sábado, enero 30, 2010

Dramione

[Harry Potter] Mi Hurón

cap 2 "¿Deseos?"


¿Desde cuando hermione Granger había cambiado conmigo?, es que antes no era de acercarse sin importar lo que me pasaba, es que solo el año anterior me evitaba y no parábamos de decirnos idioteces, ¿Cuándo ella paso a ser amable?, mientras más la observaba más me daba cuenta de que sabia algo de mi, sabia algo que había hecho que cambiara de parecer, pero ¿que?… muchas de las cosas que hago que las personas jamás esperarían de mi están escondidas para que mi padre no se entere, ¿como había podido ella descubrirlas?, por más que pensara en las razones para que ella estuviera cambiando conmigo ninguna parecía lógica, la escuchaba por las noches pero parecía ella tan confundida como yo he incluso aun peor.

En mitad de la clase de pociones me puse a jugar con mi libro, deje que pansy hiciera todo, y es que solo en una asignatura era buena así que no me molesto hacer de bago, Snape no dijo nada porque no movi ni un solo dedo, pero al terminar las clases me obligo a quedarme.

- ¿Qué pasa? No tengo animo de mirarte a la cara – solté de golpe sin ni siquiera mirarlo a los ojos.

- tu madre te a mandado algo, me lo a entregado a mi porque no cree prudente que caiga en manos de terceros – extendió una libreta de color caoba algo anticuada y demasiado simple, la recibí a regaña dientes y Sali lo mas rápido que pude, no quería ir a las mazmorras porque no me permitirían leer, así que me fui a la biblioteca me senté como siempre procurando hacerlo adecuadamente y con delicadeza abrí el extraño objeto, pero solo eran hojas en blanco, así que lo deje a un lado miando las estanterías, ¿para que mi madre me enviaba una libreta en blanco?

- disculpa… la señora Irma Pince me dijo que el único ejemplar de “Las dinastías de la sangre pura” lo tienes tu, necesito el libro para un trabajo, ¿seria mucha molestia que lo devolvieras por favor? – soltó cada palabra con forzada amabilidad intentando incluso entregar una sonrisa, pero es que en ella hacia mi no podía quedar mas cínico.

- claro Granger será un gusto que al menos te enteres de la importancia que tiene mi casta en la humanidad y de que gente como tu no es mas que el escalón mas bajo de nuestra sociedad – musite mientras volvía a tomar el cuadernillo de mama para jugar con algo en mis dedos

- siempre igual, nunca vas a entender que eso ya es del pasado y que a pesar de ser una… -se quedo callada en notar ella misma lo que iba a decir.

- ¿una sucia?, pues si Granger eres una sangre sucia inmunda, nada mas que eso, no puedes osar llamarte a ti misma maga.

- a pesar de que digas que no merezco estar por no ser hija de magos, mis calificaciones y mi inteligencia demuestran que te supero en inmensidad en todo lo que deseo.

No pude evitarlo quise restregarle en la cara que ella había dicho que yo le gustaba, reírme de sus sentimientos pero me controle, me levante de mi asiento mirándola a los ojos y note que ella retrocedía un poco, de seguro me tenia miedo, pero no dije nada, tome mi libreta y abrí la boca lentamente.

- ire a buscar el libro, si tanto lo necesitas seria una descortesía de mi parte no traértelo, espérame aquí… - Sali de allí sacando mi varita, ni loco iba hasta mi recamara, me concentre y susurre “accio” el tomo llego a mis manos y entre extendiéndoselo, ella estaba confusa y desconcertada por mi “amabilidad”.

- gra…. Gracias – me miro sin entenderme y solo dejo el ejemplar en la mesa intentando no mirarme pero tal cual lo intuí termino levantando sus largas pestañas y seguidamente sus ojos hasta mirarme.

- tu que sabes tanto “sucia” tengo curiosidad, me han entregado el diario de una de tu casa pero mira esta en blanco – sonreí abriéndolo lentamente- sabes algún hechizo para poder ver sus secretos de amor, por lo que tengo entendido le gusta uno de mi casa, y realmente quiero saber quien es

Nunca había visto a la castaña tan nerviosa, casi tartamuda de no saber como responder a ello, asustada en notar que yo algo intentaba insinuar pero luego de morder su pluma tomo aire y volvió a ser la de siempre.

- es caer muy bajo leer el diario de vida de alguien mas, pero ya que no sabes un hechizo tan censillo, te lo enseñare y presta atención - puso su varita entre las hojas y susurro el hechizo que uno aprende en primer año y muchos otros al igual que yo lo conoce de mucho antes- “aparecium” listo malfoy

Intente apartarle la libreta antes de que pudiera ver la perfecta caligrafía de mi madre y volteando en mis tobillos me largue de allí a paso firme, en perderla de la vista me apoye a una de las estanterías para poder leer con tranquilidad las palabras de mi madre.

