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martes, mayo 10, 2011

maldita sangre cap 3

Siento la demora, espero les guste mucho este cap, pronto tendré la parte de Hermione de este y del capítulo anterior, solo sean pacientes, por favor dejen comentarios si no tienen cuenta mándeme un mail o mensaje, sé que hay mucha gente que me lee y no me deja nada, y es triste porque yo me animo a seguir escribiendo con los comentarios que ustedes me dejan, próximo capítulo ya es parte del segundo libro, gracias por leerme.

Decidí hacer este capítulo aunque es más corto que el anterior porque hay cosas del primer libro que quedaron en el aire

Los personajes no son míos son de J.K.R [creo que esto todos lo saben pero igual obligan a ponerlo]

Mi Draco, Mi Hermione

Capítulo III Parte Draco.

Primer año:

Aquel día no pude evitarlo ella estuvo en mis pensamientos durante todo el día o lo que quedaba de él, sabía que ella aun no sabía de mi conocimiento ni mucho menos de mi estilo de vida, pero de seguro sus compañeros terminarían diciéndole la verdad, y ya todo entre nosotros se acabaría, pero aun así tenía que acabar mis padres jamás me dejarían tener una amistad así, pero como decirle que es por sus padres que la juzgo? Después de todo uno no escoge a sus padres… pero eso a mi familia no le importa y a mí por tanto tampoco tiene que importarme es una hija de Muggles y eso era todo, no había vuelta atrás.

Y no pude, nos cruzamos en ocasiones pero la evite, no quería tener que decirle algo feo por estar acompañado, luego de unos días de que ella lo notara comencé a andar solo pidiendo a mis amigos que me dejaran en paz logre ir a la biblioteca y la busque, necesitaba verla, necesita saber por qué serle indiferente me dolía, porque quería volver a escucharla y me acerque notando que ella atónita cerraba su libro sin saber si huir de mí, lo más seguro era que ya los demás alumnos se habían encargado de decirle la verdad sobre mi familia.

-H-hola… - fue lo único que salió y ella se volvió a sentar mirándome confundida- eh notado que estudias mucho, y que sabes demasiado también –intente ser amable y me senté frente a ella procurando que nadie nos viera pero ella lo noto.

- hola, miras si no hay alguien que te reconozca, ¿no quieres que te vean con alguien como yo? – su tono de voz fue seco y violento pero no le hice caso tenía razones para estar así la había evitado por casi un mes.

- ¿Qué lees? ¿Estás haciendo alguna tarea para esta semana? –ella respondió en un comienzo con monosílabos pero luego de hablar de nuestras clases preferidas y de temas de algunos libros de segundo año que ambos nos habíamos tomado la libertad de leer anticipadamente sonrió como antes- pues aunque no lo creas pociones es mi asignatura favorita no porque el profesor muestre favoritismo hacia mi sino porque la asignatura me parece fascinante.

- bueno eso explicaría tus calificaciones, aunque aquello se opaca por el favoritismo que muestra el profesor Snape, todos creen que el te pone esas calificaciones por ello.

-bueno a la gente siempre le gusta ir hablando de todo – ella se quedo callada y titubeo sabia que quería preguntarme si lo que ella escuchaba era verdad pero no se atrevió y lo agradecí me gustaba más la idea de que pensara que solo eran rumores a que supiera la verdad- Bueno señorita Granger tengo que ir yo a hacer mis deberes, y no creas que me rendiré recuerda que estoy detrás de ti en la mayoría de las asignaturas

Ella sonrió y me fui de allí antes de que alguien extrañara mi presencia, al llegar a la sala común me deje caer en uno de los sillones con una sonrisa en la cara, pero porque ella me ponía así, porque junto a ella sentía que era otro yo y que desgraciadamente ese yo me gustaba.

