sábado, septiembre 11, 2010

[Harry potter] cap 8

Mi hurón
[cap 8- no me olvides]

Agradecimientos a ILDM quien escribió gran parte de este fic, muchas gracias a todas las personas que me dejan sus comentarios, y a los que me ayudan.


Mi corazón latía a mil por hora, mientras sentía mi piel sudar y calentarse…¡¡tal vez y hasta me había sonrojado!! Y pensarlo me hacía sonrojarme más…

Vi sus labios acercarse a mí otra vez…cada vez más cerca, mordí uno de los míos sin poder evitarlo, expectante.

¿Qué sucedería ahora?

Sus ojos grises en los míos…fijamente sin moverse, sus labios curvados en una sensual sonrisa ladeada que era muy suya…y allí, de nuevo, el contacto.

Esos suaves labios sobre los míos…no lo podía creer.

Me apoye en el posabrazos de la silla donde estaba sentada, mientras él se inclinaba hacía mí…Sentí como el mundo perdía su horizonte mientras trataba de tomarme con más fuerza para no caer. Segundos después de que un suspiro escapara de mis labios sentí una de sus manos tomando mi cintura…fui allí cuando caí en la cuenta de que era lo que sucedía y con quien sucedía.

Sentí nacer entre los dos una urgencia diferente, un beso diferente.

Y mi corazón comenzó a latir a mil por hora.


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La sentía tensarse un poco contra mí, con su respiración alterada y su piel ardiendo.

Escuchaba sus suspiros entrecortados contra mis labios; mientras una de mis manos se ubicaba en la suave piel de su cintura aun cubierta, y la otra en la madera que la mantenía sentada.

Aparentaba una calma que no sentía, pues el saber que tenía a Granger así…temblando bajo mí; por mí; por mis besos y mi contacto; eso… era suficiente como para lograr enloquecerme.

Me acercaba más a ella; atraído como por un imán, quería más de ella, más de su sabor, más de sus suspiros; más de su calor y su piel…más de ella.

La mano que mantenía en su cintura subió hasta acariciar su mejilla; por Merlín que era suave…y su aroma tan dulce que me podía embriagar de puro placer.

En un intento de recuperar el aliento me separe de ella, sin dejar de verla a los ojos ni por un segundo…hipnotizado.

Ella mantuvo la mirada unos segundos hasta que giro su rostro a su derecha, donde uno de los viscosos frascos de Snape brillaba bajo uno de los casi únicos candelabros.

Se estremeció y entonces yo entendí

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Nos separamos para tomar un poco de aire, mi pecho se agitaba escandalosamente y mis mejillas estaban completamente rojas; mis labios me ardían allí donde el me había besado.

Suspiré imperceptiblemente y giré mi rostro a un lado. El lugar me congelaba la sangre y me daba un escalofrío lleno de repulsión; mi cuerpo se estremeció mientras mis ojos recorrían todo el lugar….frascos llenos de viscosas criaturas; vivas y algunas muertas; unos dos candelabros iluminando tétricamente todo el despacho, o por lo menos eso intentaban…sus luces titilaban; dejando sombras en esquinas y estantes. Algo sonaba al fondo de manera tétrica…

Plat,plat plat…

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Ella se estremeció de nuevo, temblando y su aspecto se torno perturbado y frágil.

Draco leyó todo esto en una sola de sus miradas…y, con una ternura realmente inusitada en el, la tomo de la mano para levantarla, acogiéndola en su pecho. Con sus dedos acarició su mejilla, y; con ambos de pie, sintiendo sus cuerpos temblar de pasión y expectación: Draco la volteo, abrazándose por detrás a su cintura, sacando su varita.

Con un movimiento de su muñeca; todo fue cambiando ante los ojos de la sorprendida Hermione, quien, pese a saber que hechizo estaba usando Draco…estaba sorprendida de su habilidad; pues...aunque él no era uno de los mejores de su clase; nunca lo había visto en acción.

Ahogo un grito de sorpresa, cuando todas las viscosas y desagradables pociones de su profesor, eran desaparecidas con un hechizo de camuflaje, y las paredes eran cambiadas a un agradable color terroso, un rojo oscuro…con unos arabescos en verde.