No tarde demasiado en leer las 4 hojas que mi madre dedicaba a pedirme perdón por no haberle contado lo que pasaba con Snape y lo mal que se sentía de que yo me enterara al verlos juntos en casa antes de volver a clases, pero para mi eran palabras vacías, adoraba a Narcisa pero ahora mismo lo que menos quería era tener noticias de ella, fui a las clases privadas que Snape tenia para mi de Legeremancia, y como todos los días estaba con él unas 2 horas, cada día parecía dominarlo más aunque tenia miedo de ver cosas que la verdad no quería, luego de ello me duchaba y guardaba mi ropa para volver a convertirme en hurón y esperar a Granger en la puerta de la sala común donde me recibía con un abrazo y me cargaba hasta su habitación, cada día me acostumbraba más a su cuerpo a su voz, a su aroma, a su piel, y lo que era peor., cada día deseaba poder quedarme a dormir con ella, pero no podía.

Una de las noches que ella me llevo a su cuarto fue diferente a cualquier otra, en el día había notado la mirada de ella sobre mi más intensa que nunca antes pero no entendía la razón, me dejo en la cama y me recosté mirándola pero esta vez no se pujo el pijama como de costumbre cerro las cortinas y hizo un hechizo que desconocía pero supuse que era para que las demás no escucharan lo que ella hablaba.

- hermione por favor calma, no lo hagas… solo fue un sueño, jamás pasara algo así, no lo hagas… mucho menos pensando en él… relájate toma aire… no puede estar pasando esto – se amonesto verbalmente pero siguió en lo que hacia.

Se subió a la cama pero solo se quito el pantalón sin ponerse el de pijama y se metió a la cama cubriéndose, cerro los ojos balbuceando cosas y su mano lentamente se poso en su pecho, en un comienzo pensé que solo para quitarse la ropa pero empezó a acariciarlo maldiciéndose por hacerlo, no podía dejar de mirarla su mano apretaba y soltaba el pecho mientras la otra desabrochaba su blusa, estaba nerviosa se notaba que no acostumbraba hacerlo, tomo aire sin poder creerse lo que hacia y se recostó lentamente mientras quitaba la blusa por completo, abrió los ojos mirándome como si mis ojos le molestaran, así que escondí la cabeza entre las patas y me hice el dormido en cuanto se creyó mi teatro volvió a tocarse pero esta vez sobre la ropa interior y así lentamente fue quitándola, lo que no note fue que su otra mano bajaba por el vientre hacia su intimidad, note su respiración agitada mientras quitaba el sujetador apretando el duro pezón, no pude evitarlo la miraba atentamente esperando poder ver mas pero se cubría con las mantas, y solo en ese momento note el bulto mas abajo que se movía con desesperación

- ahh… para hermione deja de hacerlo – se amonesto mientras intentaba detenerse pero no podía, volvió a lo que hacia con mas anhelo, pero al poco tiempo dejo de retenerse y los gemidos salían uno detrás del otro- ahhh Draco… por favor no me hagas sufrir mas y quítala…

Me sorprendí de escuchar mi nombre de sus labios mas aun entre aquellos gemidos, no pude contenerme mas me escabullí silencioso entre las sabanas para mirar desde dentro, la vi abrir las piernas lentamente mientras su mano tocaba toda la intimidad y uno de sus dedos curiosos apartaba las bragas, estaba excitado y agradecía que el cuerpo de hurón que tenia no lo demostrara pero cuando me aparte para no ser golpeado por sus largas piernas cuando quito la ultima prenda no pude negarlo, esa mujer me excitaba y deseaba tenerla en ese preciso momento me acerque mas mirando con detención su parte mas intima mientras ella la tocaba y sin saber la razón pase la lengua varias veces lo mas rápido que pude por toda la zona pero no me dio mucho tiempo pues ella asustada levanto la ropa de cama sonrojada.

- pero que haces - me miro avergonzada, en sus ojos agradecía que nadie hubiera visto aquello, pero no fueron sus ojos lo que mas miraba, sus pechos duros y bien formados sus labios secos de tanto gemir, su respiración agitada y el pelo aun mas enmarañado me tenían completamente enloquecido- no me mires así, es la primera vez que lo hago… y no puedo creer que sea pensando en ese engreído, ¿Qué me pasa…? No puedo entenderlo

Ni yo creía que hubiera hecho eso pensando en mi, Granger era muy buena a la hora de actuar porque si no fuera por la vida de hurón que llevaba por las noches no me enteraría de sus sentimientos, era fría, grosera, atrevida, igual que todos los años anteriores, pero en su recamara no paraba de hablar de mi, y ahora notaba que sus deseos por mi eran mas que solo “ser mi amiga”, la vi llorar en mas de una oportunidad maldiciéndose por estar enamorándose de mi, pero despeche toda oportunidad de mi cabeza, ella era una sucia y era una aberración que entre nosotros pasara algo, se vistió y me abrazo a su pecho de nuevo.

- no dejare que te escapes, no se de quien eres pero siempre vienes solo por las noches y luego te vas, hoy no dejare que te vallas

Me acaricio el pelo y supe que en el fondo yo como hurón también le recordaba a Draco Malfoy por eso me acariciaba por eso no le importaba echar a su sucio gato por dormir conmigo, me hizo gracia y espere a que se durmiera, pero tenia razón esta vez me apretaba más fuerte de lo normal, no podía quedarme, si descubrían que no había pasado la noche en mi casa seria un castigo que no olvidaría, me zafe con dificultad y corri en notar que el sol estaba por salir, debían ser cerca de las 6 am, llegue a los baños y saque mi ropa oculta, me transforme y volvi a correr, el anciano de nariz respingada despertó malhumorado maldiciéndome por despertarlo siempre por las noches, entre dispuesto a subir a mi habitación pero sentada en el sillón de la sala común estaba Pansy.

