentía que era otro yo y que desgraciadamente ese yo me gustaba.

Cuando Pansy entro la mire unos segundos aquella chica de tono chillón no me dejaba en paz, parece que mis padres le habían encomendado vigilarme y acosarme, porque siempre aprovechaba toda oportunidad para alagarme como si con ello se ganara mi simpatía

Hable unos momentos con ella, pero no me parecía de verdad para nada interesante escuchar los chismes del Hogwarts, no me interesaban las parejas que se formaban ni las dinastías de algunos de esos magos o el pasado oculto de algunos de los profesores. Cuando al fin me dejo en paz me fui a mis aposentos privados como mi padre bien los había exigido aunque no me abría molestado compartirla con Theodore Nott, de todo slytherin era el único que a mi juicio se había ganado mi confianza con él al menos se podía conversar de cosas más interesantes que los chismes.

oooOOXOOooo

Los días volvieron a pasar pero esta vez nos mirábamos en ocasiones sin que nadie lo notara después de todo ella jamás estaba acompañada, ello llamo mi atención y decidí intentar saber porque siempre estaba sola así que en una ocasión logre perder a Crabble y Goyle fui a la biblioteca por ella la note algo triste así que me acerque con disimulo y cuando la note más concentrada en su libro le di un respingo que la hizo saltar y termino regalándome una de sus hermosas sonrisas.

- ¿Qué pasa Granger? – le sonreí y me senté en la mesa- te he notado algo sola

-ah… eso es normal, no acostumbro tener muchos amigos, no digamos que a muchos chicos de mi edad les agrada la idea de estar tanto en la biblioteca –sonrió pero sus ojos color miel reflejaron un hilo de pena que fue perceptible para mí.

- pues a mí me parece fascinante, digo… me gustaría tener a alguien como tu para charlar créeme las conversaciones de mis amigos no son para nada interesantes y me da la impresión que al menos a tu lado aprendería unas cuantas cosas diarias, una persona que lee tanto es muy culta y lo demuestras en clases.

Se quedo callada observándome tan atentamente que llegue a pensar que podía leer mis pensamientos o que había dicho algo que la había insultado sin si quiera notarlo, abrió la boca un par de beses queriendo decirme algo pero al parecer no sabía cómo escoger las palabras apropiadas.

- Malfoy… sabes… escuchado una serie de cosas que me tienen muy confundida, también he leído mucho sobre tu familia- se quedo en silencio mirándome como esperando que fuera yo el que lo contara, sabía que este momento llegaría y había pensado las miles de formas de expresarle las cosas de la manera más sutil y educada posible- es verdad que tu odias a las personas como yo… ya sabes… hijos de Muggles

- es... verdad –no sacaba nada con mentirle sabia que ese momento llegaría y tenía que hacerlo, aun no entendía que era lo que aquella chica me hacía sentir, o porque a ella le trataba de forma diferente a todo el resto del mundo, pero era mejor cortar aquello de raíz antes de que se convirtiera en algo que ni yo mismo pueda controlar- soy de la familia Malfoy la familia de herencia más pura y digna de todo el colegio, dentro de las creencias y enseñanzas familiares, existe una enemistad eterna entre los hijos de padres no magos, puede que si nos sentáramos a conversar las razones de esa enemistad llegarías a entenderlo pero ahora no tengo tiempo para ello.

-no, nunca podría llegar a entender que discrimines a alguien por algo que él no puede escoger ¿escoges acaso tu a tus padres? –su mirada cambio completamente, me miraba con un brillo ferviente en sus ojos.

- claro que no puedes escoger a tus padres pero los magos y los Muggles jamás debieron juntarse, los seres sin magia no son dignos de nada, son lo más bajo que existe – me arrepentí en cuanto aquellas palabras se arrastraron por mi boca, sabía que mis palabras le harían daño pero no pude controlarme, no pude restringir pensamientos y enseñanzas desde la cuna.

- ¿q-q-qué has dicho?, pues no te tomes la molestia de volver si quiera a mirarme no se qué haces hablando con una chica como yo –se levanto rápidamente tomando sus libros mientras yo me mordía la lengua quería rechistar defenderme o incluso disculparme, pero era lo mejor, que ella se alejara de mi era lo que debía pasar y lo mejor para ambos nuestra amistad no podía llevar a nada bueno.

Cuando paso a mi lado con los ojos húmedos levante la mano pero no le retuve, deje que se fuera y fui a mis clases habituales, era lo mejor, ella era una sangre sucia, hija de Muggles, y peor aún estaba relacionándose con Harry Potter quien ya me tenía a mi mas que cansado, todos hablaban de él como si fuera el héroe más grandioso del mundo cuando no había hecho nada digno de admirar.

oooOOXOOooo

Horas después me entere mientras cenaba que Weasley se había portado de forma grosera con ella y no pude evitarlo sentí odio en su contra, ¿quién era él para ofenderla? ¿Quién era él para herirla?, aunque me mofe de todo mientras comíamos estaba preocupado, no dejaba de mirar a la mesa de Gryffindor, tenía que sentirse muy mal para no haber bajado a la hora de la cena, de seguro estaba llorando.

Cuando el profesor estúpido de defensa contra las artes oscuras entro en el gran comedor corriendo y gritando sobre un supuesto troll todos cayeron en pánico, nos hicieron regresar a nuestras casas, cuando todos comenzaron a caminar pensé en ir a buscarla, ¿pero de que servía? Yo había decidido que las cosas estaban mejor alejándonos no podía ir a buscarla ahora, además, ni siquiera sabía en qué baño estaba, solo me fui a las mazmorras donde lo único que pude hacer fue pensar en ella, pero en aquel momento no tenía idea de cuánto me arrepentiría de no ir por ella… solo me di cuenta de ello a la mañana siguiente cuando los rumores de que Ron Weasley y Harry Potter habían ido en su rescate, y no era solo un rumor, ella no se separo de ellos nunca más, mayor razón para no volver a acercarme.