Cuando Pansy entro la mire unos segundos aquella chica de tono chillón no me dejaba en paz, parece que mis padres le habían encomendado vigilarme y acosarme, porque siempre aprovechaba toda oportunidad para alagarme como si con ello se ganara mi simpatía

Hable unos momentos con ella, pero no me parecía de verdad para nada interesante escuchar los chismes del Hogwarts, no me interesaban las parejas que se formaban ni las dinastías de algunos de esos magos o el pasado oculto de algunos de los profesores. Cuando al fin me dejo en paz me fui a mis aposentos privados como mi padre bien los había exigido aunque no me abría molestado compartirla con Theodore Nott, de todo slytherin era el único que a mi juicio se había ganado mi confianza con él al menos se podía conversar de cosas más interesantes que los chismes.

oooOOXOOooo

Los días volvieron a pasar pero esta vez nos mirábamos en ocasiones sin que nadie lo notara después de todo ella jamás estaba acompañada, ello llamo mi atención y decidí intentar saber porque siempre estaba sola así que en una ocasión logre perder a Crabble y Goyle fui a la biblioteca por ella la note algo triste así que me acerque con disimulo y cuando la note más concentrada en su libro le di un respingo que la hizo saltar y termino regalándome una de sus hermosas sonrisas.

- ¿Qué pasa Granger? – le sonreí y me senté en la mesa- te he notado algo sola

-ah… eso es normal, no acostumbro tener muchos amigos, no digamos que a muchos chicos de mi edad les agrada la idea de estar tanto en la biblioteca –sonrió pero sus ojos color miel reflejaron un hilo de pena que fue perceptible para mí.

- pues a mí me parece fascinante, digo… me gustaría tener a alguien como tu para charlar créeme las conversaciones de mis amigos no son para nada interesantes y me da la impresión que al menos a tu lado aprendería unas cuantas cosas diarias, una persona que lee tanto es muy culta y lo demuestras en clases.

Se quedo callada observándome tan atentamente que llegue a pensar que podía leer mis pensamientos o que había dicho algo que la había insultado sin si quiera notarlo, abrió la boca un par de beses queriendo decirme algo pero al parecer no sabía cómo escoger las palabras apropiadas.

- Malfoy… sabes… escuchado una serie de cosas que me tienen muy confundida, también he leído mucho sobre tu familia- se quedo en silencio mirándome como esperando que fuera yo el que lo contara, sabía que este momento llegaría y había pensado las miles de formas de expresarle las cosas de la manera más sutil y educada posible- es verdad que tu odias a las personas como yo… ya sabes… hijos de Muggles

- es... verdad –no sacaba nada con mentirle sabia que ese momento llegaría y tenía que hacerlo, aun no entendía que era lo que aquella chica me hacía sentir, o porque a ella le trataba de forma diferente a todo el resto del mundo, pero era mejor cortar aquello de raíz antes de que se convirtiera en algo que ni yo mismo pueda controlar- soy de la familia Malfoy la familia de herencia más pura y digna de todo el colegio, dentro de las creencias y enseñanzas familiares, existe una enemistad eterna entre los hijos de padres no magos, puede que si nos sentáramos a conversar las razones de esa enemistad llegarías a entenderlo pero ahora no tengo tiempo para ello.

-no, nunca podría llegar a entender que discrimines a alguien por algo que él no puede escoger ¿escoges acaso tu a tus padres? –su mirada cambio completamente, me miraba con un brillo ferviente en sus ojos.

- claro que no puedes escoger a tus padres pero los magos y los Muggles jamás debieron juntarse, los seres sin magia no son dignos de nada, son lo más bajo que existe – me arrepentí en cuanto aquellas palabras se arrastraron por mi boca, sabía que mis palabras le harían daño pero no pude controlarme, no pude restringir pensamientos y enseñanzas desde la cuna.

- ¿q-q-qué has dicho?, pues no te tomes la molestia de volver si quiera a mirarme no se qué haces hablando con una chica como yo –se levanto rápidamente tomando sus libros mientras yo me mordía la lengua quería rechistar defenderme o incluso disculparme, pero era lo mejor, que ella se alejara de mi era lo que debía pasar y lo mejor para ambos nuestra amistad no podía llevar a nada bueno.

