lunes, enero 25, 2010

No es lo que parece

[Harry Potter] Maldita sangre

cap 1 "No es lo que parece"


Estaba tremendamente ansioso por mi primer día, aun saboreaba la cara de mi padre cuando la carta con el sello de Hogwarts llegó a nuestro buzón y el repulsivo elfo doméstico se la entregó. Mi padre no dudó en leerla en voz alta arrastrando cada palabra y esperando un tiempo casi interminable entre cada coma de aquella dichosa carta.

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA
Director: Albus Dumbledore
(Orden de Merlín, Primera Clase,
Gran Hechicero, Jefe de Magos,
Jefe Supremo, Confederación
Internacional de Magos).

Querido señor Draco Lucius Malfoy:

Tenemos el placer de informarle; que su solicitud de una vacante en el Colegio Hogwarts de Magia, ha sido aceptada.

Datos adjuntos: Lista de útiles del año escolar 1, Boleto para un pasajero en el Expreso de Hogwarts, abordado en el anden 9/34.

Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.

Atten…
Minerva McGonagal
Subdirectora
Jefa de la casa de Gryffindor.
Orden de Merlín Primera clase.



Se habían acabado los endemoniados profesores particulares y los deberes extras. Aunque había una cosa que extrañaría, al menos el primer año, y eso era mi escoba.

Poder quitar los pies de la tierra y refrescarme con el viento en mis mejillas.

Así que, persuadí a mi padre para que me permitiera jugar, al menos hasta finales de agosto. Lamentablemente en Hogwarts no está permitido tener escobas en primer año. Aunque, insistirá al profesor jefe de mi casa, que claramente sería Slytherin, para que me permitiera tener una. De seguro que el saber que Lucius Malfoy era mi padre, ayudaría a que me lo permitiese.

Sabía que iría a Slytherin, porque llevaba años estudiando sobre el colegio Hogwarts y conocía bien para quién era cada casa.

En Ravenclaw, nunca había escuchado de nadie destacable, sólo son chicos inteligentes.
Hufflepuff requiere ser leal, y eso es algo que no ha sido enseñado en mi casa.
Gryffindor era la casa que sin dudas más detestaba, la casa de los valientes leones.

Todos los enemigos de mi padre habían salido de esa casa, por lo que no sería para nada su agrado estar en una casa así. Sin dudas, la casa ideal para mí, era la de los astutos y hábiles Slytherin.

Era la mejor y casi segura opción.

Estaba seguro de ello y de que encajaría perfectamente, pues algunos de mis amigos también querían entrar en esa casa.

Necesitaba entrar en ella.

Mi padre lo había hecho y no deshonraría a mi padre. Toda mi familia había pasado por allí y yo no sería la excepción.

oooOOXOOooo


Al día siguiente, mi padre se dio un tiempo para acompañarme al callejón Diagón. En el primer lugar al que fuimos, estaba una mujer regordeta llamada Madame Malkin, quien vendía los uniformes escolares.

Mi padre fue a comprar los libros y mi madre a buscar la varita que ya habíamos escogido para ahorrar tiempo. Estaba repleto de gente y no nos gustaba demasiado la idea de interactuar con más personas. Me entregaron una túnica de mi talla, la más pequeña que había y me cambié. Al salir, me topé con un chico, parecía despistado o algo atontado.

Mientras Madame me tomaba las medidas del largo, hablé con él sobre la escuela y otras cosas sin importancia, pero él parecía afirmar como si no supiera nada de lo que le hablaba, y es que ya no me sorprendía.

Últimamente, en el colegio estaban aceptando a cualquiera, sin importar si conocía sobre él o su importancia. Mi familia detestaba a los que no eran de sangre pura. La verdad, a mi no me molestaban los que tenían al menos un padre mago, pero quienes si me desagradaban eran los muggles que entraban al colegio.

Ellos no se lo merecían, era un honor que ellos no valoraban.

- Realmente creo que no deberían dejar entrar a otros, ¿no te parece?- busqué contestación de parte del chico para saber si él era un medio-mago o un simple muggle- No son lo mismo, no los educaron con nuestras costumbres. Algunos nunca habían oído hablar del colegio Hogwarts hasta que recibieron la carta. Ya te imaginas. Yo creo que deberían quedar todo en las familias de antiguos magos.

