lunes, noviembre 14, 2011

[Hermione/Pansy] cap 1

Autor: Vladirmir

Personajes: De JKR

Pareja: Pansy-Hermione-Draco

Categoría: Romance- Erótico

Ranking: M

Correctora: Thais

Regalo de cumpleaños para ILSLY, sabes que solo lo hice porque tú querías saber como me quedaría un lésbico

 

El chocolate se derrite en tu boca, no en tus manos

Capitulo 1- Reto sabor a chocolate

La odiaba, más de lo que creyó que podría llegar a odiarla, esa asquerosa sangre sucia, además de darle asco por el tipo de sangre que corría por sus venas, por su actitud de sabelotodo, sus amigos, todo en ella era aborrecible, pero este odio había crecido cuando Pansy notó que toda la atención de Draco estaba en esa estúpida Granger, ¿Cómo era posible que Draco malgastara su mirada en ella?, no solo la miraba sino que también la insultaba, y estaba al completo pendiente de ella.

Sumado a esto Pansy había notado en Draco un cambio extraño, ya no parecía disfrutar de su compañía, estaba más distante, ni siquiera la besaba y ella ya se había aburrido de ser la que lo acosara constantemente, pero ganaría su atención no importaba que necesitara hacer para ello.

- Draco, es solo idea mía, o últimamente me estas esquivando – Pansy se sentó a su lado sin estar demasiado cerca, él ya la había rechazado en ocasiones anteriores y no quería ese desprecio más, no para alguien como ella, después de todo aún tenía mucha dignidad.

- Seré sincero Pansy, estoy aburrido, siempre es lo mismo, tus besos, las caricias, todo es siempre igual, es todo tan monótono a tu lado, desde las posiciones para tener sexo, hasta como me besas.

Pansy se quedó paralizada, se habría esperado cualquier cosa, menos algo así, que le dijera que ya no la quería, que estaba por otra, o que simplemente ella ya no era atractiva para él, pero no algo así, aunque la parte buena de ello era que podía solucionarse.

- ¿Sólo es eso? – refunfuñó un poco pero luego sonrió- dime qué quieres, que te gustaría que hiciera y lo haré, no importa que tan osado o extraño sea, lo haré.

Cuando Draco dejo escapar una sonrisa de victoria, Pansy se temió las cosas más bizarras y extrañas del mundo, pero luego noto un brillo en los ojos de él y sin saber por qué solo un nombre se le paso por la mente, el nombre de una castaña.

- Quiero verte acosando a Granger, quiero ver tu faceta de cazadora, ver si tus encantos serán tantos para hacer caer a alguien tan pura y virginal como Granger, además de que eres una chica, eres una Slytherin, pero… - se detuvo en notar la cara que puso Pansy entre sorprendida y asquienta- tal vez es demasiado reto para ti.

Pansy parpadeó un par de veces intentando entender por qué le estaba pidiendo algo así, era evidente que Draco tenía un interés especial por la maldita sabelotodo, pero no era ello lo que tenía a Pansy pensativa sino en que la idea, que se había moldeado en su cabeza mediante el lo comentaba, le agradaba en sobremanera, imaginarse la cara de Granger siendo acosada por ella, le daba un deje de satisfacción nuevo en la boca del estómago.

- Olvidas con quien estás hablando, Draco, mañana las 7 en la sala vacía del cuarto piso, donde está el retrato del perro con sombrero – sin decir nada más se alejó de él con la frente en el alto, nadie diría que Pansy Parkinson era una cobarde, un reto era un reto sin importar que la sangre sucia estuviera en el.

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Durante ese día no había podido dejar de mirarla, nunca se había dedicado a verla como una mujer, en parte porque Pansy nunca miraba a las chicas como algo más que un rival, además de ello Granger nunca se dejaba ver como una, la chica tenía el cabello ondulado, era un problema desde los primeros años que la había conocido aunque ahora parecía un poco más controlado, aun así en ocasiones se veía revuelto y pajoso, sin duda esa chica era demasiado despreocupada de su apariencia física, tenía unos ojos castaños y cuando estaba concentrada, mordiendo una pluma, brillaban de una manera especial, la que le recordaban a Pansy la miel; sus labios eran algo pequeños, demasiado sobrios para Pansy quien consideraba que si no había algo para morder no le parecían atrayentes.

- ¿Qué estás haciendo Pansy? - Blaize la saco de sus cavilaciones y observaciones obligándola a volver la mirada al moreno.

- Sólo miraba cosas que antes no había mirado ¿Por qué el interés? – Blaize empequeñeció los ojos unos momentos intentando persuadirla de que confesara algo más, y luego solo levantó los hombros con indiferencia.

Cuando Pansy volvió a fijar sus ojos verde oscuro en la mesa de los leones, logró ver como Granger se levantaba algo molesta de su asiento y se alejaba del gran comedor sin ninguno de sus amigos siguiéndole, era el momento perfecto y Pansy no lo dejaría pasar, se levantó con parsimonia para luego seguirla, cuando pensó que la perdería logro ver que se alejaba en dirección a la biblioteca y apresurando el paso le grito cuando estuvo segura de que era capaz de escucharla.

- ¿A dónde vas ratón de biblioteca? - sonrió y disminuyó su velocidad en ver que ella se había detenido en mitad del desolado pasillo para voltearse.

- No creo que eso te importe mucho, Parkinson. ¿Por qué algo que yo haga te importaría?

- Vale, veo que no estamos de buen humor hoy, ¿es que las tostadas se han asustado demasiado de ver tu rostro? – Hermione hizo ademán de alejarse pero Pansy le tomó del hombro impidiéndoselo - ¿a dónde vas? No ves que nos estamos divirtiendo, Granger – Hermione se intento zafar de su agarre sin éxito- como soy una buena chica te dejare ir, porque asumo que vas a estudiar, que es la única cosa que sabes hacer, pero te espero a las 7 en la sala vacía del cuarto piso, donde está el retrato del perro con sombrero, y no se te ocurra llegar tarde, porque me lo pagarás.

Hermione la miro incrédula y con la boca abierta para protestar pero Pansy no le dio tiempo de hacer nada porque se dio media vuelta y se alejó, lo único que se vio en unos segundos fue su capa que ondeaba de un lado a otro por sus movimientos.

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Eran las 7 en punto y la Gryffindor entraba a la sala vacía con un nudo en la garganta, jamás había hablado con Pansy y por más que pensó durante el día no se le ocurrió ninguna razón para aquel extraño encuentro, en primer momento creyó que la habitación estaba desierta pero cuando fijó su mirada en una sombra de noto que era Pansy que estaba pegada a uno de los ventanales, se acercó un poco a la chica creyendo que eran las únicas dos en aquella aula, pero no sabía que detrás de uno de los grandes armarios de las paredes se encontraba Draco Malfoy quien tras las ordenes de Pansy observaría todo en el mayor silencio posible.

- Que lástima que no has llegado retrasada, en parte quería castigarte si ese era el caso – sonrió Pansy mientras se acercaba peligrosamente a Hermione, quien asustada comenzó a retroceder.

- ¿A qué te refieres? – claramente ambas no estaban pensando en lo mismo, la morena lo estaba diciendo en un sentido libidinoso y la castaña en alguna tortura física.

- Ya lo entenderás Granger, tanto te come la curiosidad que has venido a pesar de saber que podría ser algo que ni siquiera puedes imaginarte –sonrió más y termino de aprisionar a Hermione contra la pared que quedaba justo frente a Draco- no tienes ni la más mínima idea Granger.

- P-Pansy ¿Qué estás haciendo? – Hermione estaba asustada, en un comienzo pensó que Pansy solo quería burlarse de ella pero cuando noto que se acercaba a sus labios estos le temblaron- aléjate de mí, no sé que pretendes pero aléjate de mí.

Hermione susurro mientras cerraba los ojos con fuerza sin saber que esperarse de la Slytherin, cuando sintió los labios de ella rozar su mejilla quedo completamente petrificada, esto empeoro cuando sintió que movía la cara para trazar un camino hasta su oreja las piernas le temblaron al punto de que tuvo que tomar aire con fuerza para mantener la compostura.

- ¿Qué pasa Granger? ¿Acaso mi cercanía causa cosas en ti?… - Pansy no lo podía creer el sentimiento que le embriagaba no podía ser descriptible, tener el dominio completo de la pobre chica le daba un placer que podía palpar en la punta de su lengua pero que quería poder degustar.

- ¿Qué te pasa?… Aléjate – Hermione llevo las manos a los hombros de Pansy con intención de apartarla.

- ¿Para qué dices que quieres que me aparte… Si tu cuerpo bien dice lo contrario? – dicho esto atrapo el lóbulo de la oreja de Hermione y tiro de el lentamente notando que su presa se estremecía al punto de abrir la boca pero no emitir ningún sonido, pero se notó el afloje en su intento por alejarse.

El placer que Pansy había podido saborear en la punta de su lengua se estaba extendiendo por su cuerpo, la situación la estaba embriagando de un dominio que no quería dejar de poseer, y en lo que menos estaba pensando era en el reto que Draco le había impuesto, sonriendo con el efecto causado en la castaña bajo la boca hasta su cuello y lo mordió lentamente, disfrutando de la fuerte inhalación que esta hizo.

- No lo niegues, te está encantando… y no quieres que me detenga – Hermione apenas se mantenía en pie, las piernas le temblaban, su pecho subía y bajaba con rapidez mientras tragaba saliva lentamente.

Cuando la leona pensó que el juego había terminado, la serpiente subió rápidamente y aprisionándola por completo pego sus labios a los de ella en un beso lleno de deseo, y que le recordó el sabor de un chocolate, contrario a lo que Pansy esperaba la chica no forcejeo pero tampoco respondió, aparentemente estaba demasiado asombrada de todo lo sucedido, Pansy se aparto para mirarla y le tomo del mentón obligándola a que le mirara.

- Eres más fácil de lo que pensé, Granger – estaba todo calculado, sabía que causara eso en la chica y la reacción no se haría esperar, la castaña le aparto la mano de un manotazo y el odio se reflejo en sus ojos pero esto solo provoco en Pansy mayor deseo de tenerla.

- No sé que pretendes, Parkinson, pero no lo conseguirás- cuando Hermione iba a hacer un ademán de apartarla Pansy la aprisionó más fuerte contra si y bajo rápidamente los labios al cuello de ella mordiendo la zona, pero no se esperaba escuchar un jadeo que le hizo temblar por completo, la voz de Hermione jamás le había parecido tan sensual, y era necesario volver a escucharla así que esta vez mordió con mayor fuerza y los dedos de la castaña se incrustaron en los hombros de Pansy como queriendo apoyarse en ella por el miedo a caerse, y Pansy lo supo, había encontrado el punto débil, el punto en que la castaña perdería la cordura.

Hermione intento mantener control de su cuerpo pero aquellas caricias estaban provocando cosas que nunca había experimentado, las piernas le volvieron a temblar al punto de que Pansy le puso una mano en la cintura para sostenerla.