Los dos precarios candelabros fueron sustituidos por una infinidad de velas flotantes…las dos sillas donde ellos se sentaban también desaparecieron.

Draco sonrió satisfecho, y con un ultimo susurro sobre el odio de Hermione, que a ella le erizo todos y cada uno de sus cabellos y toda su piel; fue cambiando el antiguo, destartalado, horroroso, y negro escritorio del profesor; por una cama de doseles blancos; de dos plazas, con innumerables cojines mullidos y sabanas peltreas.

Ella abriendo los ojos de par en par; comenzó a sentir como sus piernas fallaban de la pura expectación, como su aliento era más escaso y como su pulso comenzaba a ser errático. Su corazón bombeaba más sangre de lo estrictamente debido; logrando que su cara se colorase de nuevo. Más aun cuando tomo en completa cuenta, todas las implicaciones que querían decir esa cama allí y ahora.

Draco la sintió temblar levemente, seguramente de expectación; así como su pecho contenía a duras penas su corazón.

Con mucho cuidado, tomó su mejilla, volteándola hacia el. La miro a los ojos solo el tiempo necesario…para transmitirle con ellos su deseo, y confirmar el de ella.

Esta vez, ambos se lanzaron al beso, uniendo desesperados sus labios en un reencuentro.

Draco fue llevando el control, dando pasos seguros hacia delante, sin soltar en ningún momento su cintura; ladeaba el rostro, buscando el acceso que tanto deseaba…ella cedió, golpeando la parte de atrás de sus piernas contra el borde de la cama.

Él introdujo con habilidad su lengua, reptando dentro de ella, dando otro paso más para tenerla justo donde deseaba…

Cuando Hermione sintió la superficie suave del colchón en su espalda; un respingo involuntario sacudió su cuerpo; estaba sorprendida, de ella misma…

¿De verdad iba a hacerlo?

¿De verdad podría hacerlo?

Con el nerviosismo reflejado en su mirada, observo como Draco con total delicadeza se posaba sobre ella, cubriéndola con su cuerpo, y apoyándose sobre el colchón, manteniendo su peso alejado para no aplastarla.

Ella suspiro, cuando sus cuerpos rozaron en algunos lugares…como en sus piernas descubiertas por la falda escolar, y su pequeño pecho, que de la pura agitación…subían y bajaban a una rapidez alarmante.

Draco beso su cuello, buscando de tranquilizarla, mientras en el proceso…aspiraba su aroma. Repartió pequeños besos en su mejilla, en sus ojos que se cerraron de puro placer por su cercanía, en su nariz; tan delicada y perfecta…hasta posar un suave y delicado beso sobre sus labios.

Hermione suspiraba a cada segundo, sintiendo las nubes flotar a su alrededor, impresión que se afianzaba al abrir los ojos a veces y toparse con el dosel blanco que los cubría a los lados.

Poco a poco, ella, sin notarlo siquiera, se fue dejando llevar…dejo que sus besos la guiaran, que sus suaves y pálidas manos, sin dejos ya de frialdad: la tranquilizaran.

Sus suspiros eran cada vez un poco más intensos, y Draco ya comenzaba a pensar (en realidad lo venía pensando desde hace un rato ya) que las ropas comenzaban a sobrar…con el mismo ritmo que venía manteniendo, llevo sus dedos ágiles a la cintura de la chica, quien ya rendida, hundía sus manos en sus cabellos dorados…arrancándole a él, unas indescriptibles ondas de placer en toda su columna.

Con una mano, se fue abriendo camino por toda la piel de su vientre…sentía como al tacto ella se iba erizando, y como sus suspiros se iban transformando sutilmente en jadeos contenidos.

Subió un poco más sus manos, llevándose con él parte de la camisa de ella…sacándola de sus límites. Cuando estuvo suelta, Draco se vio con la mediana libertad de atrapar uno de sus pechos cubiertos por el sujetador; sin contenerse ni un solo segundo más; llevo sus dedos hasta allí, tan solo rozando esa piel que tanto anhelaba.

El efecto fue inmediato, el gemido que Hermione se venía conteniendo desde hace tanto, escapo rebelde de sus labios, sonrojándole el rostro caliente, y logrando que su espalda de arquera contra Draco.