Cuando paso a mi lado con los ojos húmedos levante la mano pero no le retuve, deje que se fuera y fui a mis clases habituales, era lo mejor, ella era una sangre sucia, hija de Muggles, y peor aún estaba relacionándose con Harry Potter quien ya me tenía a mi mas que cansado, todos hablaban de él como si fuera el héroe más grandioso del mundo cuando no había hecho nada digno de admirar.

oooOOXOOooo

Horas después me entere mientras cenaba que Weasley se había portado de forma grosera con ella y no pude evitarlo sentí odio en su contra, ¿quién era él para ofenderla? ¿Quién era él para herirla?, aunque me mofe de todo mientras comíamos estaba preocupado, no dejaba de mirar a la mesa de Gryffindor, tenía que sentirse muy mal para no haber bajado a la hora de la cena, de seguro estaba llorando.

Cuando el profesor estúpido de defensa contra las artes oscuras entro en el gran comedor corriendo y gritando sobre un supuesto troll todos cayeron en pánico, nos hicieron regresar a nuestras casas, cuando todos comenzaron a caminar pensé en ir a buscarla, ¿pero de que servía? Yo había decidido que las cosas estaban mejor alejándonos no podía ir a buscarla ahora, además, ni siquiera sabía en qué baño estaba, solo me fui a las mazmorras donde lo único que pude hacer fue pensar en ella, pero en aquel momento no tenía idea de cuánto me arrepentiría de no ir por ella… solo me di cuenta de ello a la mañana siguiente cuando los rumores de que Ron Weasley y Harry Potter habían ido en su rescate, y no era solo un rumor, ella no se separo de ellos nunca más, mayor razón para no volver a acercarme.

Desde ese día no la vi nunca sin la compañía de Potter y Weasley, ella dejo de mirarme, y tenía sus razones, yo le había dado razones de sobra para que dejara de hacerlo, intente dejar de mirarla pero estúpidamente siempre me sentaba en dirección hacia la mesa de Gryffindor, evidentemente para poder verla, y poco a poco comencé a notar algo en sus ojos, era feliz, junto a ellos lo era, sonreía con mayor frecuencia, por ellos era capaz de dejar los libros unos momentos para poder hablarles, ya no había vuelta atrás la había alejado de mi y no me quedaba más que solo mirarla de lejos como siempre debió ser, somos personas demasiado diferentes, era completamente imposible llegar a tener algo como una amistad y para mi pesar completamente inalcanzable llegar a tener algo mas, que era lo que yo sentía por ella, era un niño pero podía entender claramente a mi corazón.

oooOOXOOooo

El año se me fue tan rápido que no note que ya era época de irnos, Slytherin había ganado la copa pero a mí no me importaba demasiado, solo quería irme a casa, necesitaba mi castillo y mi escoba para poder relajarme y quería ver el hurón que mi madre me regalo, así que solo anhelaba salir de allí, cuando Dumbledore nos anuncio que habían cambios en los puntajes no me sorprendió se notaba desde hace mucho que ese viejo loco estaba de parte de la casa de los leones y que tenía una preferencia hacia Potter.

Al parecer los rumores matutinos de que Potter había estado en peligro junto a sus amigos habían sido ciertos y por romper las reglas de salir de noche y miles de otras el profesor los estaba alabando, me dedique solo a mirar mi vaso esperando a que terminara cuando note que cambiaba el decorado de la habitación, al alzar la vista note que ella le sonreía ampliamente a Potter y no pude evitar mirarlos con odio, si yo no fuera quien soy ella me estaría sonriendo a mí, si yo no viniera de la familia que vengo… estaba…deseando que mi familia no fuera la que era…

"no, nunca podría llegar a entender que discrimines a alguien por algo que él no puede escoger ¿escoges acaso tu a tus padres?"

Ella tenía razón, uno no escogía sus padres ni tampoco la vida que llevaba, yo deseaba poder ser Potter, no por su fama sus virtudes o el mismo, sino porque el podía estar con ella sin que nadie le mirara como un enfermo mental o les rechazaran por ello… algo que yo jamás podría, las emociones se me constiparon en los ojos y me contuve hasta poder salir de la sala, necesitaba olvidarla, arrancarla de mi corazón, necesitaba alejarme de ella lo antes posible.

viernes, febrero 05, 2010

Maldita sangre

[Harry Potter] Maldita sangre

cap 2 "el chico de los ojos grises" [version Hermione]

Aun la recuerdo…como si fuera ayer la recuerdo…las pocas letras que cambiaron mí vida…que la cambiaron por completo, acercándome a un mundo desconocido, lleno de aventuras y diversión, cosas nuevas y excitantes…acercándome a él…

Domingo por la tarde…día normal, pacífico, calido en medio del verano, silencioso excepto por la TV encendida que mamá no apaga ni para cepillarse (y eso que son dentistas, ella y papá)…y el fastidioso motor de la podadora eléctrica que la vecina de empecinaba por presumir…

¿Yo?