- ¿Por qué estas fuera de la cama?
- No es algo que te importe – acomodando mi corbata
- Claro que me importa… estabas en otra casa, no llegaste en toda la noche, ¿estas con alguien?
- Y si lo estuviera que... no es algo que te incumba Pansy, métete en tus propios asuntos
- ¿solo juegas con ella verdad?.... no me importa quien sea pues es de otra casa y de seguro tu padre no la aprobara, pero… ¿solo es un juego?
- Claro Pansy sabes que solo juego con todas, solo me gusta como me lo hace

La deje para ir a ducharme, pero en sentir el agua en mi cuerpo la recordé, ella se había tocado por mi y yo había podido saborear su delicioso manjar pero se me había hecho poco, me vestí lo mas rápido que pude y prepare mis cosas, pero solo en ese momento note que faltaba algo, el libro de mama, sentí que el mundo se caía y un escalofrió me recorría el cuerpo y volví a buscar entre mis cosas, intente hacer memoria mientras caminaba a clases de ruinas antiguas, pocos habíamos tomado clases extras, pero la “ciencia” de la adivinación me parecía una estupidez, y aunque desde tercer año me topaba con hermione en esas clases pasaba por alto su presencia.

Me senté absorto en mis pensamientos cuando sentí a alguien a mi lado pero no le di importancia hasta ver mi libreta en la mesa seguí esas delicadas manos hasta encontrar el rostro de su dueña que me miraba directamente a los ojos.

- porque… ¿de donde lo has sacado?
- Harry lo a encontrado en los baños, por suerte las paginas estaban en blanco y harry no le tomo importancia, no te preocupes no lo leí, pero supuse que era importante para ti, ayer vi que estaba firmado por tu madre – el profesor entro y tuvimos que quedarnos sentados así, ella parecía algo apenada trise e incluso pude percibir en sus ojos “lastima”, estaba seguro… había leído el diario de mi madre
- Se que lo leíste mas te vale no decirle a nadie, ¿me escuchaste? – tome su mano por debajo de la mesa apretándola con fuerza haciéndole daño.
- Si, no le diré a nadie lo prometo, perdóname…
- Que tanto hablan en esta mesa, no sabia que estas dos casas se llevaran bien
- Para nada… solo que la sucia es mi esclava así que tiene que escribir lo que le dicto –note la mirada de ella, estaba furiosa por lo que dije pero solo volvio su mirada al profesor y susurro para mi asombro
- Solo es unos días profesor

¿Qué estaba haciendo? Esperaba de ella una queja, una discusión segura de que como podía decir una estupidez así, aunque su respuesta me hizo gracia y deje escapar una sonrisa, algo estaba cambiando en nosotros y la verdad no me importaba si era lastima o no, en el fondo me gustaba sentirla a mi lado, si no fuera por las creencias que mi padre inculco en mi, desearía ser su amigo… o tal vez… algo mas.

miércoles, enero 27, 2010

Mi Hurón

[Harry Potter] Mi Hurón

cap 1 "¿porque?"

Caminaba a paso rápido por los pasillos de hogwarts, todos los alumnos iban en la dirección contraria pues ya serian las doce y los prefectos nos sancionarían por estar afuera, pero a mi no me importa ni en lo mas mínimo, lo único que quería era encontrar la condenada puerta de la habitación multiuso, camine un buen rato buscándola pero al no dar con ella camine hacia el patio principal, necesitaba refrescar mi mente, mi cuerpo y la brisa del lago me vendía bien, además los prefectos acostumbran recorrer primero los pasillos y baños, aun tenia tiempo, llegue al lado y me senté en el perfecto césped con las piernas un poco abiertas para apoyar mis brazos en las rodillas mientras sentía la suave brisa en mi cara, lo necesitaba tanto, cerré los ojos intentando contenerme, no podía dejar que mis emociones me dominaran, pero no podía mas, quería mandar todo al carajo, quería gritar, llora, pero no podía, alguien como yo no tenia ese tipo de arrebates.

Lo peor de todo era que la única persona en la que podía pensar para intentar desahogar lo que me acongoja, aquella noticia que aun no puedo creer sea verdad… es mi peor enemiga, la persona que he estado molestando por mero placer durante 6 años, y no era por la confianza que tuviéramos ni mucho menos por ella tuviera conocimiento de lo que me pasaba, simplemente llevaba días pensando en ella, observándola, porque aun no podía creer que fuera verdad lo escuche de sus propios labios aquella noche…

Llevaba días ignorando a todo el que me hablara, algo me comía la cabeza y no me permitía concentrarme en clases, mis calificaciones bajaron y hasta el profesor Snape me amonesto, pero no me importaba, ni siquiera las mofas de los Griffindor me importaron, nadie parecía preocupado por mi, solo mostraron algo de asombro cuando me retire del equipo de Quidditch, la única persona que me seguía a todos lados intentando entenderme era pansy, pero ella no me inspiraba confianza y solo termine por esquivarla.

Uno de esos días llovió como nunca, al fin pude estar solo, los alumnos por lo general preferían estar en sus salas comunes o en la biblioteca que pasar frió junto a la lluvia, esperaba poder estar solo aunque la lluvia me mojara, pero no servia de nada, quería alguien con quien poder hablar, baje la cabeza mirando las gotas en las posas de agua, cuando note que ya no sentía las gotas golpearme la cara, la lluvia ya no me mojaba y allí estaba ella, la persona a la que menos deseaba ver.