Desde ese día no la vi nunca sin la compañía de Potter y Weasley, ella dejo de mirarme, y tenía sus razones, yo le había dado razones de sobra para que dejara de hacerlo, intente dejar de mirarla pero estúpidamente siempre me sentaba en dirección hacia la mesa de Gryffindor, evidentemente para poder verla, y poco a poco comencé a notar algo en sus ojos, era feliz, junto a ellos lo era, sonreía con mayor frecuencia, por ellos era capaz de dejar los libros unos momentos para poder hablarles, ya no había vuelta atrás la había alejado de mi y no me quedaba más que solo mirarla de lejos como siempre debió ser, somos personas demasiado diferentes, era completamente imposible llegar a tener algo como una amistad y para mi pesar completamente inalcanzable llegar a tener algo mas, que era lo que yo sentía por ella, era un niño pero podía entender claramente a mi corazón.

oooOOXOOooo

El año se me fue tan rápido que no note que ya era época de irnos, Slytherin había ganado la copa pero a mí no me importaba demasiado, solo quería irme a casa, necesitaba mi castillo y mi escoba para poder relajarme y quería ver el hurón que mi madre me regalo, así que solo anhelaba salir de allí, cuando Dumbledore nos anuncio que habían cambios en los puntajes no me sorprendió se notaba desde hace mucho que ese viejo loco estaba de parte de la casa de los leones y que tenía una preferencia hacia Potter.

Al parecer los rumores matutinos de que Potter había estado en peligro junto a sus amigos habían sido ciertos y por romper las reglas de salir de noche y miles de otras el profesor los estaba alabando, me dedique solo a mirar mi vaso esperando a que terminara cuando note que cambiaba el decorado de la habitación, al alzar la vista note que ella le sonreía ampliamente a Potter y no pude evitar mirarlos con odio, si yo no fuera quien soy ella me estaría sonriendo a mí, si yo no viniera de la familia que vengo… estaba…deseando que mi familia no fuera la que era…

"no, nunca podría llegar a entender que discrimines a alguien por algo que él no puede escoger ¿escoges acaso tu a tus padres?"

Ella tenía razón, uno no escogía sus padres ni tampoco la vida que llevaba, yo deseaba poder ser Potter, no por su fama sus virtudes o el mismo, sino porque el podía estar con ella sin que nadie le mirara como un enfermo mental o les rechazaran por ello… algo que yo jamás podría, las emociones se me constiparon en los ojos y me contuve hasta poder salir de la sala, necesitaba olvidarla, arrancarla de mi corazón, necesitaba alejarme de ella lo antes posible.

Bodas planeadas cap 1

Autor: Vladirmir

Autora ayudante: Gely

Personajes: De JKR

Pareja: Draco-Astoria

Categoría: Romance/ Drama

Ranking Fic: M

Rankin del capitulo: T

Correctora: Bea / Rebeca

Bodas planeadas

Capitulo 1: Recuerdos de un anuario

La mano de mi madre toma fuertemente la mía mientras siento como el mundo se abre a mis pies. Mis ojos grises están fijos en el hombre que, atado por brazos y pies a aquella silla, escucha con altivez su sentencia. Casi suelto una carcajada el ver que ni siquiera en esos momentos, en los que están por mandarlo derechito a Azkaban, pierde su natural arrogancia.

Me tomo un momento para despegar los ojos de él y recorrer el lugar. Cientos de magos y brujas sentados en las altas tarimas mirando con ojos acusadores, sintiéndose con el derecho de juzgar y marcar el destino de un solo hombre. De mi padre.

Inconcientemente giro mi rostro y la veo, tan hermosa, tan pálida, tal perfecta. Fría ante los ojos de los presentes y tan fuerte e inteligente ante los míos. Ella, mi madre, me regala una triste y delicada sonrisa y tengo que recordarle a mis músculos cómo se sonríe…hace ya mucho tiempo que no lo hago…

Poco después de que el Señor Tenebroso muriera a manos de Harry-Al niño que vivió y volvió a vivir-Potter, el mundo mágico se vio sumido en días tan ambiguos que aun hoy es difícil de describir. Había aquellos que reían de alegría al saber que por fin la guerra había terminado, había quienes el dolor de haber perdido a un ser querido no les permitía reconocer la felicidad a su alrededor, mientras que había otros, como mi familia y yo, que estábamos mas preocupados por saber si pasaríamos nuestros días en Azkaban.

A esas alturas del partido, cuando había perdido ya tanto, cuando los días de mi futuro eran más oscuros que nunca, poco ya me importaba lo que pasara conmigo. Como pocas veces en la vida, estaba dispuesto a aceptar mi destino y hacerme responsable de mis actos, de esta marca que no solo machaba mi antebrazo, sino también mi vida.

Poco después de que la guerra acabó, fue mi madre la encargada de recoger los pedazos en los que los Malfoy´s no habíamos convertido. No refugiamos los tres en nuestra mansión esperando el momento en que ellos vinieran por nosotros. Éramos Mortífagos, éramos partidarios del señor tenebroso y como tal debíamos de pagar. Solo tres días después de que el Lord Oscuro muriera, mis padres y yo fuimos conducidos a la cárcel antes de que nuestros juicios comenzaran.

Debo de confesar que no esperaba que el Trío Dorado estuviera ahí, mucho menos esperaba que Potter hablara a favor de mi madre y que Weasley y Granger lo hicieran a mi favor.

Jamás me ha gustado deberle nada a nadie, nunca me ha gustado esa sensación de estar en deuda y sin embargo ahí estaba yo, atado a aquella silla que tanto miedo infunde, entre mi padre y mi madre mirando como Granger, aquella chica a la que yo tanto había despreciado, a la que tanto había humillado, hablaba a mi favor diciendo que gracias a mí y a que no los delaté cuando los llevaron presos a Malfoy Manor, ellos pudieron seguir adelante, o como Weasley narraba la forma en que impedí que murieran calcinados por el fuego maldito en la Sala de los Menesteres.

Para cuando fue el turno de Potter, estaba en tal conmoción que no me sorprendió que dijera que gracias a la mentira de mi madre él había podido derrotar al Lord Oscuro.

Y ahí, sentado entre mis padre, con cientos de ojos puestos sobre mí, experimenté la mayor cantidad de sentimientos de jamás había sentido. Alguno viejos revivían en mi ser mientras que otro nuevo nacían dejándome confundido y lleno de dudas.

No quería su ayuda, no quería su lástima, no quería deberles nada, no a ellos, no la impura, no al pobretón, no al cara rajada….no. Me sentía humillado, me sentía herido en mi orgullo, porque yo nunca he pedido ayuda, porque yo nunca he necesitado ayuda, y sin embargo ahí estaban esos tres, pareciendo más buenos y nobles ante el resto del mundo y ahí estaba yo, el maldito proyecto de Mortífagos cuya futura vida fuera de una celda era gracias a ellos.

No se los pedí, nunca lo quise…y lo odié, los odié con todas mis fuerzas, más que nunca…por humillarme, por hacerme sentir poca cosa. Quise destrozarlos y acabar con ellos, hacer aquel trabajo que el inepto de Voldemort no pudo hacer y arrancarle la vida al glorioso Elegido y de paso hacer lo mismo con sus dos amigos.