- Por favor para, Pan-Pansy – Hermione dejo escapar un gemido cuando Pansy la pegó a ella, hasta entonces nunca había pensado en que su propio nombre pudiera sonar tan bien, como de esos labios y de esa forma, entonces no pudo controlarse más y empujando a la castaña la alzó por la cintura y sentó sobre la mesa, notando que se sonrojaba.

- Te lo permito por hoy, Granger… Solo por hoy – sonriendo se acerco a besarla pero esta vez notó que ella intentaba tímidamente responder de la misma manera, se notaba su poca experiencia pero en cuanto Pansy jugó con la lengua en la boca de la castaña esta hizo lo mismo y dejó escapar un jadeo con el contacto.

Pansy nunca se había sentido tan hermosa, tan reina de su propio juego, pero la forma en que Hermione jugaba la estaba haciendo perder el control de su propio dominio. Hermione dejó escapar gemidos libremente, incapaz de pensar racionalmente en lo que significaba y estaba haciendo, el punto débil de la chica más que su cuello era su inexperiencia.

Pansy la empujaba a ella por la cadera para intentar rozar algo que no había pero que aun así causaba un ligero placer que le gustaba, ella intento dos veces levantar la ropa de Hermione para tocar su piel pero esta se negaba, la tercera vez que intento meter la mano por debajo de la ropa refunfuño furiosa y agarrando las muñecas de Granger las alzo en la mesa recostándola en ella.

- Tú no pones las reglas aquí, Granger – sonrió y quitándose su propia corbata rápidamente ato las manos de ella pese a su intento de liberarse- no seas tan tímida, créeme que te va a gustar – sonrió perversamente tomando cada punta de la blusa de Granger y tiro de ella escuchando los botones saltar, Hermione la miro horrorizada, iba a reclamar cuando Pansy bajo la cabeza y comenzó a morder el vientre de ella, notando la suavidad de su piel.

- Pero que has hecho, ahora como se supone que me pondré esa blusa – Hermione intento volver a sentarte en la mesa pero Pansy se lo impidió poniendo una mano en el pecho de Granger quien se mordió el labio inferior.

- Deja de quejarte tanto – sonriendo comenzó a tocar el pecho de la chica quien se estremeció por completo y cerró los ojos, a pesar de no ser demasiado grandes, de hecho eran más pequeños que los de la propia Pansy, pero el tocarlos y notar la sensibilidad de la castaña la hizo sentir aun más dueña de ella.

Pansy se aparto lentamente luego de darle un beso apasionado y sonriendo observo su desnudes con descaro sabiendo que la chica no podía cubrirse.

- Eres más divertida de lo que pensé, Granger, ya nos veremos de nuevo en otra oportunidad, tengo cosas que hacer y ya es hora de ir a nuestras salas comunes- sonrió más mientras se alejaba dejándola atada y con la blusa abierta.

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Pansy llego a la sala común de su casa y se recostó en el sillón grande de terciopelo verde suspirando ruidosamente, y es que la experiencia que había vivido era maravillosa, aun podía sentir el placer de dominar a la castaña en su lengua, era algo completamente adictivo, y lo supo, sabía que jamás se sentiría satisfecha de tener el control completo de toda situación.

Pansy estaba demasiado ensimismada en sus pensamientos para percatarse de que Draco en cuanto había pasado por el umbral de la puerta se había acercado a ella, quitándose la capa y dejándola caer de camino al sofá, solo cuando sintió el peso del cuerpo masculino dio un respingo, cuando logro volver en todos sus sentidos el chico le estaba mordiendo el cuello con deseo, notaba en el rubio una lujuria nunca antes experimentada.

- me ha encantado, me has excitado demasiado – susurro en la oreja de Pansy sensualmente mientras pasaba la mano izquierda por el pecho de la chica- nunca te había visto tan decidida.

- Draco ahora no – intento quitárselo de encima por alguna razón no le apetecía seguirle el juego.

- ¿Por qué no? Todos deben estar durmiendo Pansy, si quieres vamos a mi habitación, la verdad el lugar no me importa

Draco estaba demasiado excitado y Pansy lo notaba en su forma torpe de tocarla en su entrepierna la que chocaba contra ella intencionalmente para incitarla, pero extrañamente y en desconcierto incluso para la misma Pansy, no tenía ganas de jugar ni hacer nada con el príncipe de las serpientes, cuando Draco creyó que ella ya había caído, porque ya se estaba demorando demasiado para ser ella, Pansy lo aparto sin brusquedad y se ordeno la ropa que él le había levantado.

- lo siento Draco, pero me iré a mi habitación a dormir, creo que por esta noche no tienes a tu muñeca fiel, las cosas han cambiado, y creo que te lo he demostrado, la estúpida arrastrada y pisoteada Pansy a quien podías usar cuando quisieras despareció, así que comienza a buscarte otra a quien utilizar como muñeca de trapo.

Dicho esto la chica se alejo con la frente en alto, el orgullo aun más elevado y subió las escaleras a su habitación donde toda la noche no pudo hacer nada más que pensar en aquella castaña que había provocado un cambio enorme en su ser, aquella chica que le había demostrado que ella tenía más cualidades de las que creyó y que aun tenía el poder de hacer temblar a las personas, y todas aquellas sensaciones le encantaban a Pansy. Cuando al fin estaba por caer dormida se relamió recordando el sabor de la chica, chocolate… delicioso chocolate que se derritió en sus labios, aquel sabor al que Pansy se había vuelto adicta del momento mismo en que lo degusto.

 

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Impulsos [Yaoi]

Autor: Vladirmir

Personajes: Los personajes no son míos son de J.K.R

Pareja: Lorcan- Lysander

Categoría: Romance- incesto

Ranking: T

Palabra del reto: Extraño

Comentario: Es mi primer chico/chico, asi que por favor tengan piedad de mi xD

 

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Impulsos

Siempre he visto gemelos, la verdad muchos de ellos son idénticos cuando son pequeños pero mediante van creciendo comienzan a diferenciarse poco a poco, y luego cuando los ves a los 15 años tienen más de una características que los diferencia; Aunque parezca muy extraño mi gemelo y yo no tenemos ni una sola diferencia, ni un lunar distinto y lo sabemos porque nos hemos dedicado días enteros a inspeccionarnos. Nuestro cabello es rubio, idéntico al color de nuestra madre, nuestra piel era pálida, delicada, suave y tersa, nuestra cara es alargada y un poco afinada en el mentón similar a la de nuestro padre, el color de nuestros ojos tiene una tonalidad gris con manchas y lineas negras, en si la contextura es delgada, amos medimos exactamente lo mismo 1,85 y nuestros dedos son alargados y con las coyunturas algo gruesas, nuestras venas se marcan en la parte interior del brazo y en las manos, ademas ambos habíamos heredado la perfecta sonrisa de nuestra madre con el reluciente blanco de los dientes de nuestro padre.

A pesar del exacto parentesco físico nuestras personalidades siempre han sido muy diferentes, solo era necesario que las personas nos conocieran un poco para poder identificarnos. Lorcan a pesar de ser un buen chico siempre estaba distraído, amable, carismático, demasiado extrovertido, nunca tenía ninguna preocupación, gustaba de jugar con lo que fuera que encontrara y gozaba de mucha soltura a la hora de hablar con los demás, siempre envidie eso de él, sobre todo cuando a los 14 comenzamos a fijarnos en algunas chicas, hay un evento en especial que nunca podre sacar de mis recuerdos, y ahora que han pasado unos años desde ello me arrepiento de haberle pedido algo así.

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Flash Back

Lorcan estaba ordenándose la corbata y yo aflojaba la mía, estaba nervioso y ansioso, no era la primera vez que nos intercambiábamos identidad pero si la primera vez que le pedía a mi hermano que hablara con la chica que me gustaba porque yo no me sentía capaz de hacerlo, sabía que él tenía mucho más desplante que yo. Llevaba días hablando con esa chica, solíamos encontrarnos a diario y no podía dejar de sonrojarme cuando ella se me acercaba o simplemente me rozaba.

Luego de ordenar el cabello de mi gemelo le indique donde tenía que ir y espere en mi lugar dando vueltas como un verdadero animal enjaulado, a pesar de que él no demoro más de 10 min para mí el tiempo transcurrió demasiado lento, pero cuando entro con una sonrisa de victoria y con el dedo pulgar de su mano derecha alzado hacia arriba, no pude evitar abrazarlo y agradecerle, porque realmente estaba demasiado endeudado con él, pero ahora que me he enterado de muchas cosas que en esa época no sabía, lo aprecio aún más, porque se lo difícil que tiene que haber sido para él poder cumplir aquel pequeño favor para mí.

Fin del Fash Back

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¿Lysander? ¿Puedes dejar de pensar en quien sabe qué y prestarme un poco de atención?

Si, perdóname, estaba divagando –Lorcan rodo los ojos y me miro algo molesto.

Madre saldrá este fin de semana y puede que no esté tampoco la próxima semana, quiero saber si te iras a casa de los Weasley ¿o aprovechamos el quedarnos solos?.

Realmente no tengo muchos ánimos de ir con Rose, sabes que detesto que con los años que llevamos conociéndonos aun no sepa cual es cual.

Bueno te apoyare solo porque de verdad quiero estar una semana en casa solos, quiero que nuestro padre se dé cuenta de que no somos unos niños.

Lorcan estaba algo eufórico con eso de demostrar que ya no éramos niños, pero la verdad es que muy en el fondo seguíamos siéndolo, siempre que Luna salía nos dedicábamos a lanzarnos espuma, volamos dentro de la casa o usamos el juego que el abuelo de Rose nos había dado para dos navidades atrás, en lo personal a mi no me parecía nada de divertidos aquellos artefactos Muggles, pero Lorcan disfrutada mucho de aquel mundo diferente.

Solo quiero pedirte una cosa… -me miro a los ojos acercándose para que Luna que pasaba por la cocina no nos escuchara.

¿Qué quieres?

No quiero que traigas a tus amigos o a tu novia, quiero que pasemos ese tiempo juntos…como hermanos.

La verdad es que aquella petición no me pareció para nada extraña, él y mi novia no se llevaban para nada bien, y por culpa de mi relación había descuidado el tiempo que solía pasar con mi hermano, así que solo asentí con la cabeza y me levante para ir a ayudar a mi madre que de seguro llevaría un montón de cosas a su viaje.

Los días pasaron más rápido de lo que pensé, y mi novia el jueves se fue a sus vacaciones, este año tenía pensado ir a hawai así que tampoco podría verla mucho, prometió enviarme cartas seguido y extrañarme demasiado. El día viernes cuando fuimos a despedir a nuestra madre, quien estaba muy emocionada, era comprensible era de las pocas oportunidades que podía compartir con nuestro padre, y aunque derramo algunas lágrimas al subir al tren sabíamos que sería feliz de poder abrazar a su esposo en cuanto lo viera.

Al fin solos, ¿Qué quieres hacer esta noche?- Lorcan lucia más ansioso de lo que pensé pero sonreí divertido, después de todo seguía siendo un niño, o eso pensaba yo.

¿Qué te parece si vemos algunas películas? Para que usemos ese aparato extraño que nos regalo el tío Ron.