- ¿Qué haces Malfoy? ¿Por qué estas fuera, empapándote? – se notaba incomoda no sabia si debía hablarme o no, siempre la he tratado mal y de seguro lucho mucho con ella misma por acercarse , y es que Hermione Granger no es una mala persona, al contrario de mi, le importan las personas.

- y que te importa a ti sangré sucia, vete con tus amigos y déjame en paz – aunque intente sonar como siempre mi voz se corto en contra mi voluntad y mostró mi debilidad.

- lo siento, se que no me incumbe… y que parece hasta cínico que yo este aquí preguntándote como estas, pero… llevo días fijándome en que estas mal, y pareciera que a tu grupo no le importa o ni siquiera lo notan, no eres el mismo… y me preocupa…- le mire desconcertado ¿había escuchado bien? ¿Estaba preocupada….. por mi? Tenia que ser una especie de broma, tenía que serlo.

- ¿estas de broma verdad? Es que nunca en mi vida había escuchado algo mas gracioso de tu parte Granger, tu…. ¿preocupada por mi?, se que soy irresistible de mirar pero… ¿te has acercado a cubrirme de la lluvia con tu estupido paraguas porque intentas establecer una conversación conmigo para saber que me pasa? – arrastre cada palabra disfrutando de cómo a la castaña se le ruborizaban las mejillas mientras y me miraba con los ojos humedecidos.- no necesito tu lastima sangre sucia.

- solo intentaba ser amable pero veo que contigo eso no sirve, eres un engreído, sigue así Malfoy porque así como nadie de tu grupo se preocupa por ti te darás cuenta con los días que estas solo, y vendrás a buscarme pidiendo que ahora si te consuele, y no estaré para ti – me levante de golpe dispuesto a atacarla pero ella saco su varita apuntándome sin darme tiempo de sacar la mía, sostenía el paraguas con la mano temblorosa y se aparto furiosa de seguro avergonzada de intentar inútilmente “ser mi amiga”

Desde ese día no volvió a dirigirme ni la palabra, ni la mirada, y tal cual ella lo dijo, nadie excepto pansy se había dado cuenta de que yo no estaba bien, el profesor Snape intento hablar conmigo un par de veces pero lo evadí con excusas tontas, no quería hablar con el, porque tenia que ver con mi razón de estar mal…

Por alguna razón las notas de Granger también empezaron a bajar y pasaba mas tiempo sola que con sus amigitos, y aunque intente ocultarlo la curiosidad de ese cambio en ella me sobrepaso y una noche sin saber ya que hacer fui al despacho de Snape pero no deje que el hablara.

- quiero aprender a hacer Legeremancia, supe que a potter le hicieron clases particulares hace unos días de Oclumancia, exijo que me enseñes – mi voz no fue nada cortes no necesitaba serlo con el, desde que sabia que tenia una relación en secreto con mi madre todo el respeto que tenia por el murió, no le había comentado nada a mi padre porque no notaba demasiado interés por Narcisa, así que de seguro ni siquiera le interesaba.

- no tengo permitido enseña ese tipo de ciencias Malfoy, asi que por favor retírese a su recamara, es tarde y no debería estar fuera de su cama- no sonaba como un reto, de hecho parecía algo agobiado de no poder dominarme.

- ¿no me has escuchado?, no te lo estoy pidiendo es una orden, fuera de que seas un amigo de mi padre no creo que le guste enterarse que te montas a su mujer cada vez que se te da la oportunidad, mucho menos porque eres un mugriento mestizó- me miro sin expresión alguna a pesar de mi atrevimiento, solo se volteo para darme la espalda

- todos los días a esta misma hora en la sala de posiones, y así como tienes entusiasmo para estudiar cosas anexas a las clases espero ver tus notas subir, eres una vergüenza para mi clase, 15 puntos menos por tu atrevimiento, ahora vete a tu habitación.

Me importo poco que nos descontara puntos, acepto y eso era lo importante, pero no quería esperar mas tiempo, necesitaba saber ahora porque esa sucia había bajado las notas, me metí al baño de chicos y aunque aun no lo perfeccionaba, a pesar de llevar dos años aprendiéndolo por obligación de mi padre, me concentre lo mas que pude y en nada mi cuerpo empezó a encogerse y llenarse de pelo, lo que mas odiaba de convertirme en un hurón, era que tenia un punto ciego, cuando las cosas estaban demasiado cerca no logro verlas, pero no importa al menos veo mejor en la oscuridad, así que como pude me escabullí entre los pasillos ya vacíos hacia la sala común de Griffindor pero cuando estuve frente a la dama gorda no supe que hacer no podía hablar ni conocía la clave, pero para mi suerte esa noche Ginny había salido quien sabe a que y llegaba corriendo para no ser sancionada por un prefecto, Salí de mi escondite y la mire notando que su primera impresión era gritar pero me senté y lamí mi pata para lavar mi carra y su rostro cambio, enseguida me tomo en sus brazos y me llevo dentro.

- ¿de quien es este hurón tan lindo? Estaba afuera esperando que le abrieran ¿ron sabes de quien es?