Y entonces de un momento a otro, todo aquel desprecio se vio opacado por un sentimiento nuevo pero poderoso. ¿Qué importaba lo que hubieran hecho?, ¿qué importaba yo, si mi madre saldría en libertad?, ¿qué importaba cómo me sintiera, si ella estaría bien?, ¿qué importaba mi odio y mi desprecio, mi orgullo de Malfoy, si mi madre pasaría sus días lejos de la frialdad de una celda?

Nada. Nada importaba.

Y me atreví a alzar la mirada y posarla en ellos.

Y por primeras vez dejé que mis ojos reflejaran algo más que desprecio para aquellos tres.

La gratitud. Nueva y desconocida para mi, pero tan fuerte y avasallante que no me importo que un par de lagrimas corrieran por mis mejillas.

Granger me sonrió levemente, Potter inclinó la cabeza y Weasley solo de dedicó a mirarme.

Era todo lo que necesitaba, ellos lo había entendido.

Ahora, a varias semanas de aquello, mi madre y yo volvemos a este lugar, ahora para conocer la sentencia de mi padre.

Ella lo sabe, él lo sabe, yo lo sé.

No hubo nadie que abogara por él, no hubo una persona que le debiera la vida, ni un acto que ayudara a la derrota del que por muchos años fue su señor.

No.

Con mi padre no habría Trío Dorado. A él nadie lo salvaría.

El líder del Wizengamot se pone de pie y lee la sentencia.

Es cuando siento a mi madre desvanecerse entre mis brazos y es cuando veo el temor en los altivos ojos de mi padre.

Nadie dura cincuenta años en Azkaban y sale para contarlo.

..

Cinco años después.

Escucho la puerta de mi despacho ser golpeada un par de veces. Aprieto los dientes porque saben bien que no me gusta que me molesten cuando digo que no quiero que lo hagan.

¿Es que es demasiado difícil de entender?

No-Molestar.

Dos palabras, dos simples y sencillas palabras. No tienen mucho sentido, ¿o sí?

Trato de ignorar el golpeteo y continúo con los papeles. Mira que una empresa como la mía no se maneja sola.

Bajo la mirada hasta el largo e importante pergamino y casi instantáneamente vuelvo a concentrarme cuando de nuevo aquellos golpes.

—¡Mierda!—. Sólo cuando estoy solo me permito decir palabrotas, es algo que mi madre detesta. Un par de golpes mas y ya han colmado mi paciencia—Adelante—, suelto con voz fría para que quede constancia de mi enfado. La cabeza de mi incompetente secretaria se asoma por la rendija de mi puerta.

—Disculpe que lo moleste señor, sé que digo que no lo hiciéramos—, alzo las cejas en un gesto obvio y la miro bajar la mirada avergonzada.

—Ya lo has hecho, así que mejor que sea algo bueno.

—La señora Malfoy está esperándolo en la sala de juntas y han traído—la chica se adentra en la oficina hasta quedar frente a mi escritorio—, esta carta para usted.

Miro sin tomar la carta por un momento y descubro el nombre de Granger escrito en ella. Arqueo las cejas algo extrañado y luego miro a la secretaria—¿hace cuánto que llegó mi madre?—, con elegancia me pongo en pie y voy hasta el perchero a tomar mi saco negro.

—Hace apenas unos minutos señor.

—¿Mandaste el arreglo de flores a la casa de los Zabini?

—Sí, señor. Y he confirmado su asistencia a su fiesta de aniversario.

—Bien—, digo terminando de arreglando el cuello de la camisa—. Cancela todo lo que tengo pendiente.

—Como diga señor.

Salgo del lugar rumbo a la sala de juntas donde mi madre me está esperando. Hoy es 3 de mayo y como todos los años desde hace tres, vamos a visitar a mi padre.

—Hijo—dice cuando me ve llegar y me da un calido beso en la mejilla.

—Madre—. Al verla no puedo evitar no sonreír y que un sentimiento se apodere de mi pecho. Es lo único que tengo. Somos lo que nos queda. Los últimos Malfoy´s, los últimos Black sobre la tierra— ¿Lista?

—Sí, hijo, vamos.

La tomo del antebrazo con delicadeza y, tras un movimiento de mi varita, nos aparecemos en el mausoleo de los Malfoy, donde generaciones de sangre puras descansan para siempre, donde el cuerpo de mi padre reposará para toda la eternidad.

Sé cuánto le duele, sé que si yo no estuviera aquí ella se derrumbaría en mil pedazos y sé también que si ella no estuviera conmigo me pasaría lo mismo.

No quiero creer que se dejó morir, no quiero creer que mi padre se dejó vencer, que lo que no había hecho ni el mismo Señor Oscuro lo hicieron cuatro pareces. No quiero creerlo y sin embargo sé que es verdad. Sé que para él el encierro era peor que la muerte, sé que la humillación de saberse preso era más fuerte que el saber que seguía vivo.

Así como también sé que él había muerto desde antes, desde el mismo instante en que lo condenaron, lo vi en sus ojos.

Mi madre se suelta de mi brazo y se acerca hasta aquel pedazo de mármol que reza el nombre de Lucius Malfoy. Sus manos delicadas acarician las letras y tras un movimiento de varita hace aparecer un fino ramo de rosas blancas.

Se gira, me sonríe tristemente para luego girarse de nuevo, esta vez con un par de lagrimas recorriéndole el rostro.

Yo, de pie en mi lugar, solo puedo mantenerme firme. Por ella, por él…por mí.

Porque a pesar de todo, la vida para mi, no ha acabado.

Las cosas habían cambiado, bien lo sabía. Mi madre no era la misma y aunque intentaba demostrarme que era fuerte, podía escucharla llorar por las noches; el tiempo había pasado y nosotros necesitábamos un cambio. Ahora eran personas las que ordenaban y limpiaban la casa por la orden de no tener elfos domésticos; en un comienzo me fue imposible acostumbrarme pero luego me di cuenta de que no siempre es necesario insultar para que los sirvientes hagan lo que uno les ordena además, comparado con mi padre, nunca he sido tan violento.

- Señor Malfoy, disculpe que lo moleste – esa voz melodiosa me sacó de mis pensamientos y entró a mi habitación haciendo una leve reverencia- usted ordenó que limpiáramos el ático pero hemos encontrado muchas cosas que tal vez no tienen un valor monetario pero sí sentimental y me tomé la libertad de venir a preguntarle primero antes de desecharlas.