Claro, creo que se conecta a la televisión donde tengo el videojuego –comenzamos a caminar por las calles de Londres, entre los Muggles y cuando pretendía cruzar con la luz verde parpadeante de aquel aparato llamado semiforos o algo así, Lorcan tomo mi mano y me impidió hacerlo.

Esperemos a la otra, no me gusta cruzar apurado –me sonrió pero no soltó mi mano y sonrojado yo no le quite el agarre.

La verdad es que siempre habíamos sido hermanos muy apegados debido a que mi padre nunca estaba en casa, nos cuidábamos el uno al otro, y desde pequeños Luna nos enseño que debíamos ir de la mano y protegernos mutuamente, pero ahora que habían pasado los años, sentir la mano de Lorcan hizo que me sonrojara levemente y que sintiera una incomodidad en el estomago, pero no le solté porque sabía el daño que eso podía causarle, para empeorar la situación toda la gente nos miraba, y es que ver a dos chicos de la mano ya era llamativo, pero ver a dos idénticos asumo que era aun más extraño.

Cuando entramos a la tienda donde vendían de aquellos objetos ovalados extraños que se meten en el aparato que tenemos en casa, Lorcan tiro de mi mano y entro corriendo emocionado de poder escoger alguno, lo más divertido de aquella compra, no solo fue la cara de Lorcan cuando pasamos por una sesión de la tienda en donde habían chicas con poca ropa, sino el verle emocionado por comprar dos películas de terror, estaba claro que lo que intentaba era demostrar que ya no era un niño, pero las cosas no saldrían como él quería.

Lorcan, me gustaría poder preguntarte algunas cosas y como… estamos solos, quiero aprovechar –le mire mientras el traía las palomitas de maíz.

¿es algo muy privado no? Porque de normal me lo habrías preguntado por la noche antes de dormirnos..

Bueno si, es por eso que esperaba poder preguntártelo ahora que estamos a solas, es que, me lo preguntaron a mí antes pero no supe responderlo- me miro con desconfianza- no te diré quien, pero me preguntaron si… aun no… habías tenido relaciones sexuales.

Su cara fue un verdadero poema, de tener un tono blanco paso a un amarillo abriendo la boca para terminar en un rojo intenso que se acopió en sus mejillas, luego volvió a abrir la boca varias veces sin saber que decir y termino por mirar a otro lado.

No pienso responder si es para que o andes contando… si fuera porque tú quieres saberlo sería diferente, pero la verdad nunca te he importado demasiado

¿Qué? –me quede petrificado, no me esperaba una confesión así, sabía que llevaba un tiempo ignorándolo un poco, pero el que no le preguntara ese tipo de cosas era porque quería darle privacidad- claro que me importas eres mi hermano, pero pensé que te incomodaría que hiciera ese tipo de preguntas.

Porque me va a incomodar si eres mi hermano – Lorcan se levantó algo molesto y apago las luces de la habitación para volver a sentarse a mi lado.

Bueno yo no te cuento estas cosas por eso pensé que no teníamos ese tipo de confianza- no podía verlo demasiado por la escaza luz pero note su intensa mirada sobre mí.

A mí me gustaría que tuviéramos ese tipo de relación, la verdad me siento bastante confundido en algunas cosas – tomo un aparato largo y comenzó a apretar unos botones hasta que la caja de enfrente se prendió.

Lo lamento, de verdad, no pensé que quisieras hablar de esas cosas conmigo – me acerque a él y sentí que temblaba un poco, pero era extraño pues no hacia frio.

Claro que quiero hablarlas contigo eres con la única persona que tengo confianza – sonreí ante su comentario y vi que iba a conectar unos cables, solo el sabia usar esas cosas Muggles.

Entonces me siento mal de no haber generado el ambiente adecuado- el volvió a mi lado y sonrió victorioso en ver que la película comenzaba.

No es tu culpa, solo no se había dado la oportunidad, solo es eso – sonrió como hace mucho no lo hacía, y tomo el pote de camarones dulces.

Y la verdad nunca te he visto muy cerca de una chica, bueno he notado que tienes una linda amistad con Dominique pero fuera de ella nada más, ¿hay alguien que te gusta?

Me sentí extraño por preguntarle eso y un nudo atrapo la boca de mi estómago por un par de segundos pero no le di importancia de seguro seria el hambre que comenzaba a tener por no haber comido casi nada en todo el día.

Pero cuando le mire en reparar en el silencio, repare en que estaba algo incómodo y cabizbajo, quizás estaba decepcionado de que no me diera cuenta de quien le gustaba, después de todo siempre había sentido una conexión con Lorcan, pero desde que estaba con mi novia, no me preocupaba de él, el pensar en ello me hizo sentir el peor hermano del mundo, y en apreciar que seguía en silencio me hizo notar la distancia que existía entre él y yo.

La verdad es que si hay alguien que me gusta, y mucho, pero es un amor imposible… lo supe desde el momento mismo en que me di cuenta de que le amaba - hablo de repente y me dio dar un brinco, no me esperaba que hablara mientras transcurría la película.

Pero, ¿tan imposible es? – me entro la curiosidad, para que Lorcan un chico extrovertido y con carisma dijera eso tenía que ser algo muy difícil.

Si, dudo mucho que algún día sea correspondido

Iba a volver a preguntarle algo pero de aquella caja apareció de repente una chica de blanco con el pelo largo sobre el rostro y se quedó quieta para luego aparecer de la nada mucho más cerca y Lorcar pego un grito mientras me tomaba del brazo, ambas cosas me dejaron con el corazón acelerado, empezaba a pensar que ver una película los dos solos en casa no era una buena idea. No entendía porque mi hermano había escogido una película así, saltamos en gran parte de ella y termine con el pegado a mí, apretaba mi brazo con tal fuerza que empezaba a dejar de sentirlo, cuando al fin termino el escondía la cabeza en mi hombro y tenía las piernas subidas en el sillón.

Creo que no fue una buena idea ver esta película – susurro aun sin alejarse ni un poco- ¿puedes ir tú a prender la luz?

Lorcan no seas infantil –susurre mientras sacaba mi varita y hacia un lumus máxima y el suspiraba aliviado.

Tú también gritaste en algunas partes – hizo un puchero y sonreí en mirarlo, le obligué a soltarme y me levante para ordenar un poco pero él me cogió de la mano y me empujo, con lo que termine de nuevo sentado.

Sobre lo que hablábamos antes, quiero saberlo… quiero saber….si tu…. Con tu novia… ¿has tenido relaciones? – su pregunta me pillo desprevenido y no tuve tiempo de si quiera sonrojarme, le mire a los ojos y sin saber la razón sentí pena, sentí que había hecho algo muy malo, como si el haber hecho el amor con Emely fuera la peor deslealtad del mundo, como si le hubiera traicionado de alguna forma, pero termine por asentir.

El silencio inundo la habitación por bastante tiempo hasta que Lorcan soltó mi brazo y se levantó con la cabeza gacha y el flequillo rubio tapándole los ojos, entonces me susurro solo un buenas noches y se fue rumbo a las escaleras, en primer momento me quede allí mirándole alejarse. Luego de ordenar abajo me fui a mi habitación a dormir pero cuando entre a la cama el cansancio del día se alejó, cuando mire hacia la puesta, escuche un rechinar lento y tétrico que me erizo los vellos del brazo, todo era tan extraño que empezaba a asustarme a mí también. No quería mirar hacia esa dirección así que apreté mi varita con fuerza y espere a escuchar algo más pero sentí a alguien acercarse a la orilla de la cama.

No puedo dormir…. ¿podría acostarme contigo Lysander?- le mire y sonreí abriendo la cama para que entrara aunque el parecía algo avergonzado.

¿tienes miedo? – el solo afirmo con la cabeza y se volteo para mirarme- no pasa nada, reconozco que yo también un poco – sonreímos y me miro de una manera diferente.

De aquello que hablamos…nunca he tenido relaciones con nadie… porque sé que si llego a hacerlo solo tendré en mente a la persona que me ha robado el corazón.

¿Quién es? – él se quedó callado y me miro para luego suspirar.

Eres tu – Lorcan susurro algo tan bajo que no le escuche pero asumí que le había costado mucho decime así que intente seguir el juego y averiguar quién era con sus respuestas.

Pues no creo que sea un amor imposible, ¿Por qué lo piensas así? –el me miro asombrado y se acercó un poco más abrazándome.

La verdad es porque nunca he sentido que sea un amor correspondido – le abrase para que dejara de tener miedo

Uno nunca debe dar las cosas por hecho, creo que deberías al menos intentarlo ¿no crees?

Sentí su mano apoyarse en mi mejilla y le mire confundido, entonces lo note en sus ojos, solo entonces comprendí lo estúpido que había sido en no pedirle que me repitiera el nombre de su amor platónico, pero ya era demasiado tarde, demasiado tarde para intentar aclarar las cosas. La mano que estaba en mi mejilla me obligo a bajar el mentón lo suficiente para que sus labios se pegaran a los míos en el momento en que alzaba su cuerpo para poder alcanzarme, aquel nudo en mi estómago de la tarde es ínfimo para lo que sentí en ese momento, una corriente recorrió mi estómago haciendo que todos mis órganos se tensaran pero también causo que mi cordura volviera.

¿q-que estás haciendo?- la voz me salió cortada y me aparte lo suficiente para que nuestras narices no se rozaran.

T-tú me has dicho que… lo hiciera, pensé que me estabas incitando a intentarlo – ambos estábamos incomodos por la situación, yo por no saber cómo no herir a mi hermano y el por las ilusiones que se debe haber hecho por pensar que yo le correspondía.

Si lo sé, pero porque pensé… haber escuchado otra cosa –susurre algo confundido, él estaba cerca de mí y su aroma me agradaba, nunca lo había sentido, pero estaba usando uno diferente al usual, ¿o seria su olor natural? – soy tu hermano Lorcan es imposible que entre tú y yo p…

Me hizo callar juntando sus labios con los míos, y sentí su aroma aún más fuerte cerré los ojos sin saber la razón y sentí como cerraba sus labios en torno a los míos, era extraño pero con los ojos cerrados, podía ser mi hermano como no, quien me estuviera besando y eso me nublo, respondí su beso lentamente notando como apretaba mi brazo emocionado, cuando nos apartamos para tomar aire luego de unos minutos ambos suspiramos al mismo tiempo como muchas veces nos pasaba.

Dime porque… ¿Por qué me tuve que enamorar de ti?, tu cuerpo es igual al mío, que de diferencia hay… porque de ti precisamente – su voz sonaba angustiada y lo más seguro es que para él hubiera sido muy difícil llevarlo todo este tiempo, más aún porque yo había llevado a mi novia muchas veces a casa ese verano.

Yo, lo lamento, quizás paso porque pasamos mucho tiempo juntos, porque la verdad tu eres una persona muy importante para mí, pero creo que estas confundido sobre tus sentimientos, para que te guste alguien tiene que ser físicamente también… y bueno tu cuerpo y el mío es igual –el me miro y suspiro desepcionado.