Él sintió como todos y cada uno de sus poros se encendía al escucharla gemir para él, por él…y con una simple caricia.

Al diablo el autocontrol…

Uno a uno fue soltando los botones de la estorbosa camisa escolar, mientras…Hermione, sumida en una especie de limbo, trato de imitarlo, luchando a muerte con los condenados botones, y con el pulso temblando de tal manera que le parecía increíble que pudiera coordinar movimientos.

Estaba acalorada, muy acalorada…la piel allí, donde Draco había posado sus dedos, ardía de tal manera que parecía grabada en fuego. Se pregunto si solo el nuevo contacto calmaría ese fuego…y desesperada, buscaba su alivio.

Su vientre se sentía explotar, con aquella ansiedad nacida en la boca de su estomago…apuntando hacia el sur, donde el fuego ardía con mayor intensidad.

Sentía aquella humedad en su entre pierna, que otrora la había echo avergonzar, aquella que una vez se vio obligada a saciar a nombre del rubio que la enloquecía…aquella humedad que la hizo sentirse llena de un placer innombrable cuando se dejo llevar por sus instintos.

La sentía de nuevo, allí…instalada en su entrepierna, bañando sus ropas menores, logrando que sus suspiros ya no fueran suspiros….que su cordura se fuera permanentemente de paseo lejos, muy lejos.

De allí.

De esa habitación.

Tan lejos que pensó en no recuperarla jamás.

Draco gruño con un placer triunfal cuando por fin arrebato todos los botones de la camisa escolar de la chica; ante él se mostraron un pequeño, pero orgulloso par…erizados y erguidos, directos hacía él. Cubiertos tan solo levemente por un sujetador de algodón blanco.

Inocente…angelical.

Sus senos gritaban por él…lo sabía, lo necesitaban: si dejar de acariciarla, fue llevando sus labios en un camino húmedo, hasta posarlos sobre sus pezones.

-ahhh…Merlín…- por primera vez, Hermione no pudo contenerse en lo absoluto, los labios, y la lengua de Draco estaban estremeciéndola hasta en lo más mínimo. Y por Morgana bendita que se sentía en el cielo.

Draco; demasiado excitado y ofuscado para pensar claramente, solo se dejo llevar. Sus manos ahora vagaban por el reino de aquellas piernas que lo rodeaban, mientras su lengua, entretenida, humedecía el frágil algodón que cubría los pequeños pechos de la chica.

Ambos se estaban dejando llevar, y a los pocos minutos, las ropas escolares habían ido a parar ya muy lejos…ella solo conservaba su blumer medio sujeto a sus caderas, y el su boxer…agrediéndole gravemente su erguida hombría.

El sudor perlaba sus pieles entremezcladas y ya los jadeos y gemidos no eran contenidos, no era posible contenerse.

Draco había comprobado que Hermione sabía tan bien como olía, saboreando delicadamente sus jugos en sus propios labios, jugando alli con su lengua, y logrando sacar aquella pequeña felina que Granger escondía.

Jugaba en su sexo con ambos labios, desapareciendo su ropa interior en segundos…ella débilmente pedía por más, él estaba complacido, y pensaba darle más.

Se inclino sobre ella, dejando que fueran sus manos temblorosas la que lo terminaran de desnudar. Su miembro saltó orgulloso, y ella abrió los ojos un poco espantada…realmente aterrada.

Draco acaricio sus piernas, haciéndose espacio entre ellas, tratando de relajarla….de darle un poco de seguridad…ella le miro a los ojos, cuando ambas pieles hicieron contacto, él en su entrada, esperando su permiso.

-¿No…dolerá? –le pregunto por toda duda, con un susurro inaudible que a Draco le erizo todo el cuerpo, la miro seguro, besándola de nuevo…esta vez. Transmitiéndole todo.


-No…lo prometo.- ella lo beso a la vuelta, arrojándose al vacío.


Milímetro a milímetro él fue entrando, con toda delicadeza…dejándola acostumbrarse a su intromisión. Se sentía condenadamente bien…cómoda, caliente.

Hermione relajo su cuerpo, mientras el continuaba besándola, al ritmo lento y pausado que la penetraba, lo sentía en su interior, llenándola.