Aline es la sirvienta en la que más confío, es una chica joven de unos 27 años, de cabellos rojos que caen en finos rizos por su espalda llegando casi a su cintura, su piel es blanca y lisa, sus ojos de un castaño oscuro muy profundo como si en ellos pudieras ver un anochecer del mismo desierto; es una chica de largas y finas piernas que por lo general deja ver por su uniforme. Pero no es solo por su hermosa belleza por lo que confío en ella, sino porque es completamente responsable y organizada, nada se le pasa por alto. A pesar de venir de una familia Muggle, Aline se había adaptado a nuestra mansión con facilidad y yo a ella, más aún cuando varias de sus ideas en la incursión al mercado Muggle dieran resultado, sobre todo los casinos. Y no es que nosotros escogiéramos por gusto tener Muggles en la mansión, pero para quitar algunos rumores y sospechas teníamos que relacionarnos de alguna manera con ellos.

- No te preocupes Aline, voy yo a mirar entonces que hay qué desechar.

Me regaló una amplia sonrisa y se retiró. Desde que mi padre ya no estaba en la mansión todos los negocios los he llevado yo con ayuda de Yeon, un anciano que lleva las inversiones de los Malfoy desde tiempos memorables, y de quien aún tenía demasiadas cosas que aprender.

Abandoné mi pluma sobre los pergaminos que estaba escribiendo, dejándolos a medias, abrí el primer cajón de aquel escritorio de madera color caoba mientras notaba que los últimos destellos de luz se colaban por la ventana. Aunque dudé de ir a esas horas a intentar ordenar el seguro desastre que me esperaba en el ático, terminé aceptando la idea y, ordenando mi escritorio, cerré con llaves el primero de sus cajones donde mantenía los papeles que eran de suma importancia y algunas cosas que solo había leído una vez, como la carta de la ahora secretaria del ministro de cooperación mágica internacional, Hermione Granger. Luego de la condena de mi padre y las restricciones establecidas para mi madre, la ex Gryffindor decidió intentar dejar viejas riñas en el pasado y ofrecerme su ayuda, a mí, su peor enemigo. Nunca entendí las razones que empujaron a Granger a hacer algo así, pero nunca quise averiguarlas, así que solo guardé aquel sobre gris entre tantos otros papeles.

Cuando llegué al ático luego de cruzar gran parte de la mansión, los empleados estaban encendiendo las antorchas una a una; sonriendo decidí hacer algo por ellos ese día y, sacando mi varita, me permití encenderlas todas de una vez. Ellos sabían que la magia existía, el vínculo con los Muggle estaba cada vez más estrecho pero aun así acostumbraba no usar magia con ellos cerca, después de todo, ese era su trabajo y por ello les pagaba una suma considerable. Estaba por doblar en la última esquina cuando escuché a una de las sirvientas más jóvenes quejarse.

- ¿Sabes porqué los amos no se deciden a poner electricidad? Todo sería mucho más fácil y menos aburrido, ¿me puedes creer que no tengo cobertura en este lugar?

- Deja ya de quejarte, es lo único que haces todo el día, y esas cosas son para gente sin magia.

- Vaaa, aunque ellos tengan magia se pierden de cosas demasiado divertidas y útiles. Estoy harta de tener que calentarles el agua cuando se duchan o de tener que calentar las cosas al fuego de la leña o del silencio de este castillo, me da mucho miedo, le hace falta un buen equipo de música

Sonreí ante el comentario, después de todo desde niño la mansión me había dado escalofríos, era demasiado sombría y por las noches las luces de las antorchas no era suficiente.

- Me encanta porque es una casa gigantesca pero realmente no me gustaría ser la esposa del señor si tuviera que vivir aquí el resto de mi vida, sin televisión, internet o aparatos eléctricos.

- Ni en tus mejores sueños estarías a la altura del señor Malfoy, si su madre lleva 3 años buscándole esposa y no lo ha conseguido, ha de ser porque ninguna cumple las expectativas de él, y tú, que eres una quejica, mucho menos lo harás

Escucharlas me hizo recordar el afán que tenía mi madre con mi matrimonio, realmente no era que las chicas no cumplieran con mis expectativas solo que no me sentía en edad de tener ciertas responsabilidades, además me había reusado fervientemente en la estúpida idea que se le había metido a mi madre en la cabeza de desposarme con una Muggle o Mestiza para que los rumores terminaran de ensuciar mi apellido. Una cosa era que pudiera soportar vivir con ellos y no tratarlos como si tuvieran una enfermedad infecciosa y otra muy distinta era llegar a casarme con alguien así, después de todo, las enseñanzas de mis padres durante 17 años no podrían desaparecer de la noche a la mañana.

- No tenemos artefactos Muggles, porque no son necesarios, pero si quieres música podrías traer equipos que no necesiten ser enchufados a corriente directa

Sonreí con satisfacción al ver a la chica palidecer al verme aparecer de detrás de uno de los muros, ella solo afirmó bajando mucho la cabeza. Después de 5 años seguía gustándome mortificar y molestar a los demás, pero de sobremanera a las chicas; aunque ninguna me daría el sabor de cada palabra que dejaba escapar en su tiempo contra Granger. Ella era por mucho, mí preferida a la hora de fastidiar. Luego de indicarles que la avisaran a mi madre en dónde me encontraba, seguí mi camino abriendo la puerta y encendiendo una de las antorchas.

El ático era un lugar al que había ido solo un par de veces para esconderme de mis tutores personales, era un lugar sombrío lleno de cosas apiladas en cajas y estanterías repletas de artefactos extraños, corrí las cortinas en un movimiento de varita esperando que la poca luz en el exterior terminara por entrar en aquella habitación en penumbras. Sin demasiado animo de realizar mi tarea pase un dedo por sobre uno de los escritorios de gruesa madera, mire el surco que dejo mi dedo luego de retirar el polvo y suspire, tal vez ese lugar no había sido limpiado en décadas, acerque una silla de tapiz rojo con decoraciones de dragón y la limpie para sentarme, mediante magia quite el polvo de algunas cajas y las abrí con delicadeza, intentaría ensuciar lo menos posible mi traje de seda gris, aunque sabía que terminaría siendo imposible.

- ¿Anuario de Hogwarts? ¿Nos dieron uno de estos?

Me sorprendí de no tener conocimiento de algo así, tal vez se lo habían entregado a mi madre directamente, limpié su cubierta negra mirando aquella insignia que tantos años de mi temprana edad admiré, pasé las paginas sin demasiado interés hasta ver aquella serpiente adornada con los tonos grises y sonreí, tantas cosas habían pasado en los últimos años que había olvidado por completo a los de mi casa.