No estoy confundido eh pensado mucho en ello, me gustas tú, aunque cuando te mire eres igual a mí, solo con tocarlo sé que eres tú, cuando me miras eres tú, por muy iguales que seamos... me gustas tú.

Mi corazón dio un vuelco y sentí que daba un brinco al escucharle, había escuchado esa frase muchas veces pero era la primera vez que mi cuerpo respondía de esa forma, y esta vez fui yo quien le beso, no sabría decir si fue por la curiosidad de saber que era lo que me pasaba, o porque no quería herir a Lorcan, pero la verdad es que no obtuve la respuesta pero si algo muy diferente, la forma en que el me besaba era tímida pero cuando sentí su lengua buscando la mía un calor invadió mi cuerpo y apreté su cadera contra mí.

Espera… no quiero hacerle esto a Emely – cerré los ojos con fuerza en sentir su mano en mi abdomen, era extraño y excitante sobretodo porque él parecía saber muy bien donde tocar.

¿Y crees que es correcto que yo le haga esto a James? – abrí los ojos de golpe y lo mire, no me esperaba algo así, había visto la cercanía que ellos dos tenían nunca me hubiera esperado que fueran pareja, el solo pensarlo me hizo sentir… triste, pero ¿Por qué me importaba?

No sabía que tenías algo así con james…. ¿Por qué nunca me lo contaste? – note que el dejaba de tocarme y suspiraba ruidosamente.

Porque no es mi novio ni nada así, me dijo hace unos días que yo le gustaba, pero aún no hemos tenido tiempo de hablar de ello, la verdad es que nunca pensé que estaríamos en esta situación – sentí una de sus piernas pasar sobre las mías y trague saliva, me sentía un novato.

No hablemos de eso, no tengo cabeza para ello – solté sin pensar y el sonrió con picardía, jamás había visto ese brillo en los ojos de Lorcan, y debo reconocer que me dio miedo.

Subió la pierna que había metido entre las mías y rozo mi entrepierna provocando que cerrara los ojos con fuerza, me estaba sorprendiendo las cosas que mi propio hermano estaba causando en mí, sentí sus dientes en mi cuello y abrí la boca dejando escapar un jadeo.

Lorcan para… esto no está bien, eres mi hermano…y eres un chico – iba a apartarle por los hombros cuando sentí su mano bajar lentamente por mi vientre y alzando mi ropa metió la mano dentro de ella.

Tranquilo, noto que te gusta… - iba a reclamar frente a su comentario pero me callo besándome, respondí el beso enseguida con más lujuria que antes, con deseo y pasión tal como él lo estaba haciendo.

En cuanto respondí ese beso olvide a James, a mi novia, a mis padres, lo olvide todo, lo único que existía eran sus labios y sus cálidas manos acariciando mi cuerpo, deje caer la varita y lleve mi mano a su espalda, el bajo a besar mi cuello y yo gire la cabeza a un lado, y me quede sorprendido, allí en la pared derecha estaba el espejo de cuerpo entero que hace unas navidades me regalo la tía Ginny, entonces lo vi, en aquel espejo estábamos los dos, ambos de cabellos rubios, ambos con el mismo cuerpo, debo reconocerlo, es sin duda lo más extraño que he visto en toda mi vida, pero la conexión que teníamos era completamente extraordinaria.

Podía sentir sus manos recorriendo mi cuerpo y yo hice lo mismo con el suyo, tocando cada parte reconociéndola como mi cuerpo mismo, el calor empezó a invadirme y terminamos por empujar las mantas hasta el suelo, le ayude a quitarse su camisa y el hizo lo mismo con la mía, le deseaba, como nunca antes había deseado a alguien, quería sentir esa conexión por completo, porque cada vez era más embriagadora, necesitaba sentirle tanto como el a mí. Cuando lleve mis manos a sus bóxer sin saber mis verdaderas intenciones sentí su mano sobre mi bóxer justo en la zona donde mi miembro empezaba a endurecerse y deje escapar un gemido, sentía el sudor de mi cuerpo y el suyo mezclarse así como nuestros labios y lenguas lo hacían en ocasiones, todo era demasiado extraño así que no podía creer que de verdad estuviera pasando, sentía que nuestros cuerpos estaban hechos para estar así, Lorcan sabía perfectamente donde y como tocarme, que cosas me gustaban y cuales otras me excitaban al punto de suplicar por más, sin dudas no había nadie más en el mundo que pudiera llegar a hacerme sentir de esa forma.

Tenía que detenerlo, debía hacerlo por nuestro bien, eso era lo que me repetía una y otra vez, pero nunca pude llegar a hacerlo, seguí acariciándole y besándole, dejando que él me guiara, sin dudas sus manos me llevaron al cielo, cuando sentí nuestros cuerpos juntos y desnudos perdí la cordura por completo, solo recuerdo haber despertado por la mañana con Lorcan acomodado en mi pecho.

¿Qué era lo que habíamos hecho?

Lo había estropeado todo con mi novia, eso era evidente tenía que terminar con ella sin decirle la razón, y de seguro él tendría que rechazar a James, pero lo peor de todo era… ¿Cómo se lo diríamos a todos los demás?

-Lorcan, ¿Qué haremos? –le acaricie el pelo con cariño

- ¿Por qué lo preguntas? ¿Quieres seguir con tu novia? –me abrazo por el pecho besándolo

- claro que no, sé que me conoces, si… deje que todo esto pasara no me arrepentiré ahora

- lo sé, pero ¿entonces porque lo preguntas?, si es por mamá ella ya lo sabe, le confesé mis sentimientos hace un año, y siempre me ha apoyado

Todo era tan extraño que ya el hecho de saber que mi madre estaba apoyando nuestra relación, nada me podría sorprender nunca más, y es que mi familia hacia honor a el apodo que nos daban éramos una familia de "Lunáticos", soñadores, extraños, alocados, decididos pero sobre todo impulsivos.

FIN

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jueves, junio 16, 2011

Huron cap 11

Los personajes no me pertenecen son de J.K.R

Estilo: Drama- Romance

Parejas: Dramione –Draluna- HarryLuna

Ranking: k

Capitulo 11

Soledad

Desde la noticia de los Malfoy, todo Hogwarts hablaba de ello, creando nuevos rumores, Hermione estaba demasiado preocupada, quería estar con Draco, aun más en un momento así, estaba segura de que leer las noticias no le sentaría nada bien, y menos cuando él estaba viviendo todos esos problemas, sabía que Draco estaba susceptible a todo lo que tuviera que ver con su familia, y le dolían los comentarios que todos los que no pertenecían a Slytherin decían, pero aun más los que Harry y Ron insistían en decir.

- se lo tiene merecido – escupió Ron con odio mientras caminaban por los pasillos hacia la clase de DCAO- de seguro ni siquiera está sufriendo, solo le interesara saber con cuál de los dos podrá tener más comodidades y poder.

- de seguro y se quedara con su padre, Malfoy lo admira, si de hecho son idénticos- soltó como única respuesta Harry intentando animar a su amigo, a sabiendas de lo que Hermione sentía por el atacado

- no tiene corazón así que lo más seguro es que le dé igual cual de los dos.

- Ron, deja de hablar así, tú no puedes saber cómo es Malfoy con su familia- Hermione siempre salía a la defensa intentando hacerlo de forma justificada con hechos o cosas concretas, pero sabía que en este punto las llevaba de perder.

- ¿sigues defendiéndole?, pero si es Malfoy todos sabemos que no tiene corazón, ni si quiera le debe importar si su madre está sufriendo.

- cállate Ron, no sabes nada, no tienes derecho a hablar así de él- ella se cubrió la boca en notar la mirada de sus dos amigos, se había dejado en evidencia aunque Harry ya lo sabía

- ¿Qué has dicho?- Ron la miro pero su nueva novia había llegado y entre la conversación no verbal de sus bocas no le dio tiempo a hacer nada más.

Hermione aprovecho enseguida para irse, aunque noto la mirada de Harry posada en ella antes de voltear en la puerta del gran comedor, en cuanto pudo estar a solas en el baño ya era la decima vez que iba en el día, y por más que revisara sus protectores, su menstruación no la había visitado, por segunda vez.

No puede ser, Hermione… tranquilízate, no es nada, solo son los nervios los que están causando estragos en mis hormonas, no es nada más que eso, si dejo de estar tan pendiente de seguro me bajara, solo es cosa de tiempo…. Pero ya llevo dos meses esperando, si estuviera en Londres muggle podría comprarme un test de embarazo y lo sabría enseguida, pero aquí, no puedo saberlo, es magia de libros que no puedo ir a mirar, y si alguien se da cuenta de lo que quiero saber, no, estaría completamente perdida, lo más probable es que me expulsarían de Hogawrts, nunca he sabido nada de chicas embarazadas en el colegio.

.. si tan solo estuviera conmigo, lo necesito… ahora más que nunca lo necesito y no eh sabido nada de él, ni siquiera se ha dignado a enviarme una carta… ¿realmente alguna vez le importe?

Los pensamientos de Hermione pasaban de un tema a otro sin ningún orden y es que la verdad se había planteado tantas veces los mismos temas que ya ni siquiera pensaba coherentemente.

Como puede ser que con solo una vez de hacerlo juntos… no puede ser Dios, no me haría esto, aun me queda un año y más por terminar Hogwarts, ni siquiera es mi novio y cuando le diga a mi padre me matara mi padre, oh por los calzoncillos de Merlin, mi padre, estoy segura de que no le gustara nada la idea, como puedo haber hecho algo así sin pensar, ¿en donde quedo mi parte racional? ¿es que acaso soy una cualquiera?, no es si quiera mi novio y me entrego, soy una estúpida, no me cuidé, ¿por qué no lo hice?, ¿Por qué?

Y como siempre que Hermione se dedicaba a pensar demasiado sobre Draco las lágrimas la dominaban y comenzaba a sollozar mientras intentaba cubrirse la cara con ambas manos, no saber nada de él en un momento así la tenia destrozada, porque además no tenía a nadie a quien poder contarlo, salvo Harry tal vez, que era el único que sabía, pero ni siquiera ella estaba completamente segura, sabía que había una enorme posibilidad, no se habían protegido siendo que para los magos solo era conjurar un hechizo, se sentía tan estúpida ahora, no lo culpaba a él, sabía que la responsabilidad era de ambos, pero las consecuencias podían ser devastadoras.

¿Cómo se lo diré a mis padres?

¿Podre decir que Draco es el padre?

¿Y si los padres de él se enteran?... lo más probable es que vendrían por mí para matarme…

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Los días pasaron y Hermione desesperada por tener noticias de Draco tuvo una idea descabellada, pero en un momento así, cualquier cosa era mejor que seguir yendo al baño cada vez que creía sentir algo y no encontrar nada para volver a llorar sin poder controlarlo. Su plan era arriesgado y estúpido en mayor medida, pero ya había comenzado, le pidió a Harry su capa sin darle explicaciones, a pesar de que fue difícil que el chico aceptara sin saber para que lo utilizaría, lo logro. Fue de noche sola, caminando por los pasillos de Hogwarts, bajando escaleras que no conocía muy bien hasta llegar a las mazmorras, sabía que estar tan cerca de la casa de las serpientes era un problema, cuando pudo entrar a la sala de pociones saco su varita y con la escasa luz que le proporcionaba su Lumus, se acerco a la estantería buscando asustada y volteando la cabeza en ocasiones para ver si alguien venia le tembló la mano cuando vio la etiqueta, 4 frascos de vidrio de forma cuadrada decían contener la famosa "poción multijugos" tomando uno de ellos respiro intentando controlar su nerviosismo.