Solo soy una niña demasiado madura para mi edad, que veo las cosas desde un punto de vista siempre diferente, y doy comentarios increíblemente elaborados para mi desarrollo…once años y mis padres piensan que aun no puedo hablar de política ni leer el periódico…por favor…

Pero en fin, una niña como cualquiera, que leo un libro extremadamente grande recostada en el alfeizar de la ventana del Living…pasó las páginas lentamente, mientras mi madre se encuentra en la cocina preparando una merienda libre de azúcar (por aquello de los dientes)…y papá la atosigaba cambiando los canales para ver el deporte…los Manchester no iban bien ese año…

Todo en paz hasta que llego la lechuza…

Si una lechuza, enorme y tremendamente blanca, con una carta enrollada a forma de tuno en su pico…

Mamá se asomo rauda a ver cual era el alboroto…y al cabo de dos segundos estallo en gritos desesperados…papá corría detrás de ella, tratando en vano de que se calmara, alborotando más al ave que batía las alas furiosa tumbando como los otros dos, todo lo que había al paso…

Me comencé a alterar, mucho ruido, mucho desastre…ruido ruido ruido….solo quería silencio, silencio…silenci…

-SILENCIO.

Una fuerte explosión invisible salió de mi cuerpo como un campo de fuerza…que inmediatamente tumbo todos los cuadros y adornos de la casa, reventó todos los vidrios y…llamo la atención de mis padres…que ya calmados y asustados me miraron.

Entonces me levante y extendí una mano a la pobre lechuza alterada…y sin podérmelo creer… el ave se poso en mi brazo, entregándome su correspondencia.

Lo que leí en voz alta me dejo perpleja...

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA
Director: Albus Dumbledore
(Orden de Merlín, Primera Clase,
Gran Hechicero, Jefe de Magos,
Jefe Supremo, Confederación
Internacional de Magos).

Querida señorita Hermione Jean Granger:

Tenemos el agrado de informarle que ha sido usted aceptada en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, siendo usted hija de no-magos, un representante de nuestra institución se encargara de darle la información correspondiente.

Datos adjuntos: Lista de útiles del año escolar 1, Boleto para un pasajero en el Expreso de Hogwarts, abordado en el anden 9/34.

Fecha de inicio del año escolar 1 de Septiembre de año en curso.

Atten…
Minerva McGonagal
Subdirectora
Jefa de la casa de Gryffindor.
Orden de Merlín Primera clase.


Si lo se… ¿Algo loco no? Al principio mamá creyó que era una especie de broma, y miro a la lechuza como si el ave tuviera la culpa o la razón de ese chiste…

Su padre en cambio guardo silencio, mientras la observaba calculadoramente…yo conocía esa mirada, era la mirada de “¿Como no me di cuenta?” o “¿Como fue que paso?”

Algo egoísta a mi parecer, porque al fin y al cabo el asunto era con ella…no con él…

¿Yo?

Solo me quede con la carta en las manos, sin creerlo por completo aun, aunque claro, eso me daba MUCHAS respuestas, y amo las respuestas.

Cuando me disponía abrir la boca un fuerte golpe en su puerta los sobresalto de nuevo.

-Buenas tardes- en su puerta se encontraba una mujer alta, de cabello gris recogido en un moño tan apretado que llegue a pensar que se le dificultaría pensar, sus lentes de montura cuadrada le daba un aspecto severo, más sin embargo se veía amable cuando al verme de cerca me sonrió- ¿Puedo pasar? Soy Minerva McGonagal subdirectora de…

-Hogwarts- complete la de inmediato- el colegio de Magia y Hechicería.

McGonagal acentuó su sonrisa, sin duda la pequeña era inteligente…tal vez iría a Ravenclaw…la mujer se acerco a la niña, mirándola más de cerca y detalladamente…la magia era algo que le brotaba por la piel.