El chico sólo afirmaba y cuando le pregunté su apellido, la señora lo despachó con su túnica. Me despedí con cortesía y seguí en lo mío. El resto de la tarde se perdió en las compras de las cosas necesarias. El mayor problema fue el de la mascota que llevaría.

Quería una lechuza por el correo, pero todos habían comprado una. Me encariñé con un hurón que había, pero no permitían tenerlo en Hogwarts, así que terminé escogiendo un búho de color negro, aunque como a mi madre, que le gusta de consentirme, me compró el hurón y lo llevamos a casa.

oooOOXOOooo

Unas horas más y estaría allá…en Hogwarts

Esa noche no pude conciliar el sueño.

Mi padre había dicho que una chica guapa, inteligente, de buena familia y educada me esperaría en el tren. Pensar en ella, me ponía ansioso. Se llamaba Pansy Parkinson, pero no me había dicho nada más.

Imaginando cómo sería, me quede dormido.

oooOOXOOooo

Al día siguiente, todos estábamos nerviosos. Llegamos antes de la hora, como era costumbre en nuestra familia y me despedí de mi hurón, con pena de no poder llevármelo.

Narcisa; mi madre, dijo que lo cuidaría, y sabía que podría verlo para Navidad. Dije adiós a mis padres y entré al tren algo asustado, pero sobre todo ansioso de encontrar a mis amigos. Pasé por los vagones, casi vacíos y caminé hasta encontrar a una chica. Parecía inmersa en su lectura, con tal concentración que no sabía si interrumpirla e inconscientemente me quedé mirándola. Era linda para su edad, tenía un toque de inocencia, sus ojos eran de un color vulgarmente conocido, sus labios alargados, pero no demasiado finos y su peinado enmarañado con un toque salvaje. Cuando estaba bajando los ojos por su túnica, noté su mirada y levante la mía enseguida.

- Disculpa que interrumpa tu lectura – ella cerró el libro, dejando ver que era un ejemplar de historia de Hogwarts, algo que yo había leído a mis 6 años- ¿Eres Pansy Parkinson?

- No, no he visto a muchos alumnos llegar aún. ¿Tú…eres?

- Draco, Draco Malfoy, ¿y tú? – los dientes de la chica me llamaron la atención. Eran blancos, grandes y perfectos.

- Hermione Granger, un placer. Eres de primer año, ¿en qué casa te gustaría quedar? – no parecía asombrada por mi apellido. Tal vez, mi padre no era tan conocido como pensé entre los sangre limpia, porque tenía que ser una chica de familia bruja… tenía que serlo.

- Slytherin, sin dudas. Pero no depende de lo que uno quiera, sino de lo que el sombrero escoja. Seguiré buscando a Pansy Parkinson. Nos vemos en el colegio – salí de allí en cuanto pude. Su nombre no me sonaba y las familias de sangre pura éramos pocas.

Esperaba que ella también lo fuera, porque no podía negarlo, me había quedado embelesado. Era inteligente, se notaba en su forma de hablar, en su concentración al leer… y era hermosa. La había mirado lo más que pude, buscando un defecto y sólo había encontrado esas cejas sin tocar, símbolo de su infancia.

Intenté no pensar más en ella y seguí recorriendo los vagones, hasta dar con uno donde estaban Crabbe y Goyle. Eran unos idiotas, pero al menos les conocía y sabía que me serían útiles, pues eran personas demasiado manipulables pero sin nada de cerebro.

Junto a ellos, estaba una chica de pelo oscuro y corto con una entupida partidura en medio. Me hizo gracia su timbre de voz, pero no me reí por si era alguien importante.

- Hola chicos, ¿ella quién es? – pregunté enseguida, para saber si podía burlarme de su ridícula voz.

- Pansy Parkinson. Creo que tus padres te han hablado de mí. Estábamos esperándote, ven siéntate a mi lado. Sal de aquí Crabbe – le empujó y éste me dio espacio para sentarme. Parecía una chica común, pero en sus ojos se notaba que no era de fiar.

Estuvimos hablando de las vacaciones, de lo emocionados que estábamos, aunque yo respondía como siempre sin interés. Miré por la ventana y vi una manada de pelos rojos despidiéndose, entre ellos, el chico de la tienda.