- tiene que resultar, al menos dame unos días… clónate homoen – sonrió en ver que allí donde estaba antes el frasco apareció uno idéntico, aunque era falso y si era tocado más de una vez desaparecería, así que con un hechizo levitatorio alzo los otros 3 y dejo la copia al final- al menos así espero que Snape se de cuenta en unos meses más…

Salió de la sala en el mayor silencio posible y la vio, la chica a la que buscaba, Pansy Parkinson doblaba la esquina mientras refunfuñaba, era el momento, Hermione había pensado dejar pasar unos días, pero ya que la oportunidad se le estaba dando, saco su varita y quitándose la capa cuando Pansy estaba dándole la espalda la aturdió, cuando la vio en el suelo comenzó a asustarse, la llevo a uno de los rincones y desvistiéndola se puso su uniforme que le quedaba bastante grande, le quito algunos cabellos y la cubrió con la capa de invisibilidad.

- 40 min… solo tengo 40 minutos

Pero Hermione a pesar de ser la chica más inteligente de su casa, había olvidado algo sumamente importante, se dio cuenta de ello luego de tomar la poción y caminar hacia el retrato del viejo de nariz alargada y respingada.

- ¿contraseña señorita Parkinson?

Hermione palideció, no sabía la contraseña ni mucho menos tenía tiempo para intentar adivinarla, se llevo un dedo a los labios y antes de que comenzara a morderlo como solía hacerlo cuando algo le era un problema, sintió dos fuertes brazos atraparla por la cintura, cuando volteo la cara se encontró con la piel morena de Blaize zabinni, quien sonriente le acaricio un mechón de cabello.

- ¿aun estas molesta conmigo Pansy? – sintió la lengua larga y delgada del slytherin recorrer el lóbulo de la oreja intento controlar un sonrojo, pero en escuchar lo dicho le aparto de un manotazo como había visto a la verdadera Pansy hacerlo en ocasiones.

- déjame en paz Blaize – intento sonar lo más áspera y sosa posible, tenía que intentar pasar desapercibida.

- vamos, pensé que no te importaría, Draco ya no está, no tienes porque ir defendiéndole de todos aquellos que lo insultan, además tampoco es tu novio

Se quedo callada, no quería saber que tipo de relación tenia ella y Draco pero al menos saber de boca de uno de los amigos de este, que Pansy y el no eran nada, le alivio de un peso, pero ¿Por qué Pansy lo defendía? Debía ser por el hecho de que fueran amigos, o eso quería pensar.

- por la razón o la fuerza – susurro Blaize y el viejo retrato se aparto para darles permiso, Hermione solo le siguió intentando que este no se le apegara de nuevo y no parecer demasiado asombrada.

La sala común de slytherin era más acogedora de lo que nunca pensó que sería, estaba dividida en 3 partes, la primera era una gran sala donde reposaban hermosos sillones negros de diferentes formas y tamaños que estaban alrededor de una chimenea, la segunda parte estaba compuesta por estanterías de libros con asientos pequeños pero que aparentaban ser de lo más cómodos, lo sorprendente para Hermione era que aquella parte de la sala era las mas ocupada por los alumnos, algunos de ellos se recostaban en el suelo sobre esponjosos almohadones. La tercera parte fue a la que Hermione no pudo quitar la mirada de encima, aquel rincón de la sala estaba diseñado para la distracción, numerosos juegos de toda índole decoraban las paredes y algunas mesas, desde ajedrez hasta una especie de lanza dardos mágicos.

- ¿a quién estas mirando? ¿A Tomson? – refunfuño quitando a Hermione de sus observaciones, por unos segundos en aquel silencio y respeto por el espacio privado de cada uno de ellos había deseado haber pertenecido a esa casa, pero era imposible que para una sangre sucia estuviera permitido estar en una casa como Slytherin.

- me iré a mi habitación… y no miraba a nadie – su voz salió melódicamente de sus labios y Blaize la miro un par de segundos mientras esta subía las escaleras de caracol de dos en dos, asumiendo que era el de chicas pues había visto subir a dos de ellas hace unos segundos.

Cuando subió tenía miedo de no dar con la habitación de ella, pero al igual que en Gryffindor las chicas de 6to estaban en el penúltimo nivel y en las puertas tenia las iniciales de las dueñas deellas, busco hasta entronar la P.P, entre otras chicas y entro, por suerte estaba vacía, miro las 4 camas que adornaban el dormitorio y la identifico, aquella que tenía un tocador de madera casi negra con serpientes en plateado en las orillas con aquel gigante espejo. Hermione se acerco y hurgueteo entre los cajones buscando una carta de Draco, solo quería y necesitaba la dirección del chico, pero nada, se acerco al armario de Pansy y busco entre sus cosas, la chica era más ordenada de lo que abría pensado.

- vamos, una carta… solo una – y como si sus palabras fueran magia, allí entre un cuaderno de tapas rosas encontró una carta con una fina y larga letra, en solo leer "Draco" el corazón comenzó a palpitarle aceleradamente- lo tengo

Cerró el cajón con fuerza y apretó el sobre contra su pecho pero en voltear la cara de Blaize le asusto dando un brinco.

- ¿Qué tienes allí? – Blaize se acerco mirándola a los ojos, su cabello negro caía en su frente, ella nunca le había mirado de tan cerca.

- no te importa – intento evitarlo y pasar a su lado pero Blaize en un solo movimiento la dejo pegada a la pared.

- A mi no me hablas así Pansy, ¿Qué es eso? ¿Es de Draco? – Hermione noto la fuerza del chico cuando le apretó la muñeca, le estaba haciendo daño, jamás abría esperado que el chico fuera tan brusco, y menos que reaccionara así solo por una carta de Draco, después de todo ella pensaba que él era el mejor amigo de Malfoy.

- Za—Blaize ¿Qué te pasa? – Noto que le quitaba la carta e intento aferrarse a ella- dámela, es mía

- ¿Por qué? ¿Por qué no puedes olvidarle? – le miro a los ojos con una mezcla de ira y desesperación mientras le tomaba la cara con la mano en que sostenía la carta la beso.

Hermione abrió los ojos mientras el slytherin haciendo honor a su casa llevo su lengua a la boca de ella invadiéndola, ella intento apartarlo pero Blaize parecía estar acostumbrado a obligar a las chicas, desesperada por no poder alejarlo le mordió la lengua y este se aparto.

- '¡estás loca! ¿Pero qué demonios te pasa? – se aparto tirando la carta al suelo

- nunca vuelvas a hacer eso –tomo la carta y salió dando un portazo que escucho toda la sala común, no le importo que muchos la miraran al salir, solo apretaba con fuerza la carta que había logrado conseguir en un plan completamente descabellado.

Fue a donde había dejado a Pansy escondida le quito la capa y sintió pena por ella, la había dejado algo doblada, y desnuda, la pobre tenía el cuerpo frio y los labios morados, la vistió y se arreglo luego de calentarle las manos agitándolas con las suyas, se disculpo sin saber por qué, alejándose le lanzo un hechizo para antes de que ella pudiera verla volver a ponerse la capa.

Me he vuelto loca, está claro que blaize le reclamara a Pansy, aunque no hay forma de que ella sepa que he sido yo, pero me he vuelto loca – alzo la carta mirando la perfecta caligrafía de Draco y la curiosidad la embriago, la abrió y noto que de verdad era breve.

Quería Pansy

Mi padre me ha mencionado que le has pedido a tus padres venir estas vacaciones a nuestra mansión, sabes que me encantaría pasar tiempo contigo, pero las vacaciones mi padre se dedica a entrenarme, y no me gustaría que me vieras en el estado que él me deja, espero que lo entiendas.

Sobre Lunatica, no es nada, solo me gusta leer ese libro extraño, es divertido en la cantidad de estupideces que puede llegar a inventar la gente loca, pero es agradable hablar con alguien sin que te alague o acose cada 5 min, si te molesta ya lo hablaremos en otra oportunidad, pero sabes que no dejare de hacer cosas porque tú me lo pidas.

Con cariño

Hermione sintió un nudo en el cuello y los ojos le picaron enseguida, se sentó aun con la capa puesta afuera de la sala común y intento controlar el llanto, aun le escribía a Pansy pero no a ella, ¿y qué demonios tenía que ver luna en todo esto?, tan ensimismada en sus pensamientos estaba que no escucho los pasos acercarse a ella, hasta que una mano le quito la capa y la miro a los ojos, con aquellos verdes que denotaban su preocupación y angustia.

-¿Qué te pasa Hermione? ¿Por qué ya no nos cuentas nada? – Harry le miraba mientras la chica se limpiaba las lágrimas

- Harry – la chica sin poder más se lanzo a sus brazos abrazándolo por el cuello y casi tirándolo al suelo, dejo escapar su angustia, aquella pena que le acongojaba el corazón y le tenía llorando todas las noches por no saber qué hacer con su vida, y peor aún, no solo con su vida sino aquel hijo que ella comenzaba a estar cada vez más segura de que llevaba en el vientre.

Estuvieron así un par de minutos hasta que el chico noto que el llanto de Hermione había aminorado y la aparto para limpiarle las lagrimas que habían dejado marcas de su camino en la cara de su mejor amiga, aunque quería saber que le pasaba noto en los ojos cansados de ella que no era el momento, y esperaba que ella se armara de valor para contárselo.

- vamos, te llevare a tu habitación, no creas que no te preguntare, esperare a que tú me lo cuentes, pero… me tienes realmente muy preocupado más….porque he visto que has estado en la sala común de los slytherins.

Ella solo afirmo y se dejo llevar a la habitación, en llegar vio a su hurón acurrucado en su cama y se acostó a su lado abrazándolo fuertemente, si tan solo ese hurón fuera Draco, si tan solo no la hubiera dejado, si supiera algo de él, le necesitaba, se sentía tan sola y angustiada que sentía que no tenía fuerza para levantarse ni un solo día más.

Hermione durmió muy mal, las pesadillas la atormentaban, esta vez porque vio a Draco besándose con Pansy y extrañamente luego aquella chica de cabellos negros se transformaba en una chica más delgada y baja de cabellos rubios a cual Draco tocaba con desesperación, mientras luna sonreía y se dejaba hacer. Despertó de golpe y se sentó en su cama, sintió un liquido extraño en su entrepierna y se levanto de golpe, corrió al baño y se bajo la ropa interior sentándose en el baño, miro decepcionada que no había sangre en su protector nocturno y que estúpidamente había confundido un poco de humedad por la excitación de un sueño algo apasionado con su periodo, tomándose la cabeza con ambas manos ahogo un grito de desesperación mientras las lagrimas caían sin poder contenerlas.