La docente se sentó con mis padres, explicándoles el origen razón del que ahora en adelante sería el mundo de su primogénita. Ellos la verdad no preguntaron mucho, estaban demasiado sorprendidos y absortos con la revelación que solo decían “si” a lo que se les preguntara…

Solo su padre alzo una interrogante…como y donde le conseguirían sus materiales de estudio…McGonagal solo sonrió, directamente hacia ella.

- Bueno, solo hay un sitio en Londres para conseguir todo lo necesario. Y ese lugar es: El callejón Diagón…


oooOOXOOooo

Aun no me acostumbraba a estar entre tanta gente vestidas como si salieran del reparto de una película medieval, capas y sombreros, túnicas y escobas…un par de veces no aguanté y me hecho a reír ante tamaña ridiculez…pero la risa se me paró en seco cuando la guía me informo que mis túnicas de estudio…eran igualitas…

Pero a su vez era un lugar completamente fascinante, los pequeños niños de menos de 6 años, se guindaban de los brazos de sus padres mientras las largas túnicas que vestían los seguían al vuelo, los de mi misma edad, cargaban grandes paquetes con pergaminos, varitas, ingredientes raros para pociones, o eso suponía, y lo mejor de todo, Libros…muchos muchos libros.

Cuando entre a la librería de Florist y Bots, mi primera impresión fue que aun le quedaba por leer en la vida, cientos y cientos de tomos se repartían de forma completamente desordenada por las repletas estanterías del local, en el cual los estudiantes nuevos y viejos se arremolinaban en busca de sus textos, con mis padres logre encontrar luego de varias horas los que necesitaba, más una docena extra que escogí para lectura personal, entre los que destacaba un grueso tomo titulado Historia de Hogwarts.

Hay fue cuando lo vi por primera vez…sin que él lo notara.

Mientras bajaba “Pociones para principiantes”, observe por reflejo entre el espacio que el libro dejo, y se quede maravillada con la imagen ante mis ojos…

De inmediato me ruboricé retirando la mirada asustada de ser descubierta, cosa que afortunadamente nadie noto, mi respiración estaba escandalosamente agitada, como si de un maratón viniera corriendo, mientras abrazaba con fuerza “Pociones para Principiantes” contra mi pecho.

Con sumo cuidado me levanté centímetro por centímetro, cuidándome de no hacer ni el más mínimo ruido… hasta que logre divisar un destello dorado que me fascino para luego comenzar a detallar el resto del sujeto en cuestión…


Mientras lo observaba en silencio, el objeto de su escrutinio silencioso leía absorto algo que no logre saber a mi distancia. Seguí con la vista todos los movimientos que aquellos ojos tan maravillosamente grises hacían al leer…

De repente con un movimiento tan repentino que me sobresalto, el chico cerro el texto en sus manos con un ruido sordo; sonido que camuflajó perfectamente el pequeño grito ahogado que di antes agacharme de nuevo para esconderme.

Sin duda aquel era un mundo diferente al mío…

oooOOXOOooo

Me había despedido de mis padres en la estación de trenes…

Estos…bueno se deshacían en lágrimas, yo estaba la mar de feliz.

Por fin algo de libertad, estaba nerviosa sin duda, un lugar completamente nuevo, donde existía la magia en cada esquina, magia que por supuesto ya estaba buscando de entender y entendiendo en efecto, mejor que muchos de mi edad y curso…me había leído ya todos los libros reglamentarios para el primer año, varios de la historia mágica y mi favorito…el que me absorbía en aquel momento.

Estaba sumergida, letra tras letra, palabra tras palabra, frase tras frase…en una historia, la historia de Hogwarts.

La emoción me invadía tanto (No todos los días comienzas un curso en una escuela de magia) que mi olvidado tic nervioso resucitó moviéndome el texto en las manos, más sin embargo mi mente es incapaz de despegarse de lo que lea y mis ojos viajan absortos en la lectura…

Así estaba hasta que llego él…

Lo escuche antes de verlo, el sonido de la puerta deslizarse al abrirse alerto mis sentidos, de manera invasiva, mi olfato se despertó ante la sutil fragancia marina que lleno el compartimiento que hasta el momento estaba a solas, a acepción de ella claro.