Allí estaban todos los malditos Griffindor, la chica me abrazaba contra su plano cuerpo mientras el resto se acercaba a mirarme, cuando potter intento acercar su mano para acariciarme le mostré los dientes y no volvió a intentarlo, busque a la sucia pero no se encontraba, había olvidado que era prefecta y de seguro estaba revisando los pasillos, agradecí que la colorida no se fuera a la cama temprano pues al parecer tenia que hablar con Granger, así que me acurruque en sus piernas sin dar problemas mientras ella acariciaba mi pelaje, nunca había sido acariciado, no existían ese tipo de cariños en mi familia así que no me disgusto disfrutarlos mientras esperaba, levante las orejas y la cabeza en escuchar la pisadas y cuando la dama gorda dio paso a la prefecta disgustada que se sentó junto a mi me la quede mirando, se notaba que estaba algo agobiada y cansada.

- porque tienen que ser tan obstinados, he tenido que separar a zabini de una chica de Ravenclaw, que asquerosa escena, necesito sacarla de mi mente – se cubrió la cara con el puño de su ropa mientras un asqueroso gato se le acomodaba en las piernas.

- estaba esperándote hermione, ¿Qué te pasa? Llevas días evadiéndome y me tienes preocupada, casi no duermes ya no vas a la biblioteca y pareces angustiada por algo- me volví a acomodar en las piernas de la chica mientras ella miraba a hermione.

- que lindo hurón ¿es tuyo? ¿De donde lo has sacado? – Acerco la mano para hacerme cariño pero su gato empezó a mover la cabeza contra la mano antes de que me tocara- Crookshanks se a puesto celoso

- no me cambies el tema, lo encontré hoy en la entrada, no se de quien es, y bueno también por eso te espere, sabes que mis compañeras no permiten animales, y como en tu recamara están acostumbradas a Crookshanks ¿podrías cuidarlo tu? – era mejor de lo que pensaba, estaba pensando como pasarme a la habitación de la sucia pero ya estaba solucionado.

- claro, espero que Crookshanks no se ponga demasiado celoso, Ginny de verdad agradezco que te preocupes por mi, estoy bien solo algo cansada y mi padre aun no me manda ninguna carta para saber de la salud de mi madre, solo es eso, bueno ya es tarde me ire a dormir

Cuando ella se levanto su gato se acomodo en el sillón como si supiera que era allí donde dormiría y Granger me tomo entre sus brazos llevándome a su recamara, todas las demás chicas estaban dormidas y ella intento no hacer demasiado ruido mientras me recostaba en la cama para ella buscar su pijama.

- Tienes que portarte bien y no hacer ruido ¿vale? – me sonrió como nunca lo había hecho para mi, si no fuera porque el pelaje me cubría y la oscuridad me protegía hubiera visto mi rubor, me acaricio el hocico y dejo su varita en el mueble junto a su cama, me acomode mientras bostezaba por el sueño.

- ¿Qué me esta pasando?... – susurro mientras se quitaba la corbata desanudándola, algo que yo jamás hacia, no sabia hacer nudos así que siempre la dejaba lista para ponérmela al otro día, no le preste mucha atención hasta que vi como desabotonaba su blusa, con la mirada distante pensando en otras cosas olvidando mi presencia, aunque claro para ella solo era un animal, mi mirada no podía dejar de recorrer el cuerpo descubierto de ella, cuando la vi buscando la parte superior de su pijama desee que no la encontrara nunca, su sujetador de color blanco con diseños nada llamativos pero honestamente nunca pensé que tuviera con que rellenarlos, se quito la prenda solo segundos antes de ponerse el pijama así que fue muy poco lo que pude verlos completamente desnudos, y sin poder creerlo quería mas, quería volver a verlos, no tardo en ponerse el resto y se metió a la cama.

- anda ven acuéstate conmigo, ya que hoy no esta Crookshanks se me hará extraño –me abrió la cama tomando las sabanas, no lo dude y me acomode mientras ella me abrazaba, por alguna razón, mi corazón se aceleraba con su abrazo, era como si llevara años deseando estar entre esos brazos.

- hurón sabes me recuerdas a un chico, el año pasado el profesor le convirtió en hurón frente a todos y era blanco igual que tu, ese chico, se llama Draco Malfoy , es un maldito engreído, egocéntrico, frívolo, creído, narcisista y podría seguir hasta aburrirme, y no puedo entender, no puedo creer que ahora solo piense en el, se ve tan mal, tan preocupado, ¿Qué es lo que lo tiene así? Hurón, ¿Por qué me preocupo tanto de el?... será,.. Que en el fono... siempre me e preocupado de el… se que no es solo de ahora… ¿sera… que Draco... me gusta?

Sus palabras me desconcertaron, no creí jamás llegar a escuchar algo así, ni mucho menos que la razón de que la sabelotodo Granger bajara sus notas era por su preocupación por mi, pero lo que me dejo sin palabras fue la confesión, ¿yo le gustaba? Ahora que no tenia que fingir pues solo era un hurón no tenia porque mofarme de ella, solo escuche sus sentimientos hasta que se quedo dormida y luego me escabullí hasta mi habitación, había conseguido lo que quería, sabia lo que le pasaba a Granger, pero porque ahora las cosas parecían ser tan diferentes.