No puede ser… tiene que bajarme, soy demasiado joven, solo tengo 16 años, no me siento capaz de cuidar de un bebe, no estoy capacitada, ¿y si Draco no aparece?, ¿como voy a criar yo sola de el?

No pudo ni quiso seguir pensando sobre ello porque el nudo en su corazón y garganta le dolían tanto o más que la agonía de encontrarse absolutamente sola frente a un problema que no debía afrontar a esa temprana edad.

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Las vacaciones se acercaban y Hermione seguía igual de extraña, a pesar de que pasaba la mayor cantidad del tiempo en la biblioteca, a pesar de las insistencias de sus amigos por intentar saber que le pasaba ella no decía nada, Harry había sido el que más insistía pues Ron estaba preocupado con su nuevo amor. En un comienzo Harry había pensado que era por haber confesado sus sentimientos, pero luego de preguntárselo a Hermione no menos de 500 veces, aclaro que no era ese el motivo de la actitud de su amiga; luego analizo la posibilidad de que fuera porque Ron a pesar de haberse confesado a ella se había ido con otra en cuanto se le dio la oportunidad, pero ella cuando veía a la pareja no parecía disgustada, de hecho, mayoritariamente se mostraba indiferente.

Harry no dejaba de observarla, la seguía a escondidas intentando entender porque ella parecía más lejana, y en ocasiones su mirada era preocupada e incluso angustiada, le dolía no saber que le pasaba a su amiga y que por más que le preguntara ella le respondiera con evasivas. Un día de aquellos que la seguía espero fuera del baño de chicas, escondido detrás de una de las armaduras y la escucho, estaba llorando, parecía muy acongojada y entro lentamente.

- ¿Qué voy a hacer? …. – Harry no se sentía capaz de intervenir, o más bien, no sabía cómo hacerlo- que le voy a decir a mis padres, o a Harry y ron…. Me mataran si se enteran, quiero contárselo a Harry pero no puedo

El sabía que tenía que ver con lo pasado aquella noche en que la encontró llorando fuera de la sala común, pero a pesar de que había intentado volver a mencionar ese día, ella lo esquivaba, aunque escuchar que ella tenía intensiones de contarle lo confundía. Se adentro más en el baño de chicas pero se mantuvo oculto.

Ella no salía de su cubículo y Harry no se atrevía a entrar, cuando vio una espalda desnuda cubierta levemente por una toalla que intentaba anudarse una chica de cabellos rubios y piel blanca, el abrió la boca anonadado por la visión que tenia, había olvidado que aquellos baños no solo se usaban para ir a hacer las primeras necesidades sino también para ducharse. No había sido capaz de mirar la cara de la chica pues ella jugaba a danzar mientras se estrujaba su cabello por un costado, dejando ver su cuello y aquellos aretes de rábanos que Harry estaba seguro nadie más en el mundo usaba, era Luna, Luna Lovegood, y Harry estaba parado detrás de ella anonadado por verla a ella desnuda. Cuando ella se volteo notando su mirada le sonrió como siempre, como si fuera vestida y estuvieran en cualquier pasillo.

- Hola Harry – sonrió mientras sostenía su toalla con una mano- ¿esta estropeado el baño de chicos? – pregunto con su dulce voz.

Hermione que escucho el nombre de su amigo y que en seguida reconoció la voz de quien provenía salió enseguida viendo la escena algo confundida y a su amigo mirar a la chica como si la viera por primera vez, o como si recién ahora se diera cuenta de que Luna era una chica, y una muy hermosa.

- Harry ¿qué haces en el baño de chicas? – salto Hermione en ver que su amigo no hacia ningún movimiento por salir o por dejar deber como Luna cepillaba su cabello.

- yo, necesitaba hablar contigo

- hola Hermione, hace mucho que no te veía –la cara de luna cambio enseguida, dejo de parecer inocente y su voz fue más seria, algo extraño en ella- es sobre Draco Malfoy

El corazón de Hermione le dio un brinco y la respiración se le corto en un segundo, se sintió tan mareada que tuvo que apoyarse en la puerta del cubículo, ¿Qué podía saber luna? ¿Es que acaso luna y el tenían algún tipo de relación? ¿Era por ello que Draco la mencionaba en su carta con Pansy?

- ¿Qué sabes de él? ¿Sabes cómo puedo contactarlo? –Hermione luego de recuperar su cuerpo de aquellas emociones que la embriagaron miro a luna.

- claro, lo fui a ver para san Valentine, es de eso que quiero hablarte

-¿Qué? ¿Para san Valentine? Me dijiste que irías a ver a tu padre

Luna bajo la mirada, y se acerco a su ropa dejando caer la toalla mientras se ponía su ropa interior, sin importarle que estuviera Hermione ni mucho menos Harry, quien parecía que sufriría de un sangramiento nasal en cualquier momento, a pesar de que la chica les había dado la espalda y de que Harry en un acto caballeroso se había ido a un rincón, Hermione sabía que Harry no podría quitar esa imagen de su mente.

- yo… te he mentido y ocultado cosas Hermione, y estoy realmente arrepentida, porque tú eres una de las pocas amigas que tengo, creo que se me metió aun Psyche, papá dice que esos animales que parecen hadas ciegan a las personas que sienten demasiado amor, y yo –Luna levanto la mirada hasta encontrar la de Hermione- yo estaba enamorada de Draco.

Las palabras de luna retumbaron y hicieron eco en la cabeza de Hermione, no era que se sintiera traicionada, pero el saber que Luna le había escondido algo tan importante durante tanto tiempo, la tenia confundida, además ahora su corazón se batía en un duelo entro lo moralmente aceptado y lo que era bien para ella, porque después de todo, si Draco hablaba de ella, además le había ido a ver para san Valentine, y además Luna era una sangre pura, para Hermione todo estaba claro, Draco solo la había utilizado para calmar un deseo carnal que sabia no podía apagar en Luna, porque era una chica demasiado tímida para hacer algo así.

Draco… Malfoy solo la había usado, y lo peor, es que ella ahora tendría que sobrellevar sola, aquello que había nacido de una relación que no tenía nombre, y que tal vez ni siquiera tenía valor para él.



jueves, junio 02, 2011

La mentira de edipo cap 2

Autor: Vladirmir
Personajes: De JKR
Pareja: Draco-Astoria- Scorpius
Categoría: incesto – Drama
Ranking: M
Correctora: ILSly

ADVERTENCIA= CONTIENE INCESTO y escenas de tipo sexual.



Cap 2 “el sabor de otros labios”


Luego de largas y eternas horas en la peluquería mágica, Astoria pago satisfecha de lo que habían hecho con su cabello, y sonriendo salió a dar un paseo por el callejón Diagon, vio en una de las vidrieras un chape para el pelo con una hermosa mariposa purpura, y se enamoró de ella, cuando entró en la tienda notó que había un hermosa pluma con una serpiente en su mango, y lo supo, era un regalo perfecto para Draco, así que luego de pagar ambas cosas decidió seguir mirando para comprarle algo a su hijo, y que tienda mejor que la de aquel deporte que a Scorpius tanto como a su esposo les encantaba, ella sabía que su hijo quería algo en particular pero no podía recordar que era lo que le había mencionado.

- Hola señora Malfoy – se escucho una voz varonil detrás de él y aunque no la pudo reconocer sintió un aroma de fresas y miel, le recordó enseguida a una pareja muy amiga de Draco.

- Hola Nicolás Nott, ¿cómo están tus padres?- me voltee se volteo para mirar a aquel chico de cabellos negros piel pálida y aquellos hermosos ojos heredados de su madre.

- Mi padre está en el ministerio como siempre, y bueno mi madre recorriendo el mundo en busca de nuevas especies, lo de siempre, aunque puede que mi madre llegue antes porque le avise que llegaría unos días antes. – Nicolás hablaba con el mismo tono inocente y soñador de su madre pero su estatura y presencia eran dignos de su padre.

- ¿Les han dejado salir antes? Scorpius no me dijo nada – los ojos de Astoria se empequeñecieron.

- Bueno… puede que fuera a casa de su novia primero ¿no? ¿Unos días? – Nicolás se mordió el costado de uno de sus dedos en notar que había dicho algo inapropiado.

- ¿Mi hijo tiene novia? –su sorpresa se escapo en sus palabras al alzar la voz, y aunque Nott intento escapar la mano de Astoria se lo impidió.

- Bueno, tal vez, digo, está en edad ¿no? No es que yo sepa algo, es solo que se rumorean cosas con Rose Weasley – se soltó de Astoria y le sonrió- bueno fue un gusto señora Malfoy pero ya tengo que irme a mi casa, mi padre debe estar esperándome.

- Espera antes de que te vayas, ¿me ayudas a comprar un regalo para Scorpius? - con ayuda de Nicolás compro las últimas dos cosas que había adquirido la tienda y otras que según el menor de los Nott, su hijo llevaba tiempo deseando.

- Por cierto señora Malfoy, su hijo no deja de hablar de usted, pero tiene razones para hacerlo, realmente es más hermosa de lo que él la describe – el chico se acerco a ella para tomarle la mano y le dio un beso en ella- fue un placer volver a verla

- Pero que cosas dices… - no alcanzo a sonrojarse pues alguien la abrazo por detrás y se sobresalto.

-Hola cariño, hace tanto que no te veía… ¿y Draco? ¿No me digas que has salido sin él?- Blaize soltó a Astoria de su agarre y esta le miro sonriendo- pensé que ese hombre sabia valorar más lo que tiene

- Nunca vas a cambiar ¿eh?- sonrió y lo abrazo ella esta vez mientras escuchaba a Nott llamar a su hijo Nicolás. No solían reunirse pero Astoria adoraba a los amigos de su esposo, eran amables, atentos y por sobre todo muy aduladores; y aunque acostumbrarse a sus esposas fue algo complicado, de Luna Lovengood de sobre manera, había terminado por tomarles cariño, y se encargaba de comprar sus regalos de navidad.

- Astoria, que hermosa te ves hoy, aunque siempre lo has sido –Luna le sonrió amablemente y la abrazo con cariño, la esposa de Nott era única en el mundo y eso todos lo sabían, por eso no intentaban entenderla solo la querían.

- Gracias Luna, solo he retocado mi cabello –sonrió y se contaron algunas cosas hasta que Astoria noto que se había hecho tarde y dejándolos en aquel café se fue a su mansión, después de todo estaba ansiosa de poder ver a su hijo, aunque tuviera que fingir falsa sorpresa a la hora de verlo.

Luego de disculparse de todos los presentes y tomar todos los paquetes, desapareció para cruzar a los pocos minutos el portón mayor de la mansión, se sentía ansiosa; tal vez su hijo ya estaba allí, de seguro no le había mandado una carta porque quería darle una sorpresa, después de todo nadie la conocía mejor que su hijo, sonriendo entro a su casa con paquetes en mano, la voz de su esposo le emociono, volviendo a sentir el cosquilleo en el estomago, dejo los paquetes para correr al salón de donde venia la voz, cuando logro verlo noto la mirada de su esposo y sonrió, de seguro estaba alucinado por como se veía, habían hecho un muy buen trabajo con su cabello, y eso la alegraba. Draco por el contrario lucia furioso y sin comprender nada Astoria termino siendo bofeteada por él y vio a su hijo parado en el umbral.