Y luego su voz…esa voz tan infantil pero que al mismo tiempo me atrajo tanto como su dueño…

- Disculpa que interrumpa tu lectura ¿Eres Pansy Parkinson? - ¿Quién era Pansy? ¿Importaba quien era en realidad? No, me vi pensando una respuesta… “no soy pero podría…” porque cuando mi cerebro conecto su voz con lo que poco a poco iba viendo…me sentí desconectada.

Despegue la vista en lo que registre la pregunta, pasando lentamente desde unos zapatos lustrosos de un negro brillante, por una nueva túnica de mago, limpia y recta, una piel pálida que se revelaba en las manos que sobresalían de las mangas.

Su cuello igual de blanco, que se abría paso a un rostro redondeado por su niñez pero que desbordaba audacia; este era enmarcado por un brillante y increíblemente dorado cabello, unos ojos grises como el mercurio completaban el conjunto.


Era el mismo…el mismo chico que había visto en la librería el otro día…

Si no me he puesto de colores pues es un milagro, ya que juro sentir como mi cara de repente esta más caliente…

-No, no lo soy….- me encontré respondiendo, y para mi agrado…él no pareció contento con esta respuesta…-no he visto a muchos alumnos llegar.

-Bueno, disculpa…por cierto, mi nombre es Malfoy…Draco Malfoy.-correspondí a la brillante sonrisa que me era obsequiada.

- Hermione, Hermione Granger, un placer. Eres de primer año, ¿en qué casa te gustaría quedar? –me atreví a preguntar.

- Slytherin, sin dudas. Pero no depende de lo que uno quiera, sino de lo que el sombrero escoja. Seguiré buscando a Pansy Parkinson. Nos vemos en el colegio – y así sin más se fue, dejándome totalmente atontada.

oooOOXOOooo

Caminaba aun por el tren, mientras ayudaba a un niño de su año completamente desesperado porque no conseguía su sapo…

¿Que cómo había llegado yo a esa situación?

Fácil…

Después de que el chico llamado Draco Malfoy se presentara en mi vagón…no pude continuar leyendo, simplemente no podía, así que me paré decidida y camine entre los vagones, entre uno de ellos me tope con un muchacho de cara redonda que de inmediato me inspiro lastima y un poco de simpatía…este se agachaba en los pasillos, exponiendo su nada agraciado trasero hacía arriba mientras musitaba quedamente…

- Trebor…trebor ¿Dónde estas?...- cuando unos muchachos mayores que ellos comenzaron a molestar, me compadecí por completo, y agachándome junto a él le hable.

-¿Disculpa? ¿Se te ha perdido algo? ¿Necesitas ayuda? ¿Cómo te llamas?- el chico se volteo hacía mi totalmente sorprendido y de inmediato se sonrojo de manera escandalosa- ¿Estas bien?- tardo un rato en responder.

-Si…hemm, me llamo Neville, hem…perdí a mi sapo…trebor ¿Lo has visto?- Me levante tendiéndole una mano y él la tomo avergonzado.

- No lo he visto- sonreí- pero te puedo ayudar a encontrarlo… ¿Vale?

…y ahora me encuentro entrando a los vagones preguntando a sus pasajeros si habían visto un sapo llamado trébol…trebor…trobol…como sea…

Abrí con rapidez la puerta de un compartimiento donde estaban solo dos chicos que a todas luces era de primero, por su estatura, uno de ellos con el cabello de un horrible color rojo fuego…y el otro de negro azabache, tan desordenado que parecía venir de una feria de fuegos de artificio; y con unos muy remendados lentes sobre el puente de la nariz…

Los dos me miraron como tontos…supuse que mí cara de fastidio hablo por mi

-¿No han visto un sapo? Lo perdió un niño llamado Neville…-
-no…-respondieron ambos, pero no escuche, pues tenía fija la mirada en algo que no había notado: el pelirrojo tenía una varita lista para ser usada.
-OH, estas haciendo magia- afirme- adelante…-mi voz es demandante lo se…pero así soy.

Y entonces el chico pelirrojo comenzó el hechizo más absurdo del que tengo conocimiento.