Draco topo con esa barrera que era su pureza, sabía que ella era virgen…pero, el sentirlo él, en ese momento…le dio una sensación tan calida, poderosa…fue rompiendo con ella, a la misma velocidad. Hermione, completamente entregada y relajada. No sintió nada.

-¿Estas bien?- logro preguntarle Draco, conteniéndose las enormes ganas que le surgían de comenzar a moverse.

Ella asintió, besándolo.

-Cumpliste tu promesa-

Y comenzó la danza…ambos cuerpos acoplados…Draco se aferraba de la cama para no aplastarla, y su otra mano sostenía la pierna de Hermione asida a su cintura, dándole mayor entrada.

Sus movimientos fueron aumentando…cada vez más.

Y ella ya no escondía sus pequeños gritos ahogados.

Su nombre escapaba entre gemidos de sus labios, y Draco sentía cada llamada volverlo loco…ella estaba allí, con él.

Movimientos erráticos…y ella creía ver pequeñas estrellitas bajo sus parpados.

La velocidad aumento, sus cuerpos chocaban en un ritmo incontrolable, ella enredaba sus dedos en el platinado cabello que caía sobre la frente de Draco, empapado de sudor.

Un temblor incontrolable se apodero de su cuerpo, mientras el entraba con cada vez mas velocidad si se puede… las estrellas se habían transformado en fuegos artificiales…sus gemidos se unieron en uno solo…que grito el nombre de Draco a la noche.

Draco sintió su orgasmo correrse a su alrededor…y sin contenerse ni un segundo más, se corrió el mismo dentro de ella, ahogando un gemido en sus cabellos castaños.

Se quedaron así, entrelazados. Con el corazón tratando de volver a la normalidad….

Hermione, respirando con dificultad…fue cerrando los ojos con pesadez, sintiendo como se iba desvaneciendo.

-Si…me…gustas…-fue lo ultimo que Draco escucho de ella, antes de caer los dos profundamente dormidos.

Al despertar abrazado a ella Draco no pudo dejar escapar una sonrisa mientras le acariciaba el vientre, no quería despertarla pero sabía lo que pasaría si no lo hacía, el profesor Snape no tardaría en llegar y no era su intensión que los encontrara así.

- Despierta…. Her-… Granger despierta – noto como ella abría los ojos lentamente y sin pudor le beso mientras sonreirá.

- Llámame Hermione… anoche lo decías sin mayor problema – Draco no pudo evitar sonrojarse mientras ella se cubría con las sabanas.

- Vístete tenemos que salir de aquí, el profesor Snape no debe tardar – fue él quien se levanto primero intentando no pensar en que estaba desnudo y ella le miraba.

Ella hizo lo mismo y en cosa de segundos estaban listos, el se acerco y le organizo un poco el enredado cabello mientras ella acomodaba la corbata de él, ninguno fue capaz de decir ni una sola palabra aunque se moría por poder preguntar qué pasaría ahora, se separaron con tristeza y se besaron por ultima vez.

- Tengo algo que decirte… Puedes saltarte el desayuno… y juntarte conmigo en el invernadero – aunque lo intento la frase no salió en forma de petición sino más bien como una orden pero a Hermione no le importo.

Sonrió afirmando y miro como Draco regresaba todo a su lugar dando nuevamente el aspecto tétrico y fúnebre a la habitación, el se encargo de mirar que no hubiera nadie para que Hermione pudiera salir de aquellos pasillos fríos que marcaban el territorio de las serpientes, la observo marcharse y volvió a su cuarto observando sus maletas ya preparadas, tomo una bocanada de aire y se sentó en la cama a esperar que llegara su elfa para avisarle que tendría que irse, con el tiempo que le quedaba se concentro en Hermione apretando la varita en su mano hasta poder entrar en sus pensamientos.

¿Que pasara ahora?
¿Estaremos a escondidas?
Quiero preguntárselo… quiero saber qué es lo que piensa, que es lo que él siente por mí, con un demonio… acabo de separarme de él y lo extraño, que me está pasando… ¿estará Draco pensando en mi como yo en él?