- Vieron es Harry Potter, el que está entre los Weasley – dijo Pansy sin mucho interés, pero me sorprendió. ¿Era Harry Potter? Había estado con él y no me había dado cuenta de que el chico que mi padre tanto mencionó, había estado a mi lado.

Me levanté de mi asiento enseguida, caminando hacia donde él iba, yendo en compañía de uno de los pelirrojos. Crabbe y Goyle me siguieron. Lo encontré sentado solo con ese chico de aspecto sucio, le recordé quién era yo y noté que no me miraba y que parecía no valorar lo que mi apellido significaba. Cuando lo dije, su repugnante amigo dejó escapar una risilla.

- Te parece que mi nombre es divertido, ¿no? No necesito preguntarte quién eres. Mi padre me dijo que todos los Weasley son pelirrojos, con pecas y que tienen más hijos de los que pueden mantener- ignoré al pobretón, para mirar al chico que llevaba tiempo ignorándome- Muy pronto descubrirás que algunas familias de magos son mucho mejores que otras, Potter. No querrás hacerte amigo de los de la clase indebida, yo puedo ayudarte en eso.

A pesar de mi enorme amabilidad, el chico me rechazó. No soporté su insolencia y dejé que Goyle les quitara unas golosinas antes de irnos. Estaba enojado por su actitud frente a alguien como yo, pero todo eso se me olvidó cuando la volví a ver. Estaba paseando por el pasillo cuando la mire a los ojos.

- Nos volvemos a ver… ¿terminaste tu lectura? – ella al igual que yo, ya estaba vestida y preparada para cuando llegáramos, se veía que era una chica precavida. Volví a quedarme mirándola, mientras ella me respondía.

- Sí, ya lo he leído varias veces, sólo repasaba la lectura. Estoy avisando a los alumnos que se preparen, parece que algunos de primero no tienen idea de nada – sonrió mientras seguía su camino- Nos vemos en el colegio.


Me quede mirándola partir hasta reparar en la presencia de Gabbe y Goyle aun a mi lado, seguí caminando aparentando que no me importaba mientras esos glotones se preocupaban solo de comer.

Intente no volver a pensar en ella en todo el trayecto…lo intente.

oooOOXOOooo


Cuando nos agrupamos todos los de primero para ser seleccionados en el Gran Comedor no pude evitar buscarla con la mirada.

Cuando ella subió nerviosa pero segura de ella misma se sentó y inconscientemente desee que quedara en Slytherin para poder estar en la misma clase, pero para mi decepción el sombrero grito Gryffindor, luego me toco a mi y me senté con desgano.

El sombrero no alcanzo a rozarme los rubios cabellos cuando grito lo que tanto deseaba, y victorioso fui a sentarme a la mesa de Slytherin, aunque me entretuve con la gente que nos rodeaba no podía quitar los ojos de ella, no importaba que no estuviera en mi casa solo me conformaba con averiguar porque su apellido no me era familiar, no importaba si era una media-maga, pero no podría hacer nada si era una hija de muggles.

oooOOXOOooo


Con Gryffindor solo compartíamos las clases de pociones con el profesor Snape, el jefe de mi casa y que por cierto me tenia un aprecio especial, porque aunque ni mi padre lo sabia, yo sabia lo que ese profesor sentía por mi madre y la preferencia que tenia por mi sobre el resto de mis compañeros, aunque no era solo por ello que me alababa años de practicar pociones

Me ayudaba a resaltar tal cual lo hacia aquella castaña sabelotodo que tanto llamaba mi atención.

Busque en múltiples libros el apellido de aquella chica pero no encontré nada, cada vez que iba a la biblioteca la encontraba a ella así que un día preocupándome de que estuviéramos a solas me acerque.

- veo que disfrutas de la lectura tanto como yo – intente sonreír pero ese habito lo había perdido con el tiempo.

- si, aunque no sabia que te gustara leer, pensé que solo venias a hacer deberes… por cierto que pena que quedaras en Slytherin aunque dijiste que era a la casa que querías pertenecer … no me parece una casa muy buena, siendo honesta contigo- me disgusto su comentario pero me agrado que me confiara algo así.

- bueno cada uno tiene sus razones, lastima que tengamos tan pocas clases juntos… me hubiera gustado poder compartir un poco mas contigo – arrastre las ultimas palabras en notar que lo que decía tenia su grado de confesión.