- Rayo de sol dorado; color de la mantequilla; ¡convertid esta rata en amarilla!- y…nada obviamente…tuvo suerte de que la dichosa rata no explotara o algo así…decidí intervenir…

-¿Seguro que es un hechizo de verdad?- se me escapo una pequeña risa- bueno… No funciona ¿No?... yo solo he probado hechizos sencillos, - agregue orgullosa- pero han funcionado bien- decidida y con la barbilla en alto apunte al chico de gafas directo al rostro- ¡Oculus Reparo! ¿Mucho mejor verdad?- y entonces note quien era, esa cicatriz solo pertenecía a alguien- ¡Caracoles hervidos eres Harry Potter! Yo soy Hermione Granger…-mire al otro chico que masticaba algo con la boca abierta y eso me causo repulsión- ¿Y tu eres?

-Ron Weasley –respondió con la boca medio llena de alguna chuchería.
-Un placer-murmure antes de levantarme- tienen que cambiarse ya…-les comenté y luego con una última mirada vi al tal Ron…- tienes tierra en la nariz por cierto…quítatela…hay- y me fui del compartimiento sin dejar de pensar que esos chicos no me caían muy bien…no como él…

Y como llamado por mis pensamientos lo encontré.

Él me miro directamente a los ojos antes de comentarme con su voz de palabras arrastradas.

-Nos volvemos a ver… ¿terminaste tu lectura?- me sonroje en poco cuando noto como la mirada del chico vagaba por mi.

Conteste sin darme cuenta de lo que decía solo tenia ojos para mirarlo, quería mantener su recuerdo en mi memoria mucho mas tiempo, pero tenia que seguir ayudando al chico y sus amigos me miraban de una forma extraña así que me despedí rápidamente y le vi marcharse…

Definitivamente ese chico si le agradaba…



oooOOXOOooo


Cuando me llamaron para seleccionarme una casa, no pude evitar sentirme nerviosa, endemoniadamente nerviosa, me susurre a mi misma mi adorado mantra de “Tranquila Hermione…” pero no funciono…

Cuando el envejecido sombrero se poso sobre mi cabeza me sentí mareada, el comenzó a hurgar en mis pensamientos, en mis conocimientos…

y solo en ese momento lo note, en el fondo yo sabia a que casa queria ir, aunque no me gustaban sus ideologias, y sabia que no eran de muy buena fama, la casa de slytherin era lo que queria, porque sabia que el deseaba ir alli y lo mas seguro era que quedaria, despues de todo se nota que es de las personas que todo lo que desean se les cumple.

- Excelente…eres brillante…la mente de un genio…-Ok…me sentí alagada y con el ego a millón- pero… ¿Dónde te pondré’ Ravenclaw es buena opción…pero mejor iras a…¡GRYFFINDOR!- esto último me retumbo en los oídos…

Camine feliz a la mesa que me recibía con aplausos, pero no pude evitar observar el rostro de decepción del chico rubio que llamaba mi atención…

Observe como el resto atenta a toda la selección, a él lo enviaron a Slytherin, y la verdad no entendí el comportamiento de los chicos de mi casa…abucheándolos e insultándolos cada vez que alguien era seleccionado para la casa de color verde…para mi, era iguales, incluso más educados.

Eso comparándolo a él con el troglodita llamado ese Ron…que por cierto fue a sentarse a su lado…

oooOOXOOooo


A las primeras semanas de estudio resalte de inmediato entre todos mis compañeros, respondiendo a casi todas las preguntas en clase…

Bueno esta bien a TODAS las preguntas en clase…pero ¿Qué? Si soy la única que las sabe…

El único que podía estar a mi nivel académico era el chico Malfoy, era increíble en pociones, clase única que compartíamos entre nuestras casas, y el profesor le adoraba, claro era el jefe de Slytherin…pero dejando eso de lado, él si era bueno en la materia…cosa que por cierto me agrada, ya que no es un bruto como el chico de Gryffindor llamado Seamus…ese explota todo.

Y maravillosamente había encontrado el sitio perfecto para mí dentro de TODO el castillo, mi rincón dentro de Hogwarts.

La biblioteca.