- yo… le gusto… - solo decirlo trajo a mi estomago una sensación extraña, y sonreí sin saber ni siquiera la razón.

lunes, enero 25, 2010

No es lo que parece

[Harry Potter] Maldita sangre

cap 1 "No es lo que parece"


Estaba tremendamente ansioso por mi primer día, aun saboreaba la cara de mi padre cuando la carta con el sello de Hogwarts llegó a nuestro buzón y el repulsivo elfo doméstico se la entregó. Mi padre no dudó en leerla en voz alta arrastrando cada palabra y esperando un tiempo casi interminable entre cada coma de aquella dichosa carta.

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA
Director: Albus Dumbledore
(Orden de Merlín, Primera Clase,
Gran Hechicero, Jefe de Magos,
Jefe Supremo, Confederación
Internacional de Magos).

Querido señor Draco Lucius Malfoy:

Tenemos el placer de informarle; que su solicitud de una vacante en el Colegio Hogwarts de Magia, ha sido aceptada.

Datos adjuntos: Lista de útiles del año escolar 1, Boleto para un pasajero en el Expreso de Hogwarts, abordado en el anden 9/34.

Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.

Atten…
Minerva McGonagal
Subdirectora
Jefa de la casa de Gryffindor.
Orden de Merlín Primera clase.



Se habían acabado los endemoniados profesores particulares y los deberes extras. Aunque había una cosa que extrañaría, al menos el primer año, y eso era mi escoba.

Poder quitar los pies de la tierra y refrescarme con el viento en mis mejillas.

Así que, persuadí a mi padre para que me permitiera jugar, al menos hasta finales de agosto. Lamentablemente en Hogwarts no está permitido tener escobas en primer año. Aunque, insistirá al profesor jefe de mi casa, que claramente sería Slytherin, para que me permitiera tener una. De seguro que el saber que Lucius Malfoy era mi padre, ayudaría a que me lo permitiese.

Sabía que iría a Slytherin, porque llevaba años estudiando sobre el colegio Hogwarts y conocía bien para quién era cada casa.

En Ravenclaw, nunca había escuchado de nadie destacable, sólo son chicos inteligentes.
Hufflepuff requiere ser leal, y eso es algo que no ha sido enseñado en mi casa.
Gryffindor era la casa que sin dudas más detestaba, la casa de los valientes leones.

Todos los enemigos de mi padre habían salido de esa casa, por lo que no sería para nada su agrado estar en una casa así. Sin dudas, la casa ideal para mí, era la de los astutos y hábiles Slytherin.

Era la mejor y casi segura opción.

Estaba seguro de ello y de que encajaría perfectamente, pues algunos de mis amigos también querían entrar en esa casa.

Necesitaba entrar en ella.

Mi padre lo había hecho y no deshonraría a mi padre. Toda mi familia había pasado por allí y yo no sería la excepción.

oooOOXOOooo


Al día siguiente, mi padre se dio un tiempo para acompañarme al callejón Diagón. En el primer lugar al que fuimos, estaba una mujer regordeta llamada Madame Malkin, quien vendía los uniformes escolares.

Mi padre fue a comprar los libros y mi madre a buscar la varita que ya habíamos escogido para ahorrar tiempo. Estaba repleto de gente y no nos gustaba demasiado la idea de interactuar con más personas. Me entregaron una túnica de mi talla, la más pequeña que había y me cambié. Al salir, me topé con un chico, parecía despistado o algo atontado.

Mientras Madame me tomaba las medidas del largo, hablé con él sobre la escuela y otras cosas sin importancia, pero él parecía afirmar como si no supiera nada de lo que le hablaba, y es que ya no me sorprendía.

Últimamente, en el colegio estaban aceptando a cualquiera, sin importar si conocía sobre él o su importancia. Mi familia detestaba a los que no eran de sangre pura. La verdad, a mi no me molestaban los que tenían al menos un padre mago, pero quienes si me desagradaban eran los muggles que entraban al colegio.

Ellos no se lo merecían, era un honor que ellos no valoraban.

- Realmente creo que no deberían dejar entrar a otros, ¿no te parece?- busqué contestación de parte del chico para saber si él era un medio-mago o un simple muggle- No son lo mismo, no los educaron con nuestras costumbres. Algunos nunca habían oído hablar del colegio Hogwarts hasta que recibieron la carta. Ya te imaginas. Yo creo que deberían quedar todo en las familias de antiguos magos.

El chico sólo afirmaba y cuando le pregunté su apellido, la señora lo despachó con su túnica. Me despedí con cortesía y seguí en lo mío. El resto de la tarde se perdió en las compras de las cosas necesarias. El mayor problema fue el de la mascota que llevaría.

Quería una lechuza por el correo, pero todos habían comprado una. Me encariñé con un hurón que había, pero no permitían tenerlo en Hogwarts, así que terminé escogiendo un búho de color negro, aunque como a mi madre, que le gusta de consentirme, me compró el hurón y lo llevamos a casa.

oooOOXOOooo

Unas horas más y estaría allá…en Hogwarts

Esa noche no pude conciliar el sueño.

Mi padre había dicho que una chica guapa, inteligente, de buena familia y educada me esperaría en el tren. Pensar en ella, me ponía ansioso. Se llamaba Pansy Parkinson, pero no me había dicho nada más.