¿Qué sería de Theodore? ¿Estaría su padre aun vivo? ¿Estaría el con vida luego de que descubrieran que al igual que yo llevaba la marca tenebrosa?

¿Tendría Blaise en la misma suerte? ¿Alguno se abría casado?

¿Y Pansy? ¿Por qué ninguno de ellos me había enviado siquiera una carta? ¿Pensarían que termine en Azkaban? o peor aun… ¿ellos estarían en Azkaban?

Mire las fotos de cada uno de ellos con pesadumbre aunque nunca fueron mis amigos, estuve con ellos por siete años seguidos y en el fondo me importaba lo que pudiera haber pasado con ellos, mire mi propia fotografía, realmente había cambiado sin si quiera darme cuenta, mi retrato no me miraba, tenía el mentón en alto mirando haciaa otro lado para luego pasar la mano por sus cabellos rubios engominados y regalar una mirada de desprecio; si había cambiado, los acontecimientos de los último años me habían vuelto más débil, y es que en el fondo ya no tengo que aparentar y las cosas son menos problemáticas cuando escondo mi orgullo y digo que los Muggles son iguales a nosotros los sangre pura, los negocios van con mayor fluidez y me libera de problemas en el ministerio.

Pase las páginas sin demasiado interés hasta ver una chica de cabellos rubios, nariz respingada y ojos verde agua, no la recordaba, ¿estaba en mi curso? ¿Daphne?, volví a mirar el retrato con incredulidad, como una chica tan linda había pasado desapercibida frente a mis ojos, aun así era extraño que no fuera tema de conversación con el resto de mis compañeros ¿Daphne?, ¿Greengrass?, aquel apellido me golpeo en la cara como una bofetada, volví a mirar a la chica y miles de recuerdos se vinieron a mi mente, esa era la familia con la que mis padres tuvo una amistad durante mi infancia, los recuerdos me golpearon mientras apretaba con fuerza el libro.

Un día soleado de primavera la familia con la que sus padres mantenía una estrecha amistad fue invitada a la mansión y con afán de dejar a los mayores estar tranquilamente Draco y las dos hijas de la familia Greengrass se alejaron hacia el patio trasero, Draco se acerco a ellas en notar que ellas no lo hacían, pero la hija mayor que tenia la edad de él se alejo sin mostrar interés, pero al pequeño no le importo, sonrió a la pequeña que le miraba tímidamente.

La pequeña se escondió de Draco detrás de un árbol mirándolo de reojo para volver a esconderse, lo que llamo la atención del pequeño, se acerco a ella pero esta se alejo intentando buscar otro escondite.

-¿Por qué te alejas? ¿Te doy miedo?

- No…

- Entonces ven para que juguemos, me siento algo solo si te marchas.

- Pero papá no me tiene permitido hablar con chicos, menos aún desconocidos.

La pequeña niña del vestido rosado con hermosos bordados de flores de loto, se alejo intentando volver a esconderse cuando el pequeño se le adelanto alcanzándola en segundos, se paro frente a ella y intento hacer una reverencia, mantuvo la cabeza baja para no intimidarla y noto que ella ya no temblaba como lo hacía antes, ni se movió para volver a esconderse, espero un poco más y levanto la mirada

- Draco Malfoy, 9 años, hijo único de la familia Malfoy, con la que tus padres se relacionan hace años y ellos vienen a mi casa de vez en cuando, espero ahora no te parezca un desconocido.

Aunque tardo un poco ella le miró a los ojos con dulzura y sonrió, aquella sonrisa que lo enamoro por completo, nunca había visto una sonrisa tan pura, aquella chica era la inocencia hecha persona, y eso lo maravillo. Para desgracia de Draco la familia Greengrass rompió todo vínculo con ellos cuando supieron las intensiones de Lucius de comprometer a la pequeña Astoria con su primogénito, y no volvió a saber nada de ellos.

Desperté de mis recuerdos al escuchar el "toc toc" de la puerta y la cabeza de Aline asomarse por ella haciendo una reverencia.

- perdone que le moleste señor, pero su madre le solicita en la sala de estar, hay unas visitas que desean verle señor

Afirme con la cabeza y espere que se retirara, si Daphne Greengrass había estado en Hogwarts ¿porque no había hablado con él?, pero realmente eso no era lo que cuestionaba mi cerebro con insistencia, si Daphne estaba en el colegio, Astoria también lo estaría, aunque un año por debajo, pero estaría. Conmocionado por mi descubrimiento deje el libro sobre la única caja que había alcanzado a mirar y baje con paso rápido a donde mi madre me llamaba, necesitaba hablar con ella sobre ello, si Astoria estuvo en el colegio no sería tan difícil encontrarla, el estómago me dio un salto, como si hubiera intentando pisar un peldaño de la escalera inexistente, mi corazón se aceleró y estaba seguro de que no era por la prisa de mis pasos, era porque el saber dónde encontrar a aquella chica que sin dudas había sido mi primer y único amor me llenaba de emoción y ansiedad.

Cuando aparecí en la sala de estar, el calor de la habitación calmo mis manos frías que estaban comenzando a temblar, era el único lugar de la mansión, fuera de la habitación de mi madre, que se me hacia acogedor, sentada en el sillón individual estaba mi madre bebiendo de su tasa, en ocasiones cuando la miro, a pesar de perdurar su belleza, la edad pesa en su rostro con aquellas arrugas causadas por la enorme pena de perder a mi padre. Frente a ella en el sillón más grande estaba una mujer mayor que mi madre de cabellos castaños que estaban tomados en un elegante moño con una túnica verde musgo, junto a ella una chica que miraba sus manos nerviosa intentaba pasar desapercibida, el color del pelo de la chica era similar al de su madre aunque más brillante y terminaba en pequeñas ondas, su color de piel era tostado en un punto exquisito y simétrico, sus labios eran finos.

Me acerque intentando entender de qué iba todo eso, pero no necesite demasiado, al entrar las dos mujeres se levantaron con prisa y me miraron, cuando luego de saludarlas con una pequeña reverencia mire a mi madre, su sonrisa me lo dio todo, era otra chica a la que mi madre había ilusionado con ser mi esposa, pero ahora más que nunca mi decisión estaba tomada, no aceptaría, necesitaba al menos encontrar a Astoria y saber que todo lo que sentí por ella se había acabado con los años, o si tal como pensé a mis 9 años ella era el amor de mi vida.

Huron cap 10 editado

Mi Huron

Capitulo 10: Mentiras

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Hermione estaba atónita, sabía que Harry no le estaba mintiendo, se levanto de su asiento y dejo caer algunos libros "ligeros", miro a Harry como si el mundo se hubiera acabado y corrió a su recamara escondiéndose allí, donde por suerte no había nadie, de seguro las chicas estaban preocupadas de acosar a los chicos.