- si, aunque ¿supiste que nos tocan las clases de vuelo juntos?, me alegro mucho saberlo, creo que es porque a Ravenclaw se le hace imposible hacerlo con ustedes ese día, y como nosotros lo tenemos libre.

- genial... ¿entonces nos veremos el viernes? Bueno ahora tengo que irme, nos vemos y suerte con tu lectura –me aparte intentando no mirar hacia atrás aunque notaba su mirada fija en mi espalda.

Estaba feliz, demasiado para ser una noticia así, no le había preguntado si pertenecía a una familia pura o no, ni siquiera me había mofado de su compañero harry potter, solo quería poder tener una conversación con ella sin estropearlo, en llegar a mi casa todos maldecían por la noticia, logre fingir sin que nadie notara mi felicidad y me fui a dormir esperando que los días pasaran rápidamente.

Pero… ese día se termino mi sueño… me gustaría olvidar ese día, si hubiera seguido sin saber las cosas… no habría perdido años de mi vida insultándola con tanto afán…

oooOOXOOooo

Cuando llegue a clases de vuelo solo quería verla, no la salude pues ella hablaba con una chica y no quería que los de mi casa vieran que la conocía por si era solo una muggle, pero cuando nuestras miradas se cruzaron ambos nos regalamos unas sonrisas.

Cuando la profesora nos explico como llamar a la escoba, no tarde en tenerla en manos (Ya llevaba años montando una) pero en lo que note que ella se desesperaba un poco por no lograrlo, un escalofrió me recorrió pero no era la única que tenia ese problema así que me tranquilice al ver que al menos no fue la ultima en lograrlo.

Tras unos momentos la profesora Hooch se acercó, al notarla tan nerviosa y no pude evitar intentar escuchar lo que le decía.

- no se preocupe señorita Granger es normal que le cueste, pero no se preocupe hay muchos hijos muggles que lo dominan mejor incluso que los hijos de magos – le regalo una sonrisa a la chica y se aparto para continuar.

Cuando la profesora nos pidió subir a las escobas estaba tan conmocionado por la reciente noticia que lo hice mal, y note la sonrisa que esto producía en Potter, pero no me importo ni mucho menos me inmuto lo que le ocurrió minutos después a Neville Longbottom.

No me importaba nada.

Porque lo que menos quería que pasara sucedió, aquella chica que tanto me gusto era una simple hija de muggles.

Si bien aceptaba que los medio-magos estuvieran en el colegio ya que ellos no tienen la culpa de que sus padres se enamoren de muggles, una cosa muy distinta era que aceptaran a gente de tan baja clase como lo eran los sangre sucia…muy distinta.

Pero ahora que me entero de que ella lo es, desearía no pensar de esa forma, porque por mucho que quisiera volver a acercarme a ella no podría, había algo que nos separaba, un sangre limpia jamás podría estar con una sangre sucia como ella.

Y desde ese día deje de tratarla con cortesía, me empecé a mofar de ella y de sus dos amigos, y aunque lo oculte para todos los demás intente enterrar mis sentimientos, aquellos que no logre entender hasta años después…



3 comentarios:

Grisell dijo...

Wooo o.o
se lee interesante
primera vez que leo un fic que no sea de NEWS o Tegomass XD
Aunque al principio me costo un poco seguirlo por que no se mucho de Harry Potter XDD
pero me gusto ^^
sta interesante este primer cap :D

Anónimo dijo...

Esta muy bueno... me gusta por que sigue los dialogos de la peli ... ya bueno, del libro tambien ^^ y es genial ver la historia de HP desde otro protagonista.
Espero ansiosa los otros capitulos... y tambien el S.O.S. ... por fa!!
Besitos!!!
Ja ne!!

Lena dijo...

Me gusto mucho este fic ^^ se asemeja mucho con la peli pero desde otra perspectiva y aunque a mi no me guste la pareja Draco-Hermione ¬¬ el fic si me encanto ^^ (amo HP xD)
Y se me hizo mas interesante este final que el que habia leido =P me gusto mucho mas!!^^ pobrete Draco pero que idiota es ¬¬ lo odio!xD Hermione no te dejes engañar por ese malvado teñido ¬¬
Esperando el siguiente~

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