Imaginando cómo sería, me quede dormido.

oooOOXOOooo

Al día siguiente, todos estábamos nerviosos. Llegamos antes de la hora, como era costumbre en nuestra familia y me despedí de mi hurón, con pena de no poder llevármelo.

Narcisa; mi madre, dijo que lo cuidaría, y sabía que podría verlo para Navidad. Dije adiós a mis padres y entré al tren algo asustado, pero sobre todo ansioso de encontrar a mis amigos. Pasé por los vagones, casi vacíos y caminé hasta encontrar a una chica. Parecía inmersa en su lectura, con tal concentración que no sabía si interrumpirla e inconscientemente me quedé mirándola. Era linda para su edad, tenía un toque de inocencia, sus ojos eran de un color vulgarmente conocido, sus labios alargados, pero no demasiado finos y su peinado enmarañado con un toque salvaje. Cuando estaba bajando los ojos por su túnica, noté su mirada y levante la mía enseguida.

- Disculpa que interrumpa tu lectura – ella cerró el libro, dejando ver que era un ejemplar de historia de Hogwarts, algo que yo había leído a mis 6 años- ¿Eres Pansy Parkinson?

- No, no he visto a muchos alumnos llegar aún. ¿Tú…eres?

- Draco, Draco Malfoy, ¿y tú? – los dientes de la chica me llamaron la atención. Eran blancos, grandes y perfectos.

- Hermione Granger, un placer. Eres de primer año, ¿en qué casa te gustaría quedar? – no parecía asombrada por mi apellido. Tal vez, mi padre no era tan conocido como pensé entre los sangre limpia, porque tenía que ser una chica de familia bruja… tenía que serlo.

- Slytherin, sin dudas. Pero no depende de lo que uno quiera, sino de lo que el sombrero escoja. Seguiré buscando a Pansy Parkinson. Nos vemos en el colegio – salí de allí en cuanto pude. Su nombre no me sonaba y las familias de sangre pura éramos pocas.

Esperaba que ella también lo fuera, porque no podía negarlo, me había quedado embelesado. Era inteligente, se notaba en su forma de hablar, en su concentración al leer… y era hermosa. La había mirado lo más que pude, buscando un defecto y sólo había encontrado esas cejas sin tocar, símbolo de su infancia.

Intenté no pensar más en ella y seguí recorriendo los vagones, hasta dar con uno donde estaban Crabbe y Goyle. Eran unos idiotas, pero al menos les conocía y sabía que me serían útiles, pues eran personas demasiado manipulables pero sin nada de cerebro.

Junto a ellos, estaba una chica de pelo oscuro y corto con una entupida partidura en medio. Me hizo gracia su timbre de voz, pero no me reí por si era alguien importante.

- Hola chicos, ¿ella quién es? – pregunté enseguida, para saber si podía burlarme de su ridícula voz.

- Pansy Parkinson. Creo que tus padres te han hablado de mí. Estábamos esperándote, ven siéntate a mi lado. Sal de aquí Crabbe – le empujó y éste me dio espacio para sentarme. Parecía una chica común, pero en sus ojos se notaba que no era de fiar.

Estuvimos hablando de las vacaciones, de lo emocionados que estábamos, aunque yo respondía como siempre sin interés. Miré por la ventana y vi una manada de pelos rojos despidiéndose, entre ellos, el chico de la tienda.

- Vieron es Harry Potter, el que está entre los Weasley – dijo Pansy sin mucho interés, pero me sorprendió. ¿Era Harry Potter? Había estado con él y no me había dado cuenta de que el chico que mi padre tanto mencionó, había estado a mi lado.

Me levanté de mi asiento enseguida, caminando hacia donde él iba, yendo en compañía de uno de los pelirrojos. Crabbe y Goyle me siguieron. Lo encontré sentado solo con ese chico de aspecto sucio, le recordé quién era yo y noté que no me miraba y que parecía no valorar lo que mi apellido significaba. Cuando lo dije, su repugnante amigo dejó escapar una risilla.

- Te parece que mi nombre es divertido, ¿no? No necesito preguntarte quién eres. Mi padre me dijo que todos los Weasley son pelirrojos, con pecas y que tienen más hijos de los que pueden mantener- ignoré al pobretón, para mirar al chico que llevaba tiempo ignorándome- Muy pronto descubrirás que algunas familias de magos son mucho mejores que otras, Potter. No querrás hacerte amigo de los de la clase indebida, yo puedo ayudarte en eso.

A pesar de mi enorme amabilidad, el chico me rechazó. No soporté su insolencia y dejé que Goyle les quitara unas golosinas antes de irnos. Estaba enojado por su actitud frente a alguien como yo, pero todo eso se me olvidó cuando la volví a ver. Estaba paseando por el pasillo cuando la mire a los ojos.

- Nos volvemos a ver… ¿terminaste tu lectura? – ella al igual que yo, ya estaba vestida y preparada para cuando llegáramos, se veía que era una chica precavida. Volví a quedarme mirándola, mientras ella me respondía.

- Sí, ya lo he leído varias veces, sólo repasaba la lectura. Estoy avisando a los alumnos que se preparen, parece que algunos de primero no tienen idea de nada – sonrió mientras seguía su camino- Nos vemos en el colegio.


Me quede mirándola partir hasta reparar en la presencia de Gabbe y Goyle aun a mi lado, seguí caminando aparentando que no me importaba mientras esos glotones se preocupaban solo de comer.