Draco abrió los ojos mirándose al espejo, que daría por convertirse en hurón y quedarse con ella para siempre, pero ahora que sabía que no solo siendo hurón podía estar con ella y eso solo complicaba más las cosas. Tal como pensaba su elfa apareció no fue necesaria casi palabras, ella solo le dijo el lugar y que su padre estaría allí en 1 hora, Draco afirmo entregándole las maletas y le pidió un favor que la dejo algo confusa pero sin rechistar desapareció prometiendo que lo haría. Draco se puso su capa con lentitud para luego bajar, los pasillos estaban casi desiertos pues los estudiantes estaban en el gran comedor desayunando.

Cuando llego al fin a el invernadero no encontró a Hermione lo que lo entristeció pero que en notar que los minutos pasaban lo preocupo, no quería irse sin decírselo al menos a ella, no podía irse sin decirle nada, menos aun luego de lo que habían hecho, intento tranquilizarse, cuando se disponía a sentarse la vio aparecer con el pelo algo mas arreglado y con los ojos brillantes.

- Vine lo más rápido que pude –suspiro con las mejillas sonrojadas por el esfuerzo al correr desde la torre común hasta el invernadero- además es tu culpa, no dijiste en cual, no hay un solo invernadero ¿lo sabes?

Draco sonrió, no estaba nerviosa ni había un ambiente denso como él creyó que sucedería, se acerco a ella y le acaricio la mejilla.

-¿Qué es eso tan importante que tienes que decirme? – susurro Hermione dejándose acariciar mientras sonreía.

- Hoy… es un día importante, no es que yo quiera, es algo que mis padres han decidido y de lo que me he enterado ayer… no quiero que mal interpretes las cosas – noto la mirada confundida de ella mientras intentaba armarse de valor para decirlo, cuando pensó que ya estaba preparado escucho pasos y se aparto instantáneamente de ella.

- ¿Quién está allí? – dijo Hermione mientras miraba entristecida a Draco en notar que este se escondía.

- ¿Hermione eres tú? – la voz de Neville era fácilmente reconocible.

Hermione lo maldijo por aparecer en un momento así pero para que no viera a Malfoy tuvo que ingeniárselas para llevarse a Neville de allí, pero junto con ella, al salir sintió un frio recorrer su espalda y el corazón le causo un ligero dolor, por alguna extraña razón quería volver y abrazar a Draco, pero no comprendió el porqué, en llegar al gran comedor solo se resigno a esperar a tener otra oportunidad para hablar con él, pero lo que ella no sabía es que esa oportunidad nunca más se daría.

Draco salió de entre las plantas decepcionado de no poder decirle las cosas a Hermione, cuando camino hacia la parte trasera del colegio noto que los alumnos iban a sus respectivas clases y sintió las pisadas de Luna detrás de el así que decidió detenerse entre los árboles, espero a que ella se acercara notando que esta había esperado hasta que los alumnos se marcharan.

- ¿Te vas ya? – se pego al árbol donde Draco estaba y sonrió entristecida
- Sí, mi padre me está esperando…será un largo viaje…
- ¿Se lo dijiste… a ella? – Luna se acerco hasta quedar frente a Draco para mirarlo a los ojos.
- No pude… quería hacerlo pero apareció Neville... de la nada.
- Que oportuno… -Luna le acaricio la mejilla- si quieres yo puedo decirle…
- Por favor, no quiero que piense cosas que no son, odio que siempre te enteres de todo, a ti no se te puede ocultar nada.
- No creo que sea algo que no te guste de mi, si no fuera de esa forma jamás me abría enterado de que yo te gustaba – Draco no pudo evitar sonrojarse un poco en recordar cómo había sido su confección.
- Bueno… en eso tienes razón, aun así no me soportaste mucho tiempo.

Ambos se quedaron callados demasiados recuerdos y nostalgia se acumularon, desviaron la mirada mientras se apartaban, Draco no quería despedirse, ella lo noto y se acerco dándole un cálido beso en la mejilla lo abrazo.

- No es una despedida, nos veremos en verano o para navidad, sabes que papá trabaja demasiado y tendré esos días libres, iré a verte en lo que sea posible.
- Gracias por todo Luna – sonrió mientras le revolvía el cabello y se alejaba sin mirar atrás, no era capaz de mirar aquellos ojos húmedos por más tiempo, así que camino rápido hasta llegar al encuentro de su padre.