- No puede ser, no puede ser…. Si Draco puede transformarse en un animal… además de saber más magia de la que creí fuera capaz… estuvo en mi cuarto conmigo por las últimas noches – Al recordar esto, no pudo evitar que sus mejillas se tiñieran de un color rojo intenso- Oh por las medias de Merlín... el sabía que me gustaba, sabía lo que estaba comenzando a sentir por él... – La castaña se levantó y comenzó a caminar en círculos, mientras de vez en cuando se llevaba las manos a la cabeza. De repente se paró en seco y dejó escapar un grito que se escuchó desde la sala común- Por Merlín y Morgana…. Estaba conmigo cuando me… cuando me he masturbado pensando en él.

Hermione no pudo dormir esa noche, todos los momentos que había vivido con Draco sin saber que era él se le agolpaban en la mente y la intranquilizaba, aunque después de todo no tenia de que avergonzarse, pues, Draco ya la había visto desnuda en otra ocasión con su permiso, pero aun así se sentía completamente ultrajada.

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A la mañana siguiente todos los alumnos estaban hablando en rincones, murmurando cosas mientras se miraban unos a otros anonadados por alguna noticia, Hermione confusa al llegar a el gran comedor vió que la mitad de la mesa de Slytherin no estaban y aún mas confundida miró a sus amigos pero no necesitó decir nada, el chico pelirrojo, se acercó y la mostró el Profeta mientras su novia se sentaba junto a él y allí Hermione se quedó paralizada, como si la acabarán de lanzar un hechizo que hiciera que se congelara incluso su corazón... como los momentos antes de vivir un Avada kedavra...

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La perfecta familia Malfoy batallando con todas sus armas por el Heredero

Es de interés común el rumor del traslado del alumno Draco Malfoy, único heredero de la adinerada familia Malfoy, al colegio Durmstrang. Las declaraciones dadas por el antiguo colegio del chico de los cabellos de oro fueron que se había cambiado por un gran interés mostrado por el director de dicho colegio, nada sorprendente al tratarse de un ex mortifago, el primer supuesto que se puede realizar es que Lucius Malfoy intenta guiar a su hijo por el mismo camino que muchos mortifagos y el colegio Durmstrang es el más indicado por tener asignaturas relacionadas con las artes oscuras, esta sería la conclusión más simple a todo esto, pero no queridos lectores, en las siguientes líneas explicaremos la verdad oculta detrás de la aparente perfecta familia Malfoy

La pareja de "sangre puras" Malfoy aparentemente vienen con problemas maritales desde hace 3 años, es sabido de las mejores fuentes que Narcissa Malfoy ha dejado una demanda contra Lucius Malfoy pidiendo la custodia de su único hijo, esto ha motivado a que miles de reporteros busquen desesperadamente mas información al respecto y es así como de forma inédita descubrirnos todos los secretos.

¿Qué paso con la perfecta relación? Como muchas otras termino, Narcissa y Lucius actualmente no viven juntos, se han separado y el padre se ha llevado consigo a su hijo hasta Noruega donde vive actualmente a unas horas del colegio, donde se encuentra matriculado aún su hijo. Narcissa sigue viviendo en la mansión Malfoy de la que ahora es única propietaria, al parecer Lucius se la ha entregado sin protestar, al igual que gran parte de las empresas e inversiones de la familia, a pesar de la gran cantidad de dinero Narcissa no parece estar satisfecha, a dejado la denuncia en contra de su aun esposo, en la que además de pedir el divorcio, exige la custodia de su único hijo Draco Malfoy, pero el padre del joven se ha negado a llegar a un acuerdo, al parecer está dispuesto a entregar todo el dinero que posee con tal de no perder al único hijo engendrado en esta familia.

No sabemos si Draco Malfoy está enterado de todo esto pero si no lo estaba, se enterara por nosotros, pues nuestras fuentes son completamente fidedignas.

Les informa Rita Skeeter.

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Hermione no apartaba la vista de aquel papel lleno de letras... que comenzaban a juntarse entre ellas, e incluso a verse borrosas... Lo apretó fuertemente sin saber cómo reaccionar o aparentar que no le interesaba, que era lo que tenía que hacer, los chicos esperaban su comentario sobre que Malfoy se lo merecía, que todo le estaba pasando por algo, pero ella no tenía fuerzas para decir nada, ella sabía todo el dolor que aquellas noticias causarían en Draco, porque había estado con él cuando se entero de alguna de ellas y porque esa había sido justamente la razón por la que se hablaron y llegaron a ser más cercanos simplemente porque ella lo había apoyado en el peor momento de su vida, pero no estaba con él ahora, cuando más la necesitaba, y ella no podía hacer nada, porque estaba a miles de kilómetros...

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Draco lo había meditado toda la noche, era difícil tomar una decisión sin saber nada de Hermione, así que lo primero que tenía que hacer era preguntarle a Luna que es lo que había pasado, saber que era lo que Hermione pensaba de todo y luego tomar una decisión dependiendo de aquello.

Luna lo estaba esperando el lo presentía y así fue, le regaló una sonrisa y bajaron por la empinada escalera juntos hacia el prado de más abajo aunque en aquella época estaba nevado. Caminó junto a ella eternos minutos, ambos estaban muy abrigados, no decían una sola palabra... Al llegar a una vieja cabaña que tenía el tejado más pronunciado, se pegaron a la pared para cubrirse de la repentina nevada. Había árboles que los tapaban de cualquier persona que pasara por el improvisado camino hecho de rocas, en cuanto se apoyaron en aquella casi congelada pared luna clavo sus dulces e inocentes ojos, en los fríos y ahora no tan inexpresivos de él.

- Luna sé que no te lo dije ayer pero… necesito saber algunas cosas… ¿Hermione no me ha mandado ninguna carta? ¿No te ha dicho si me extraña? ¿No tienes ninguna noticia para mí?.

Luna se quedo pensativa unos segundos mientras sacaba de sus bolsillos una pequeña caja envuelta en papel de regalo y se lo acercaba a Draco.