Intente no volver a pensar en ella en todo el trayecto…lo intente.

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Cuando nos agrupamos todos los de primero para ser seleccionados en el Gran Comedor no pude evitar buscarla con la mirada.

Cuando ella subió nerviosa pero segura de ella misma se sentó y inconscientemente desee que quedara en Slytherin para poder estar en la misma clase, pero para mi decepción el sombrero grito Gryffindor, luego me toco a mi y me senté con desgano.

El sombrero no alcanzo a rozarme los rubios cabellos cuando grito lo que tanto deseaba, y victorioso fui a sentarme a la mesa de Slytherin, aunque me entretuve con la gente que nos rodeaba no podía quitar los ojos de ella, no importaba que no estuviera en mi casa solo me conformaba con averiguar porque su apellido no me era familiar, no importaba si era una media-maga, pero no podría hacer nada si era una hija de muggles.

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Con Gryffindor solo compartíamos las clases de pociones con el profesor Snape, el jefe de mi casa y que por cierto me tenia un aprecio especial, porque aunque ni mi padre lo sabia, yo sabia lo que ese profesor sentía por mi madre y la preferencia que tenia por mi sobre el resto de mis compañeros, aunque no era solo por ello que me alababa años de practicar pociones

Me ayudaba a resaltar tal cual lo hacia aquella castaña sabelotodo que tanto llamaba mi atención.

Busque en múltiples libros el apellido de aquella chica pero no encontré nada, cada vez que iba a la biblioteca la encontraba a ella así que un día preocupándome de que estuviéramos a solas me acerque.

- veo que disfrutas de la lectura tanto como yo – intente sonreír pero ese habito lo había perdido con el tiempo.

- si, aunque no sabia que te gustara leer, pensé que solo venias a hacer deberes… por cierto que pena que quedaras en Slytherin aunque dijiste que era a la casa que querías pertenecer … no me parece una casa muy buena, siendo honesta contigo- me disgusto su comentario pero me agrado que me confiara algo así.

- bueno cada uno tiene sus razones, lastima que tengamos tan pocas clases juntos… me hubiera gustado poder compartir un poco mas contigo – arrastre las ultimas palabras en notar que lo que decía tenia su grado de confesión.

- si, aunque ¿supiste que nos tocan las clases de vuelo juntos?, me alegro mucho saberlo, creo que es porque a Ravenclaw se le hace imposible hacerlo con ustedes ese día, y como nosotros lo tenemos libre.

- genial... ¿entonces nos veremos el viernes? Bueno ahora tengo que irme, nos vemos y suerte con tu lectura –me aparte intentando no mirar hacia atrás aunque notaba su mirada fija en mi espalda.

Estaba feliz, demasiado para ser una noticia así, no le había preguntado si pertenecía a una familia pura o no, ni siquiera me había mofado de su compañero harry potter, solo quería poder tener una conversación con ella sin estropearlo, en llegar a mi casa todos maldecían por la noticia, logre fingir sin que nadie notara mi felicidad y me fui a dormir esperando que los días pasaran rápidamente.

Pero… ese día se termino mi sueño… me gustaría olvidar ese día, si hubiera seguido sin saber las cosas… no habría perdido años de mi vida insultándola con tanto afán…

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Cuando llegue a clases de vuelo solo quería verla, no la salude pues ella hablaba con una chica y no quería que los de mi casa vieran que la conocía por si era solo una muggle, pero cuando nuestras miradas se cruzaron ambos nos regalamos unas sonrisas.

Cuando la profesora nos explico como llamar a la escoba, no tarde en tenerla en manos (Ya llevaba años montando una) pero en lo que note que ella se desesperaba un poco por no lograrlo, un escalofrió me recorrió pero no era la única que tenia ese problema así que me tranquilice al ver que al menos no fue la ultima en lograrlo.

Tras unos momentos la profesora Hooch se acercó, al notarla tan nerviosa y no pude evitar intentar escuchar lo que le decía.

- no se preocupe señorita Granger es normal que le cueste, pero no se preocupe hay muchos hijos muggles que lo dominan mejor incluso que los hijos de magos – le regalo una sonrisa a la chica y se aparto para continuar.

Cuando la profesora nos pidió subir a las escobas estaba tan conmocionado por la reciente noticia que lo hice mal, y note la sonrisa que esto producía en Potter, pero no me importo ni mucho menos me inmuto lo que le ocurrió minutos después a Neville Longbottom.

No me importaba nada.

Porque lo que menos quería que pasara sucedió, aquella chica que tanto me gusto era una simple hija de muggles.

Si bien aceptaba que los medio-magos estuvieran en el colegio ya que ellos no tienen la culpa de que sus padres se enamoren de muggles, una cosa muy distinta era que aceptaran a gente de tan baja clase como lo eran los sangre sucia…muy distinta.

Pero ahora que me entero de que ella lo es, desearía no pensar de esa forma, porque por mucho que quisiera volver a acercarme a ella no podría, había algo que nos separaba, un sangre limpia jamás podría estar con una sangre sucia como ella.

Y desde ese día deje de tratarla con cortesía, me empecé a mofar de ella y de sus dos amigos, y aunque lo oculte para todos los demás intente enterrar mis sentimientos, aquellos que no logre entender hasta años después…