Pase, paso y pasare horas en ese lugar, el olor a naftalina y a papel viejo y húmedo, a pergamino nuevo y tinta fresca…siempre serán mis favoritos…sobre todo el pergamino…

Siempre veía entre los libros de la sección de historia mágica al chico de Slytherin Malfoy….siempre leyendo…pensé que hacía los deberes para Snape, o para Binns y nunca me le acerque, la verdad…no soy tan Gryffindor.

Él en cambio…si lo hizo.

-Veo que disfrutas de la lectura tanto como yo- me dijo una tarde donde ni un alma vagaba por la biblioteca, lo mire antes de responder.

- Si, aunque no sabía que te gustara leer, pensé que solo venias a hacer deberes… por cierto que pena que quedaras en Slytherin aunque dijiste que era a la casa que querías pertenecer… no me parece una casa muy buena, siendo honesta contigo-

Yo y mi bocota, ¡¡Que alguien me calle por favor!!!

¿Mi excusa para haber dicho semejante cosa?

Bueno

A: estoy nerviosa, y los nervios me hacen hablar.

B: bueno, la cantaleta que tienen en mi sala común ya se me grabo, ya saben eso de que los Slytherin son de mala reputación…bla, bla, bla…

C: …no tengo C.

Pero él gracias a Merlín no se molesto, y tratando de sonreír replico a mi comentario.

-Bueno cada uno tiene sus razones, lastima que tengamos tan pocas clases juntos… me hubiera gustado poder compartir un poco mas contigo- esto último lo dijo en voz muy baja…perfectamente lo escuche, sonrojándome un poco comente algo que la verdad me tenía nerviosa.

Le comunique aunque suponía que el ya lo sabia, que tendríamos otra clase juntos, “Vuelo”, al parecer ninguno de ambas casas estaba muy feliz, la verdad ambas casas no parecen tener un buen ambiente en posiciones, pero no era el caso de ese chico conmigo, luego nos despedimos amablemente y otra vez se fue sin más, dejándome atontadísima, y le seguí con la mirada hasta que salio de la biblioteca.

Espere que llegara la clase de vuelo, súper nerviosa pues lógicamente no sabía NADA de volar, así con las 4 letras…y aunque lo intente no encontré nada de utilidad en mis amados libros.

…si lo intente…busque ¿Cómo volar? en el índice…pero nada.

Y para sumarse a mi estrés preadolescente ese día lo vería a él…¿Y si hacía el ridículo?

Quien hubiera creído que las cosas cambiarían tan radicalmente después de una simple clase de vuelo…pero lo hicieron, prejuicios estupidos que están arraigados en lo más profundo de algunos raciocinio…y algunos corazones. Como el de él.


oooOOXOOooo

Ese día hablaba con una chica que dormía en mi habitación, llamada Parvati Patil, bastante habladora, cotillera, sin cerebro pero sin duda graciosa…

Cuando lo vi llegar con el resto de sus amigos no pude evitar regalarle una sonrisa, la verdad me emocionaba mucho verlo…y más aun cuando él me devolvió el gesto.

No podía ser mejor.

Pero si peor…porque cuando nos indicaron como llamar a la condenada escoba la muy desgraciada ni caso me hacía…

-Arriba…arriba…ARRIBA….-casi pierdo la compostura y le entro a patadas al bendito palo con ramas que tenía a mis pies…Madame Hoock se acerco a mi, previniendo el desastre y tratando vanamente de consolarme por mi poco talento con la escoba…¿Qué dijo?

Ah si…

Me recorto que soy una hija de muggles y por eso no tengo la misma habilidad de los magos, pero no me desanime porque me costara, después de todo el ultimo en levantar la escoba fue neville, pero estaba mal porque sabia que el me miraba, y eso me ponía nerviosa, cuando volví a mirarlo cuando la profesora se aparto note algo distinto en sus ojos y no volvió a mirarme en toda la tarde… ¿Qué paso?

Desde ese día todo cambio, yo sin saber hasta mucho después la razón de su cambio, simplemente era otra persona, me humillo, me ofendió…me hizo odiarlo…sepultando muy dentro los sentimientos que se agolpaban por salir de mi interior, aquellos de los que nadie nunca supo.


Version creada por Ines ^^ ella hara las partes de hermione mientras yo hago las de draco malfoy -3-