- No, necesito saber esas cosas antes de poder recibir esos chocolates…. Dime Luna…

- ¿Qué quieres que te diga Draco?…. por lo que eh escuchado creo que Harry está enamorado de ella, y es lo que espera todo el mundo, que Hermione Granger este con él, después de todo son amigos hace mucho tiempo... realmente no he tenido oportunidad de decirle nada, y por otra parte –luna dejo escapar un suspiro- no he querido hacerlo

Dijo la niña con su típica voz dulce, parecida al canto de los ángles. Draco se quedo callado sin poder creérlo, ella nunca actuaba así, su sinceridad era brutal, pero aun asi no dejaba de tener aquel aire de inocencia, de una chica que nunca en su vida había matado a una mosca pero que por sus labios confesaba haber asesinado a su propio padre.

-Entonces tú dices…. ¿Que ella me olvido así de rápido?- ambos se quedaron callados, Draco tomo aire sin poder creérselo, pero que mas podía hacer, después de todo su relación era imposible, y era mejor cortar por lo sano, si ella podía hacerlo el también, solo debía dejar de pensar con el corazón, así que aunque con las manos temblorosas tomo la caja- gracias Luna.

Luna le quedo mirando dudosa tocándose el labio con la punta de los dedos, mientras Draco sacaba los chocolates.

-Draco yo…. –tomo aire meditando en su decisión- te quiero mucho… -Admitió la rubia-

Draco sonrió pues sabía que era lo que tenían los chocolates y que era lo que pasaría luego de comerlos, así que se acerco a Luna.

- No necesito una posición del amor para besarte Luna… fuimos novios, te quiero aún, pero no te mentiré, estoy completamente enamorado de… Granger, pero también se que lo nuesto es prácticamente imposible, somos demasiado di...diferentes –suspiro pues sabía que eso era una mentira, él era tan sangre sucia como ella.

- Sabes que tu padre jamás lo aceptara, y sabes que todo tu futuro es planeado por tu padre, aunque ella aun te siguiera amando, no podrían estar juntos y tú lo sabes... yo soy de familia pura, aunque soy algo extraña mi familia tiene dinero y es lo que busca la tuya… si no soy yo bien sabes que puede ser otra sangre pura que puede que ni siquiera conozcas ¿quieres eso para el resto de tú vida?

- Claro que no Luna, sé que es… imposible –el Slytherin suspiró sonoramente mientras Luna se acercaba con lentitud. No se aparto solo le miraba intentando convencerse de que debía olvidarse de Hermione y que la mejor manera era intentar volver a tener aquella hermosa relación con Luna.

Aunque ya se estaba haciendo la idea de ello algo no le terminaba de convencer, Hermione no era de las chicas que besaba a alguien y luego le olvidaba era cosa de recordar como estuvo los meses después de que Victor Krum y con el solo había tenido una relación infantil, no era creíble que Hermione se olvidara de el tan rápidamente luego de haberse entregado en cuerpo y alma a él.

Miro a Luna a los ojos pero ella se mordía el labio mirando a otro lado, como decidiendo entre hacer o no hacer algo, y él se aprovecho de eso apretando la varita en el bolsillo trasero de su pantalón la saco y conjuro en silencio "Legeremancia", logro rápidamente lo que quería, la mente de Luna estaba en recuerdos de él y ella besándose con deseo, de aquella vez que casi se entregan por completo, podía escuchar claramente los pensamientos de ella "me encanta todo lo que hace, que no pare, quiero más de él", dejo de penetrar en sus pensamientos pues ella no le permitió inconscientemente entrar en los recuerdos que compartía con Hermione, así que lo único que consiguió fue revivir recuerdos inapropiados para ese momento.

- ¿En qué piensas? – suspiro Luna y se acerco a él tocándole el pecho sin miedo.

- Que es un día frío… y deberíamos entrar a la sala al menos – Ella le negó sonriendo pícaramente y el alzo una ceja incrédulo.

- Yo… hare que entres en calor- él se sorprendió pero no le dio tiempo a reaccionar, por su mente miles de insinuaciones obscenas se cruzaron en una milésima de segundos, pero fueron a la vez tan vividas.

"Luna lo empujo a la fría pared de la cabaña, mientras le acariciaba el abdomen y se acercaba a besarlo poniéndose en puntillas.

Hace tanto no sentía esos pequeños labios, que volver a sentirlos le estremeció un poco, ella nunca tomaba la iniciativa solo se dejaba besar, pero esta vez le acariciaba por sobre la ropa apretándola en ocasiones deseosa, su beso fue apasionado, nunca los labios de ella tuvieron tanto sabor a lujuria.

-Luna ¿qué te pasa? –logro decir cuando ella al fin le dejo respirar unos segundos, ella no respondió y el tampoco pudo preguntar mucho más, la mano de luna estaba apretando su parte más intima, antes durante su noviazgo él se lo había pedido en repetidas oportunidades pero ella aunque lo intentaba decía que no podía y en ver que estaba tocándolo con tal deseo despertó el cuerpo de Malfoy acumulando todo el calor en aquella parte de su anatomía que recibía las caricias sin la menor queja- estamos en mi colegio Luna...

- ¿No era eso lo que te excitaba más? – su voz sonó brusca viniendo de ella, estaba decidida a no detenerse y Draco lo podía percibir en su celeridad al quitar el botón y bajar la cremallera para tocarlo directamente, y allí toda la poca cordura que le quedaba a Malfoy desapareció, ella jamás lo había tocado así, cada movimiento de la mano acelerada de Lovegood lo desquiciaba más, porque después de todo por eso se había enamorado de ella, porque ver aquella cara dulce y tierna le hacía imaginarse aun más deseos eróticos, tocar lo puro, escucharla pedir más y mostrar todo el morbo que nadie imaginaria en ella, por alguna razón lo enloquecía.

-Luna no, nos puede ver alguien –logró musitar el chico entre jadeos mirando que ella lo tocaba con vehemencia mirando su virilidad despierta y deseosa, ver a Luna morderse el labio inferior mientras se arrodillaba frente a él fue la gota que rebalsó el vaso, esa Luna le encantaba, lo volvía loco a cada caricia, poso una mano en el rubio cabello de ella tirando la cabeza hacia atrás sin poder controlar los gemidos que ella le sacaba, en ocasiones escuchaba a la nieve caer en pelotones de los altos árboles pero poco a poco todos los sonidos se perdieron entre el placer"

- ¿Draco te pasa algo? – volver a la realidad le golpeo como la brisa fría que paso por su costado y que con el cuerpo caliente erizo cada uno de sus cabellos.

- No es nada, solo estaba pensando – ella le miro con inocencia regalándole una sonrisa y el miro a otro lado avergonzado por las cosas que se acababa de imaginar, y aun mas al saber que aquellos pensamientos habían afectado a cierta parte de su cuerpo.

Luna se acerco derrepente y lo abrazo con ternura aunque por su estatura era poco lo que podía abrazar de él, Draco quien se sonrojo a más no poder por el contacto directo que atacaba con que luna notara ciertas cosas, le intranquilizo.