- Sco-scorpius – con dificultad se levanto y se ordeno la ropa intentando aparentar que no había ocurrido nada pero la mirada de su hijo, asesinado a su esposo le advirtió que ni siquiera intentara decir algo a su favor.

-¿Por qué demonios lo has hecho? – susurro con una voz que no era de él, la ira se había apoderado de su cuerpo por completo.

- Yo, Scorpius no es lo que parece, ha sido un accidente, yo jamás… -se quedo callado al ver que su hijo le apuntaba con aquella varita blanca, la única en su especie, pluma de unicornio, veneno de escorpión y escamas de sirena, Draco lo recordaba bien, pues había acompañado a su hijo a comprarla.

- No me mientas padre, no hace falta, lo vi, no tienes para que inventar algo que no es, vi como la golpeaste, ¿Madre, le diste motivos para que reaccionara de esa forma aunque no fuera la correcta? – Astoria movió la cabeza para mirar a su esposo quien ni siquiera le dirigía la mirada y afirmo con la cabeza.

- Yo tengo la culpa hijo, deja que tu padre y yo solucionemos esto, es problema de adultos.

- No, madre no lo haré, no pienso dejarte con él a solas, y no te creo nada, Draco Malfoy sal de la habitación –su padre se sorprendió de sus palabras y le miro estupefacto.- que… salgas de la habitación… --volvió a repetir perdiendo los estribos- ¡¡QUE TE VALLAS!! ¡¡NO QUIERO VERTE!!

Draco solo afirmo con la cabeza y salió del lugar con la mirada distante sabía que no era el momento de dar explicaciones ni de intentar solucionar las cosas, y desapareció en silencio, Astoria no sabía qué hacer, no quería causar problemas y mucho menos que su hijo descubriera la verdad, pero ya era demasiado tarde habían cosas que ya no se podían ocultar, menos aun a un muchacho que se estaba convirtiendo en un hombre.

- Madre… ¿estás bien? – Scorpius se acerco a ella y le acaricio la mejilla con tristeza, la adoraba y verla así le estaba rompiendo el corazón, ella no se sentía capaz de mirarlo a los ojos y el término tomándole el mentón para que lo hiciera.

- No me mires –susurro intentando volver a mirar el suelo pero él le obligo a que lo mirara
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- ¿Por qué no me lo dijiste madre?... ¿hace cuanto que te golpea? –suspiro y le limpio las mejillas pero ella negó enseguida con la cabeza

- Es la primera vez que lo hace – Scorpius la acerco poniendo una mano en la espalda de ella y la abrazo contra su cuerpo – no creas cosas que no son.

- Madre no tienes que mentirme conozco bien a mi padre… solo he terminado de abrir los ojos –la voz de Scorpius se quebraba poco a poco, cerró los ojos abrazando a aquella mujer que estaba comenzando a robar sus sueños.- no es él quien me preocupa, sino tu Astoria

Ella apretó la ropa de él a la altura de su espalda, sabía que le estaba haciendo daño a su hijo y eso la mortificaba, no era eso lo que quería, había mentido tanto tiempo para que eso no llegara a pasar, pero tantos años de protegerle la habían dañado, se había cortado al sostener un vidrio trisado hace mucho, todo con tal de lo que viera su hijo reflejado siguiera siendo aquella mentira que ahora había sido despedazada.

El sollozo de Astoria inundo la habitación y su hijo intentaba consolarla entre sus brazos, pero a cada segundo aquel llanto era más desolador, desgarraba la garganta de aquella mujer de rubios cabellos tanto como el corazón de aquel hombre que la sujetaba, cuando él se aparto lentamente ella intento tranquilizarse para dejarle hablar.

- Vamos a tu habitación madre, necesitas descansar, no te preocupes yo cuidare de ti, nunca volverás a sufrir, ya estoy aquí… no llores mas.

Y como cada año, ella sonrió, el tenia mucha razón en sus sabias palabras, y eso Astoria lo sabía, año tras año, la llegada de su primogénito era el único momento de dicha que tenia, y ahora era el único apoyo que poseía, nunca lo pondría en duda, Scorpius era su razón de vivir, era el aire que necesitaba para seguir luchando, y el saber que su propio hijo le era tan indispensable para ella, la estaba comenzando a preocupar, sobre todo luego de haber escuchado a Nicolás y aquella frase se le vino a la mente “puede que fuera a casa de su novia primero ¿no? ¿Unos días?” Tenía miedo de que eso fuera verdad… porque significaría que Scorpius se alejaría de ella, y ahora mismo no se sentía capaz de apartarse de él.

Al subir a la habitación Scorpius la recostó en la cama y le limpio las mejillas, luego de consolarla unos segundos con palabras que ella no era capaz de escuchar, pero su corazón sentía alivio cada vez que él le acariciaba el pelo o las mejillas, y lentamente una sonrisa para tranquilizar a su hijo salió de sus labios.

- Ya me encuentro mejor Scorpius… muchas gracias por todo de verdad, no sé qué haría sin ti, eres mi razón de vida –ella subió su mano que en ese momento estaba fría hasta la mejilla de él, acaricio su rostro con ternura y el cerro los ojos para disfrutar de la caricia, solo entonces ella noto la cercanía que tenían, no le incomodaba, era su hijo pero una extraña sensación nació en su corazón en verlo con aquellos ojos cerrados y notar que el empapaba sus labios al pasar su fina lengua primero por el inferior para luego terminar de humedecer el superior, y ella se sintió sucia, al estar observando aquello sin poder dejar de mirar, sonrojada en un impulso cerró los ojos y suspiro intentando alejarse un poco de aquella intima situación.

- Sabes, tengo tantas cosas que contarte madre, me he sentido tan vacio este año sin ti, no he podido dejar de recordarte – ella abrió los ojos y cuando noto que el brillo de los ojos de su hijo era distinto se aparto algo confundida- sé que esto no debería pasarme nunca, que tal vez es una enfermedad…

- No, yo creo que estas confundido, yo también te extrañe cariño pero estas confundiendo las cosas – ella leyó sus ojos y sabía que las hormonas de su hijo, entre otras cosas, podían estar causando estragos en el pobre corazón del chico.

- No, las confundo, las he aclarado durante todo el año escolar… y sé lo que siento –ella le puso dos dedos en los labios intentando callarlo, todos los acontecimientos del día la estaban mareando y no estaba segura de si podría con más sucesos, pero cuando ella se movió para apartarse el beso sus dedos y luego de quitarlos se acerco abrazándola- hoy solo déjame consolarte… tu corazón lo necesita madre

Y así se quedo, luego de dejar escapar un profundo suspiro abrazo a su hijo y dejo que este le acariciara el pelo como hace tanto nadie lo había hecho, ella misma no era capaz de recordar cuanto tiempo había pasado desde la última vez que alguien le había dedicado tantas caricias, días, meses, tal vez incluso años, el pensar en aquello la entristeció y volvió a llorar, el calor de su hijo la llenaba y embriagaba calentando su congelado corazón.

Sin ser capaces de calcular el tiempo se apartaron para mirarse, ahora que lo hacía, él ya no parecía un niño, era un adulto, era todo un hombre, y la mirada decidida se lo decía todo, tenía el carácter de su padre, aquello que había enamorado a Astoria, cuando querían algo lucharían por ello hasta el final.

- Perdóname madre – sonriendo le tomo la cara con ambas manos y se acerco acortando toda distancia entre ellos atrapando los labios de aquella que era su madre, pero que ante sus ojos era una mujer, y no una cualquiera sino la que le había robado el corazón.

Ella sintió los labios de su hijo como los del propio Draco y cedió solo una milésima de segundos, en las que Scorpius la abrazo lentamente, luego de sentir y ser consciente de lo que sus acciones significaban aparto a su hijo por el cuello mirándolo confundida y sobre todo molesta con ella misma.

- Esto está mal, sal de mi habitación Scorpius y medita sobre lo que has hecho… no puede volver a pasar, todo esto solo ha sido un mal entendido- termino de apartarlo y se fue al baño a darse una ducha, lo necesitaba, su mente más que su cuerpo, cuando dejo que el agua tibia mojara su cuerpo las ideas fueron despejándose, de aquellos sentimientos que las tenían nubladas, todos los sucesos del día se agolpaban en su mente.

Su esposo le había golpeado ¿Por qué lo había hecho?

Su hijo había descubierto que su matrimonio no era perfecto como ella lo montaba ¿Lo habría sabido desde antes?

Y por último, lo peor del día, había besado a su hijo, ¿Qué era lo que pretendía él cuando la beso?

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Draco se quedo petrificado al escuchar a su hijo gritarle así, no tenía nada que decir a su favor y prefirió retirarse del lugar a reflexionar que decir para que su hijo no le odiara por lo que acababa de ver, pero… ¿Qué decir? ¿Cómo cubrir los hechos con otras mentiras? Era imposible, la verdad había salido a luz y era absurdo tapar el sol con un dedo.

Salió en silencio del lugar y camino por la mansión intentando entender en qué momento las cosas se le escaparon de la mano de esta forma, en qué momento llego a golpear a su esposa, él que había sido criado por la mano cariñosa de su madre, había perdido los estribos cuando por primera vez en todos los años que llevaba con Astoria, llego a pensar que ella pudiera si quiera estar interesada en alguien más que él, y peor aun llego a imaginárselos juntos; tal vez el carácter de su padre había influido en que fuera más violento y impulsivo, pero era la primera vez que estaba arrepintiéndose de algo que había hecho, y no solo porque su hijo lo había presenciado y esto cambiaria todo en el entorno familiar, sino porque realmente sabia que ella no se lo merecía.

Caminando por el patio lateral del castillo, paso junto a una enorme estatua de un dragón, que había sido esculpida el día de su propio nacimiento, su madre siempre le contaba esa historia, mientras estuvo viva, mirando el animal forjado en mármol, lo toco con un dedo sintiendo lo frio que era, tal vez se parecía más a él de lo que pensaba, aparentaba ser fuerte, rudo, imponente y frio, pero sabía que él había podido amar, lo había hecho en un momento, y toda esa imagen desapareció solo frente a Astoria, frente a ella un tiempo ese dragón había dejado de enseñar los dientes y escupir fuego, y la había dejado cabalgarlo para enseñarle las cosas hermosas del mundo con aquellas alas que se le habían sido otorgadas.

Flash Back

Era el día de navidad, aun no nacía Scorpius, y Draco llegaba tarde del trabajo en el ministerio, Astoria estaba acostumbrada a ello, pero aquella noche había prometido llegar antes, así que con la mirada baja, perdida en el interesante tapiz de la alfombra suspiraba, cuando Draco apareció con un chasquido, antes de que ella alcanzara a levantar la cabeza él se había acercado y tomándole el mentón la beso con desespero, cuando luego de unos segundos la dejo alejarse solo lo suficiente para respirar le dejo hablar.