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¿Qué seria aquello tan importante que Draco necesitaba decirle?

Hermione se sintió pésimo de haber dejado a Draco solo cuando tal vez necesitaba hablar con ella, pensó en faltar a clases pero Harry prácticamente la obligo a hacerlo, cuando termino la primera clase se fue a su habitación, necesitaba descansar y pensar en todo lo que había ocurrido, aun no podría creer que solo hace unas horas estaba entre los brazos desnudos de Draco Malfoy quien para su asombro la había tratado con cariño y dulzura.

Al llegar a su habitación sobre la cama había una jaula de animales, con un sobre blanco sobre ella, curiosa se acerco y abrió primero la jaula viendo un hurón negro dentro, lo abrazo con cariño pero este no parecía cómodo en su regazo, por alguna extraña razón Hermione lo encontraba diferente del hurón con el que ella había compartido tantas cosas.
- Draco consiguió que su amigo me lo diera – sonrió contenta pero no por el hurón en sí, sino por lo que él había hecho por ella.

Tomo con cuidado el sobre buscando algún remitente pero no tenía nada, cuando abrió la tarjeta solo encontró unas palabras que fueron difíciles de entender por la horrorosa caligrafía.

“Cuida de él, espero me recuerdes por siempre”

Confundida intento reconocer la letra pero fue en vano, miro el hurón sin poder pensar en nadie más que en Draco, pero…. ¿Por qué Draco le pediría que lo recordara por siempre? Como si fuera una despedida, cerro la tarjeta y en el momento mismo unió los clavos, las cosas que había dicho Pansy, la visita de Lucios Malfoy en Hogwarts, las palabras de Draco, la repentina junta con él y los problemas familiares que tenia, todo era tan obvio que se sintió estúpida de no darse cuenta antes, Draco tenía pensado alejarse, no sabía el porqué ni cómo pero estaba segura que el dolor en su pecho era porque el tenia algún problema y no había sido capaz de decirlo.

Dejo la carta caer y salió corriendo de la habitación, no sabía a dónde ir, no sabía qué hacer, lo único que quería era verlo para poder ayudarlo, si algo había pasado en su familia, Draco lo más seguro no estaría nada de bien, no sabía porque corría ni a donde, cuando su cuerpo no pudo más y se sentó para tomar aire vio a Harry acercarse a zancadas contra ella.

- Tengo que hablar contigo – Harry saco el mapa del merodeador extendiéndolo- tu sabes que este mapa no miente, entonces dime porque ayer en la noche estabas con Draco Malfoy en el despacho de snape, y aun mas, ¿Tan cerca como para que vuestros nombres se mezclaran?

- Harry… - Hermione tomo el mapa desesperada hojeando rápidamente- luego te explico ayúdame a encontrar a Malfoy

Harry no dijo nada, solo la ayudo pero por más que buscaron no podían encontrarlo, hasta que en un costado en el ultimo pedazo del mapa lo vieron junto a tres nombres más, Hermione le arrebato el mapa a Harry y alcanzo a leer antes de que dos nombres se desvanecieran y solo quedara el de Snape.

-¿Por qué han desaparecido? – Hermione levanto la mirada para observar a Harry
- Pues… ¿No es obvio? Draco se ha ido con su padre, de seguro a algún lugar,… no me gusta nada que Snape este metido en esto….

Todo lo que decía Harry no fue escuchado por Hermione, estaba en blanco aun intentando buscar alguna razón para que Lucius se llevara a Draco, pero lo único que tenía claro era que con la nota… era que Draco no tenía pensado regresar.

1 comentarios:

Lena dijo...

Al fin llegaron al momento que tanto deseaban xD aunque los puntos y aparte a veces hacen las cosas algo monotonas y aburridas :s ademas de que encajan poco...en mi opinion ^^U
Al final pobre hermione que no pudo hablar con el y encima se fue sin mas u_U que les pasara?le volvera a ver o no?;_; encima le quita la virginidad y luego se larga xDDD que cerdo draco!!¬¬

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