- ¿Qué haces luna?

- te doy calor, te lo dije, hare que entres en calor –sonrió mientras le frotaba los brazos como intentado atreves de energía cinética dar algo de calor al chico que en aquellos momentos se sentía como una chimenea en su mayor apogeo.

- Draco tienes un dunin en el cuello, quédate quieto

Draco no tenía idea de que carajos era un dunin pero no quería que se apartara de el, sintió a luna acercarse y ponerse en puntillas para mirar de más cerca su cuello, y no pareció notar la mano de Draco en su cintura, cuando Luna alzo las manos atrapando algo entre sus manos le regalo una sonrisa y se quedo paralizada mirando los ojos gris de Draco que destellaban tenuemente, mientras el chico se mordía el labio inferior, Luna cerrando los ojos se quedo en su sitio, esperando a que el actuara, y así lo hizo, Malfoy la apego mas a el por la cintura mientras bajaba la cabeza para atrapar los labios de ella en un cálido beso, pero para desgracia del chico, cuando termino empotrando a Luna a la fría pared de aquella cabaña una voz chillona le saco de sus pensamientos.

-¡Señor Malfoy! –la profesora de DCAO se acercaba a paso demencial mientras luna se apartaba de Draco ordenándose la ropa y mirándole algo asustada pero con notoria satisfacción y complicidad - ¡Me lo esperaría de cualquier alumno de este colegio menos de usted señor Malfoy!

Draco ordenó su ropa rápidamente notando a su profesora morderse el labio inferior, cosa que hacia siempre que algo no iba bien, eso no era una buena señal, el había escuchado rumores de aquella profesora aunque no los creía verdad, pero la mirada de ella lo decía todo, los castigos en ese colegio no eran tan simples como en Hogwarts y el estaba seguro de que se llevaría uno en ese momento.

- Yo… lo lamento profesora… -no supo que más decir tomo la mano de Luna y está hecho a correr con él, sonriendo divertida mientras se adentraban en el nevado bosque. Cuando los dos estuvieron solos Luna le miró sonriendo como siempre lo hacía.

-Tenías razón…. Es más divertido y excitante de lo que pensé – ella le sonreía divertida pero para el aquella última palabra lo estaba desesperando a Draco, inhaló y el aire frío que entró en sus pulmones pareció despertarlo.

- ¿Por qué lo has hecho, no tenía ningún dunin verdad? – ella dejo de sonreír y se apoyó en uno de los árboles.

- Ya no sé que más hacer para que estés conmigo, yo… sabes que no soy de hablar de mis sentimientos, pero de verdad me enamore de ti mientras fuimos novios, curaste mi corazón, olvidé lo que era sentirse sola o discriminada por el resto, tú me veías linda a pesar de muchas cosas, y siempre me consentías diciendo que veías cosas que tal vez nunca has visto, a pesar de mostrar una facha fría eres el chico más tierno y atento que he conocido, lástima que eso solo lo viera cuando estábamos en privado- La chica dijo todo eso sin borrar la sonrisa, pues eran recuerdos que realmente la agradaban, pero en sus preciosos ojos azules como el mar, brillaba una pizca de anhelo.

- Sabes que tengo una reputación que cuidar… -se excusó él pues recordaba muy bien todas las cosas hirientes que le dijo en su momento.

- Pues conocí al verdadero Draco al que está escondido y me enamoré de él. -Admitió la Ravenclaw.

- No puedo negar que yo también llegue a sentir muchas cosas por ti Luna pero también pasaron muchas cosas, nuestra relación ya se terminó… y lo que acabas de hacer solo puede generar más problemas, ¿quieres ser mi juguete? –se acercó a ella apegándola al árbol y le toco un pecho sin cuidado alguno- ¿esto es lo que quieres?, tu sabes mis sentimientos por ella y sin embargo haces esto…

Luna bajo la mirada y Draco la soltó lentamente apartándose, no pretendía hacerla llorar pero si era la única forma de hacerla entrar en razón, se arriesgaría. Ella comenzaba a actuar de forma muy diferente a su verdadera personalidad, estaba intentando ser alguien que no era y por todo el cariño que él le tenía no quería eso para ella.

- yo lo siento Draco, tienes razón, me he comportado muy mal… con Hermione y contigo, quería hacer todo por no perderte, no quería dejarte ir como lo había hecho ya una vez, y hice de todo… perdóname, yo… no le entregue tus cartas a ella

Draco se quedo paralizado se aparto unos centímetros de ella y la miraba a los ojos, ella no era capaz de hacerlo y jugaba con su pie contra un montículo de nieve sin saber que mas decir.

-prometo que se las entregare todas cuando llegue a Hogwarts y si puedo ayudarte de alguna ora forma dímelo por favor.

El se quedo mirándola unos momentos, ¿y si ya era demasiado tarde? ¿Y si Potter ya tenía algo con ella? ¿Y si ella ya lo había olvidado?, tenia tantos miedos que las ideas no salían con claridad por ello tomo aire y la volvió a mirar.

-en cuanto llegues entrégale mis cartas, y consigue la dirección de Hermione en el mundo Muggle

Luna levanto la mirada anonadada pero luego sonrió como solía hacerlo, limpiando su mejilla de una de las lágrimas que se le escapaba, entendió las intensiones de Draco y lo planearon todo bien camino al salón común, luego de tener todo muy calculado se despidieron con un abrazo.

Draco tenía mucho apetito luego de pensar tanto en como volver a ver a Hermione, cuando se sentó junto a Tomas y John estos le acercaron el periódico sin decir nada apoyando una mano en el hombro de él intentando darle su apoyo, para Draco una mano en su hombro nunca había sido tan pesada, ver el encabezado y leer todo rápidamente lo embargo de un mareo y una acides en el estomago que le impidió comer.

Fingió que nada pasaba cambio el tema rápidamente y luego de que el resto comiera se fue a su habitación, que a diferencia de Hogwarts compartía con 3 chicos más, por suerte ese día todos se acostaron temprano y él se quedo mirando la foto de sus padres en el periódico mientras contenía las lagrimas, sabia de lo que era capaz su padre, y no quería que lo alejara de su madre, las dos mujeres a las que más necesitaba estaban completamente lejos de él y no podía hacer nada por cambiarlo.

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EDITADO! Porque si no puedo ver a luna como una zorra y ustedes tampoco, me Sali demasiado y eso me complico un poco las cosas, asi que aquí esta la verdadera versión! Un gusto pronto el siguiente capitulo!