- ¿Qué ha pasado? … pensé que llegarías a medio día

- Me ha sido imposible poder venir, ya sabes lo estúpido que son los aurores, me han pedido que inspeccione unos artículos porque tenían sospechas de que tuvieran algún tipo de magia negra, y me he demorado más de lo que creí, pero no te preocupes recuperaremos el tiempo perdido
Sonrió como solo con ella lo hacía y comenzó a tocarle el muslo, pero ella le detuvo, entonces besándola lento se aparto y busco entre sus ropas una pequeña caja de regalo, ella sonrió y la tomo entre sus manos.

- Pensé que lo olvidarías como el año anterior.

- Bueno debo reconocer que el año anterior lo hice apropósito para ver que hacías, pero como ya sé que te pones a llorar, no volveré a hacerlo, sabes que odio verte llorar – le acaricio la mejilla dulcemente y comenzó a besarla dejando la caja con su regalo en la mesita, impidiendo que descubrirá el hermoso collar de una hermosa rosa cubierta por un dragón, ya lo haría luego, ahora él la necesitaba en ese mismo momento, y en eso siempre había sido caprichoso, la quería y tenía que ser en ese mismo instante, nadie hacia esperar a un Malfoy.

Fin del Flash Back

Miro a la mansión y vio la luz que provenía de la habitación matrimonial, supuso que ella se habría ido a dormir y que Scorpius la abría dejado a solas, así que se dirigió a paso rápido hacia allí, necesitaba hablar con ella, necesitaba un bálsamo para su culpa de haberla golpeado sin si quiera tener razones reales, aunque lo más seguro que con una mujer como Astoria jamás llegaría a tener si quiera una razón para hacer algo así.

Subió las escaleras de dos en dos mientras su capa verde musgo se flameaba a cada movimiento, en cuando llego al tercer piso doblo; empujo la puerta de la habitación pero con cautela, si ella estaba aun con Scorpius no pretendía interrumpir ni mucho menos volver a escuchar a su hijo gritarle, abrió con lentitud y no vio a nadie así que entro silencioso y escucho un suave sonido que provenía del baño y se encamino al lugar , la vio a los pocos segundos, estaba desnuda como tantas veces la había visto, pero algo que hace meses había dejado de hacer, porque había perdido el tiempo en otros brazos, en otras pieles, olvidando que a la que tenia por esposa era lejos la que más anhelaba.

Ella parecía absorta en sus pensamientos, estaba bajo la regadera mirando el infinito acariciando su cuerpo con las espumas producidas por la esponja, se acerco y la abrazo por detrás notando el respingo que ella daba por el contacto, notó que intento apartarlo y volteo pero la cara de sorpresa no fue percibida por Draco quien escondía la cara en la espalda de la mujer.

- No digas nada… no quiero hablar de ello hoy – susurro mientras comenzaba a besar su espalda, ella temblaba al contacto, era una mezcla de miedo y sorpresa de que él actuara de esa forma.

- No lo haré… sabes que nunca te he obligado a decir las cosas, ya lo harás en su momento

Él le volvió a besar la espalda mientras ella se dejaba hacer y el agua terminaba de empapar su cuerpo, la beso lentamente, centímetro a centímetro acercándose a sus labios mientras sus manos acariciaban aquel cuerpo que hace meses le pedía por caricias, sus manos subían a sus pechos acariciándolos mientras ella apoyaba ambas manos en la pared que tenía enfrente dejando que el agua callera por todas su espalda, hasta la ropa de Draco que se juntaba con el cuerpo de ella a la altura de la pelvis, mirarla así revivió en Draco antiguos deseos que había creído perdidos, pero que al escuchar de la boca de ella en aquella dulce voz un pequeño gemido le erizo los cabellos, mientras la apegaba más a él.

- D-Draco… esta Scorpius en la habitación contigua

- Ya es mayor…

Fue lo único que tuvo por respuesta Astoria antes de que Draco girara la perilla del grifo y la llevara a la habitación, despojándose en segundos de la ropa mojada para recostarse sobre ella para comenzar a besarla con deseo. Ella le respondió acariciándole la espalda desnuda y el abdomen en aquellos abdominales que se delineaban siempre tan bien y que se endurecían cuando se movía contra ella. Aunque Draco no lo notó Astoria estaba algo incomoda, miraba la puerta de la habitación en ocasiones pero por las caricias que él le proporcionaba termino olvidando muchas cosas y llevando la mano por el camino de su vientre a su entrepierna notando que en cuanto ella comenzaba a tocarle el cerraba los ojos y se mordía el labio, extrañaba tanto las reacciones de Draco ante las cosas que ella le hacía o provocaba, que se deleitó con cada una de sus expresiones, intentando darle la mayor cantidad de placer, olvidando por completo lo mal que la había tratado, lo mucho que la había ignorado e incluso el numero de chicas que abrían hecho lo mismo con él hace solo unos días.


Ella abrió las piernas en señal para Draco, quien reconociéndola enseguida le tomo y la acerco a él besándola, mordiendo sus labios por la excitación, comenzando a escuchar los jadeos de ella cuando se acercaba y luego sus gemidos suaves en un comienzo y fuertes, cuando el aumentó notoriamente el ritmo, era suya, solo suya y eso le encantaba, había olvidado lo placentero que era tenerla para él, sentirse dentro de ella y saber que solo él era quien la enloquecía de tal manera.

Siempre en todos los años que llevaban él había sido el que llevaba el completo control de la parte sexual de la relación, pero notaba a Astoria más deseosa, lo relaciono con la falta de sexo que ella tenía, porque él no sabía lo que era eso, le había sido infiel siempre, en cambio ella no había tenido nada en meses y conociéndola como la conocía ni siquiera se había dado placer ella misma, era demasiado tímida para algo así. Fue una sorpresa para él ver que ella le empujaba y se sentaba sobre él, apoyando ambas manos en el pecho de Draco comenzó a moverse subiendo y bajando, Draco dejo escapar un sonoro gemido cuando ella se movió por primera vez, él sabía que así él sentía mucho más que en las posiciones en las que él dominaba. Pero por una razón de hombría le gustaba mostrarse dominante ante ella; pero como se arrepentía, lo había hecho con miles de chicas en esa posición pero ver los formados y levantados pechos de ella subir y bajar dando botes mientras ella tiraba la cabeza hacia atrás y sus hermosos cabellos se mojaban con su sudor le volvía loco. Le ayudo a moverse tomándola de la cadera y moviéndose contra ella en ocasiones cuando la veía algo agotada, pero su ritmo era constante y acelerado, contrario a lo que siempre había pasado en su relación Draco fue el que comenzó a gemir y jadear ruidosamente, tanto que en ocasiones ella le pedía que bajara el volumen.

- No puedo… lo haces espectacular, sigue… estoy seguro de que no podre mucho más, si sigues moviéndote así.

Y estuvo en lo correcto, ella volvió moverse pero por su cansancio esta vez lo hizo en círculos y de adelante hacia atrás, a lo que Draco respondió apretando los dedos en la cadera de ella, y lo vio, una sonrisa de medio lado se formo en la cara de Astoria y volvió a hacerlo una y otra vez hasta escucharlo decir de miles de formas la misma orden, que ella no se detuviera y entonces lo sintió, él la empujo contra si como queriendo estar lo más adentrado en ella que pudiera, se recostó sobre él y le acaricio el pecho, ambos estaban exhaustos y se cubrieron con las sabanas, aunque Astoria estaba feliz de lo que había pasado, tenía un sentimiento de culpa, porque sabía que Scorpius lo había escuchado todo.
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Scorpius salió de la habitación y se encerró en la suya suspirando mientras se tomaba el pecho con la mano en un intento estúpido de no dejar escapar a su corazón que amenazaba con salir disparado de el, nunca había sentido algo así con una chica, y solo había sido un suave beso, un roce de labios que le desesperó y revolucionó el cuerpo de tal manera que se sentía mareado y exaltado en cada uno de sus poros, el sabor de lo prohibido aun estaba en sus labios y el placer de haber eche hecho algo que llevaba deseando hace un año entre sueños y divagaciones.
Pero su felicidad no duro mucho, cuando se llevo la mano a los labios para recordar los de su progenitora escucho la puerta de la habitación de esta abrirse y todo su cuerpo se tensó, se apego a la pared intentando escuchar cuales eran las intenciones del que supo enseguida era su padre. Tenía miedo de que le hiciera algo a su madre y tomando la varita de su pantalón la apretó preparándose para lo peor, escucho un silencio que intento interpretar y luego cuando concentro más su audición y estaba preparado para abrir su puerta e ir en su ayuda o bien demoler la muralla si era necesario, la voz de su madre le llego en un sonido que nunca antes había escuchado, un gemido.

Se quedo completamente paralizado, no era lo que esperaba, no era para lo que se había preparado psicológicamente a enfrentar, y las piernas le temblaron de pánico, de lo que pudiera pasar, y de impotencia de no poder interferir, de no poder hacer nada para impedir que su padre hiciera lo que sabía tenía en mente.

Los escuchó acercase más y supuso habían salido del baño para pasar a la cama y su mente jugaba con el regalándole las imágenes que seguramente estaban pasando en ese preciso momento, mortificándolo con cada detalle de sus cuerpos desnudos, su propia mente estaba jugando en su contra. Se pego a la pared para no caer por la desesperación de tener que estar allí, deseo huir y escapar de ese lugar pero ¿Y si las cosas se escapaban de su curso y su padre terminaba haciéndole daño a Astoria?

Bajo su cuerpo lentamente apoyado en la pared hasta abrazar sus piernas escuchando los gemidos y peticiones de Astoria por más, las lágrimas comenzaron a caer lentamente y eran acalladas en el fondo de jadeos de la habitación contigua.

Y termino de darse cuenta, no podía ser solo una confusión de sentimientos, no podía ser solo que en su idolatría por su madre confundiera los sentimientos, la deseaba, y le estaba rompiendo el corazón escucharla en brazos de otro, aunque ese fuera su propio padre.

Por un momento se produjo un silencio y levanto la cabeza; esperanzado de que todo hubiera acabado pero cuando la voz que comenzó a escuchar fue la de su padre, la tortura termino de matarle. Era su padre el que gemía ahora, porque era ella quien de seguro estaba haciendo algo para que eso ocurriera, ella estaba participando activamente, contrario a lo que su mente estaba intentando crear como consuelo a la situación.

Dejo caer la varita y con la cara llena de lágrimas de impotencia y pena se lo planteo, su padre no la merecía, y haría lo posible porque ella fuera feliz con alguien que de verdad la valorara, sabia que nadie más que el mismo podía hacer algo así, confiaba en que lograría que su madre le quisiera a él y dejara a su padre, porque en el fondo sentía que la única razón por la que su madre no había respondido a su beso era el tonto tabú de que el amor entre familiares era una aberración, pero Scorpius estaba convencido de que eso no era un impedimento para él, después de todo era un Malfoy.
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